Porque una administración pública más eficiente implica también ir al compás de la cotidianidad de nuestra gente, involucrarnos en cómos y porqués, buscar verdaderas soluciones… es que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha compartido en los últimos meses y en disímiles escenarios, ideas claves para desarrollar una buena gestión de Gobierno a todos los niveles.
De coherencia y trabajo esforzado; de pensar en los más pequeños problemas o carencias del cubano; de embellecer espacios porque sí; de buenas prácticas y retos; de llegar al epicentro donde nacen o mueren las ideas; de esencias, continuidad y simbolismos… Así va, de cierta manera, perfilándose un estilo de Gobierno en esta Isla nuestra “hacedora de imposibles”, donde es el pueblo motor impulsor y timonel constante.
Sus reflexiones han sido reiteradas una y otra vez en el contexto de más de una veintena de balances anuales del trabajo de organismos de la Administración Central del Estado, en las visitas que el Consejo de Ministros realiza a las provincias, así como en diversos encuentros con responsables de variadas esferas económicas y sociales del país.
Resulta inevitable hablar de buenas prácticas en un año en el que “una nueva generación, de manera gradual y paulatina, en clara expresión de continuidad, comenzó a asumir tareas principales de dirección, con la suerte de mantener la guía de la generación histórica, en particular del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba” y se ha insistido en la implicación directa de los cuadros para lograr una mejor solución de los problemas a todas las instancias.
Son los cuadros, con sus maneras de hacer, puntal clave para lograr una acertada gestión de Gobierno en el país. De ahí que no resulte casual la insistencia del Presidente cubano para que en el quehacer cotidiano de todos y cada uno de nuestros dirigentes, primen la sensibilidad ante los problemas ajenos; la inquietud revolucionaria que nos lleve a ser constantes inconformes cuando las cosas se hacen mal; y la cultura del detalle en todos los órdenes de la vida.
Un estilo de actuar que a su vez está llamado a que en el día a día prime el afán por destrabar problemas y ayudar a resolverlos sin burocracia, con el claro propósito de que no se distorsiones procesos vitales para el desarrollo económico del país y se eviten a la población incomprensiones y disgustos innecesarios.
Todo ello habla de una mayor transparencia en la gestión de Gobierno. Que la población sepa en qué se trabaja y cómo intentamos resolver las principales dificultades tiene que ser un reto, de manera que tengan plena coincidencia los proyectos de la nación con los personales y familiares.
Piedra angular deviene también en las ideas reiteradas por Díaz-Canel la vinculación constante con la base; es allí donde mejor “se aprende, se orienta y se corrigen cosas”, ha dicho en diversas ocasiones, convencido de la urgencia por conocer al detalle hasta la más minúscula insatisfacción.
Rendir cuenta a todos los niveles resulta de igual manera máxima imprescindible en el ejercicio cotidiano de identificar modos de hacer perfectibles, de generar un desarrollo en el pensamiento. El debate colectivo aporta ideas enriquecedoras y perfecciona el trabajo de los cuadros.
Tres herramientas fundamentales ha definido el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros para apoyar el desempeño de una administración pública más eficiente.
Una es la informatización de la sociedad que contribuye, entre muchas otras bondades, a optimizar procesos de cara a la población y hacia los propios organismos y administraciones; otra la comunicación social para que la información fluya y el pueblo sepa qué hacemos, por dónde vamos; y la tercera es investigación científica, como sendero para enfrentar la complejidad de los problemas y buscar alternativas que permitan solucionarlos.
Constante en el accionar tiene que ser la batalla contra la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales, porque en ello de alguna manera se define también el futuro económico y social de la Revolución cubana.
Hacia el centro de las acciones del Gobierno ha colocado igualmente la inversión extranjera como un camino más para el desarrollo; la exportación de servicios y productos; y el encadenamiento productivo con los diferentes actores de la economía tras la búsqueda de un trabajo más coherente que fomente las producciones nacionales.
De imprescindible ha definido el ahorro y el control adecuado de los recursos, sobre todo los “energéticos, para que su uso aporte mayores rendimientos”.
El día a día va trazando un claro camino en el que se trabaja para que las inversiones en realidad se conviertan en beneficios; se aproveche al máximo todo lo que dispone el país en lo referido a los recursos humanos y la fuerza de trabajo calificada; y se otorgue una verdadera prioridad al desarrollo local de los municipios a partir de proyectos autóctonos que permitan el “despegue” de sus verdaderas potencialidades.
Dos prioridades han sido planteadas en primer lugar por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba: la preparación para la defensa y la batalla económica. Dos prioridades absolutas, que se vuelven hoy más imprescindibles que nunca, cuando el trabajo con las alternativas tiene que ser constante, fundamentado, duradero.
Pensar como país es, tal vez, uno de los mayores retos. Y juntos, ya se ha demostrado de sobradas maneras a lo largo de los años, somos más fuertes; juntos hemos aprendido que es más fácil vencer “la inercia de los cansados” y contagiar de “entusiasmo y optimismo a los comprometidos”.
De continuidad y esperanzas se habla en Cuba, de un Gobierno que se involucra y crea… tal como ha sucedido en el transcurso de estos 60 años.
Camilo villena
18/4/19 11:09
Es poco probable la exportacion de bienes y servicios desde los Territorios como se ha mencionado ultimamente.
La exportacion requiere de produccion con calidad y certificados, que fundamentalmente requieren de tecnologias y recursos no existentes en los territorios., asi como procederes de registro y certificaciones.
La utopia y las consignas nos han dañado en muchas ocasioes. Los territorios lo que deben lograr y sostener, es autoabastecimientos de alimentos y servicios basicos que hasta hoy estan muy lejos de lograrlo.
Gracias
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