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martes, 5 de noviembre de 2024

Las redes sociales y los 7 pecados capitales

Reid Hoffman, el fundador de SocialNet, Cofundador de LinkedIn e inversionista de 114 compañías tecnológicas, entre ellas plataformas sociales como Facebook, Flickr, Groupon y Zynga, comentó a The Wall Street Journal, que las redes sociales que están destinadas a triunfar, son aquellas que provocan los 7 pecados capitales...

Martha Luisa Gala Rodríguez en Exclusivo 15/03/2022
2 comentarios
Redes sociales y sus pecados capitales
Para Hoffman LinkedIn representa la Codicia, Facebook la Soberbia, Netflix la Pereza, Instagram el Gula, Twitter la Ira, Pinterest la Envidia y Tinder la Lujuria. (Michel Moro Gómez / Cubahora)

Reid Hoffman, el fundador de SocialNet, Cofundador de LinkedIn e inversionista de 114 compañías tecnológicas, entre ellas plataformas sociales como Facebook, Flickr, Groupon y Zynga, comentó a The Wall Street Journal, que las redes sociales que están destinadas a triunfar, son aquellas que provocan los 7 pecados capitales.

Para Hoffman LinkedIn representa la Codicia, Facebook la Soberbia, Netflix la Pereza, Instagram el Gula, Twitter la Ira, Pinterest la Envidia y Tinder la Lujuria.

Y aunque no deja de tener razón, debemos ver el fenómeno más allá de la asociación de un pecado a una plataforma digital. Al fin y al cabo, son eso, plataformas digitales al servicio de los usuarios, con todas las artimañas y funcionalidades para que te quedes horas y horas pegadas a ellas.

Anuket y Eros más cerca que nunca

Puedes encontrarte a Anuket, Afrodita, Eros, o Cupido en Tinder, pero también en Facebook o Instagram, porque no solamente es la plataforma en sí, sino el contenido que se promueve en ellas. Claramente una plataforma especializada en citas como Tinder dará mejor resultados que Facebook en este propósito, pero no quiere decir que en otras no encontremos este tipo de contenidos lujuriosos.

“Tinder es una aplicación de citas para conocer a personas cercanas con las que ha habido un interés mutuo, algo conocido como MATCH de Tinder.”

Los contenidos carnales en las redes sociales no faltan, ni faltarán mientras que existan plataformas que lo faciliten, personas que lo promuevan y lectores que lo consuman. Y es que al despertar ciertos demonios, hace que los contenidos sean “seguidos y deseados” por unos y “despreciados” por otros.

Los creadores de las redes sociales que se han dado cuenta de esto y lo han concebido saben que tienen un alto por ciento de éxito asegurado, cuando menos por ser “Inclusivos”, aunque en sus normas de comunidad expresen que este tipo de contenido es “Prohibido o limitado”.

La visita de Amón

Que tire la primera piedra quien no ha sido provocado o provocador de ofensas en las redes sociales. En este caso se puede considerar a Twitter como la casa mayor de Amón, aunque plataformas como Facebook, o YouTube también tienen sus pinceladas.

No son pocos los ejemplos para citar, desde usuarios con pocos seguidores e influencia, hasta presidentes de gobierno, los que han sido centro de estos contenidos. Y como no si estas publicaciones son tan fáciles de crear, que sale así, a la primera, sobre todo para esta generación “de cristal” en la que muchos, aunque no pertenezcan también se suman.

De niña aprendí que “la ropa sucia se lava en casa”, un principio olvidado y que espero más temprano que tarde lo aprendan otros, para que dejen de ventilar en las redes problemas que no se pueden cambiar desde ahí.

Belfegor sal de este cuerpo.

Si algo viene a la mente en cuanto te mencionan cualquiera de las plataformas sociales es que son “sitios de ocio” aunque hay millones de ejemplos para desmitificar este pensamiento. Cuando una te atrapa puedes pasar horas y horas scrolleando sin darte cuenta del tiempo que ha pasado.

En este caso, los juegos, los memes, los videos (sobre todo los cómicos) son los contenidos que triunfan en cualquier red social. Tanto es así que Tik Tok ha triunfado en poco 6 solo años, Twitch logra mantener millones de usuarios contactados las 24 horas, Netflix con sus series y películas, o YouTube con sus miles de contenidos hacen que nos pasemos horas conectados, dominados por el demonio de la pereza sin ganas de hacer nada más.

Aléjate de mí, Belcebú

Los negocios de comida no solo triunfan en el espacio físico también lo hacen en las redes sociales con esas fotos espectaculares que te invitan a comer. Y es que comer no es malo, lo incorrecto es hacerlo insaciablemente.

En redes sociales como Instagram, Facebook, o Pinterest encontrarás la tentación a toda hora. No solamente por el deseo de pecar probando cuanto platillo te encuentras, sino también por el sentimiento insaciable de querer ver más y más hasta no saber si pecas por gula o por pereza.

El postureo de Lucifer

Una vida perfecta, sin altibajos, fotos seleccionadas o tomadas minuciosamente para causar la mejor de las impresiones, vamos el postureo de toda la vida.

Y no es que esté mal querer mostrar la mejor cara al mundo, pero no todos son viajes, disfrute, y perfección. También hay momentos terrenales, días en los que no estas de buen ánimo, días en los que te salen mal las cosas, esos también puedes mostrarlos.

Instagram, Facebook o Tik Tok están llenos de estos contenidos en perfiles perfectos, post con aires de superioridad; comunidades exclusivas donde solo aquellos “los perfectos” pueden ser parte de ella.

Siendo sinceros todos escogemos la foto a publicar, y está bien hacerlo, porque lo que publicas en internet ahí se queda para siempre, pero pensemos que no todo en la vida es impecable, también hay matices.

Leviatan tú también puedes.

La envidia es un sentimiento o estado mental provocado por el dolor o desdicha de no poseer lo que otros tienen. Por lo que viene directamente asociado a los contenidos que promueven “vidas perfectas”.

Tengamos algo claro: hay muchas personas que viven de lo que publican en redes sociales. Por eso muestran más que nada, “sus vidas, cuerpos, o viajes perfectos”. Pero si esos contenidos te generan depresión, desmotivación, envidia porque lo que muestran y no has podido lograr, lo mejor que puedes hacer es dejar de seguirlos o encontrar en ellos motivaciones para seguir adelante y lograr tus propias metas.

Mammón, con esto ya es suficiente

Querer mejorar en la vida no es malo, querer abundancia no es pecado, de carencias ya basta con las que hemos tenido, ¿cierto? El pecado está en la constante provocación de los contenidos que publicamos o consumimos en redes sociales.

Las muestras de un mejor empleo, de tener más dinero, más contactos, más seguidores en tu comunidad, son evidencia de contenidos que promueven la codicia. Querer lo que no necesitamos, el consumismo puro y la necesidad de mostrarlo al mundo es también muestra de que somos pecadores.

Quizás después de todo esto te preguntes: ¿entonces las redes sociales son malas? Y mi respuesta para ti es: “No son malas, solo tenemos que aprender a usarlas. Las tecnologías están aquí para ayudarnos, son inclusivas, y nos dan la oportunidad de expresarnos, pero también de elegir (como en la vida real) cuál es nuestro círculo más cercano, cuáles son los contenidos que quiero consumir, cuáles quiero proyectar. Vamos que es totalmente tu responsabilidad. Pequemos pues, pero con cordura.”


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Martha Luisa Gala Rodríguez

Ingeniera de formación, estudiosa de las redes sociales por vocación. Siempre en la búsqueda de sacar mejor provecho de las plataformas sociales para los cubanos y encontrar el camino para juntos "Crecer con sentido".

Se han publicado 2 comentarios


Michel97
 22/3/22 9:06

Me encanctó la publicación, es una de las mejores que he leido con respecto a señalar lo bueno y malo de las redes. Felicidades, bien logrado.

Martirena
 15/3/22 11:57

Excelente trabajo!, acompañado de una muy lograda ilustracion, felicitaciones!

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