Mi casa está anclada en una zona que solía ser un pantano hace más de 20 años. Por lo tanto, es un entorno ideal para la crianza de cualquier ejemplar de mosquitos.
Mi gato, un felino gordito y rozagante, es un gran cazador de lagartijas y ranas. Alphonso, que es como se llama él, todas las tardes nos trae de regalo un hermoso reptil, incluso, a veces con la rama donde estaba el bicho y todo. Esta costumbre ha reducido la población de lagartijas en el barrio y por consiguiente aumenta a pasos agigantados la reproducción de mosquitos, lo que nos tiene tremendamente preocupados.
Un mosquito es un animal muy peligroso. Estudios científicos apuntan que hay más muertes humanas a causa de los mosquitos que de cualquier otro animal en el mundo, con excepción de las que causan los propios seres humanos. Por si fuera poco, existe además un aproximado de 3500 especies. Pero no se inquieten, que aquí en Cuba solo tenemos el mosquito “común”, y el mosquito más famoso: el Aedes Aegypti.
Esta especie es trending, sale por televisión, está en carteles en todos los policlínicos, hospitales, escuelas, centros de trabajo. Lo único que le falta es tener su propio perfil en redes sociales. La verdad, es un mosquito bastante lindo; tiene un conjunto de rayas blancas muy exóticas en el cuerpo, incluso en las patas y todos tienen un diseño diferente. Pero no todos nos pican.
La hembra del mosquito, y esto es en todas las especies, es la que se alimenta de sangre, el macho solo se nutre del néctar de las flores… quién lo diría. Bueno, el caso es que antes de poner los huevos la hembra necesita alimentarse y para que tu sangre no deje de circular mientras lo hace, las “mosquitas” tienen la delicadeza de inyectar una sustancia anticoagulante muy potente. Cuando nuestro cuerpo reconoce esa sustancia como extraña, libera histamina, lo que hace que nos salga una roncha en la piel, que por demás pica mucho.
El mosquito es fan del agua limpia y le basta solo un centímetro de este preciado líquido para poder poner sus huevos y expandirse por el mundo.
Vivir en este trópico tan caluroso nos hace presa fácil para el mosquito. Según las investigaciones del Laboratorio de Neurogenética y Comportamiento de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, a este insecto le atrae el calor corporal y la ropa húmeda, o sea, el ómnibus es el lugar ideal para él: gente sudada y pegajosa, vaho, no paga, se puede montar por donde quiera, el chofer no le va a decir “oye, el de las patas a rayas, camina que ese carro está vacío”… y además come gratis.
Pero más allá de todo esto, lo que verdaderamente nos preocupa son las enfermedades que sus picaduras pueden contagiarnos. El Aedes es un trasmisor del dengue, la fiebre amarilla, la chikungunya, el zika, algunas de las cuales pueden llegar a ser mortales. Una hembra puede poner 120 huevos hasta cuatro veces en su vida. Hay que andar con ojo.
Para cuidarnos de los mosquitos existen varios repelentes, aunque no todos son efectivos, pues también hacen daño a los seres humanos y otros animales; además de que estos insectos han logrado heredar una resistencia a los repelentes más comunes.
El biólogo holandés Arnold Van Vliet, quien al parecer tiene mucho tiempo libre y no va a la bodega, ni nada, se ha embarcado en una curiosa misión: averiguar cuántos mosquitos e insectos mueren estrellados contra los vehículos que circulan por las carreteras. Según este señor en seis meses fallecen 800.000 millones de insectos chocando contra los autos que circulan en su país y, extrapolando los resultados a Estados Unidos, Van Vliet estima que cada año mueren 33.500.000.000.000 mosquitos y otros insectos voladores de este mismo modo. Particularmente creo que tener un carro no es la forma más barata de acabar con los mosquitos.
Debemos hacer lo que hemos oído siempre: tapar los tanques de agua, echar abate, no dejar ningún posible depósito de agua al aire libre, aunque también podemos fumigar, pero eso ya da para otra historia.
Por cierto, hay algunos mosquitos que no se conforman con la sangre humana y también pican a perros, gatos, vacas, incluso hasta tortugas.
Espero que Alphonso gane conciencia y deje de comerse las lagartijas y las ranas. Ya lo pensará mejor cuando lo piquen las hembras del Aedes.
Gilberto
27/8/20 10:25
Los que hemos tenido la oportunidad de vivir en otros países donde azota el dengue ,valoramos en su justa dimensión los esfuerzos realizados por el estado cubano para prevenir y combatir este virus.No obstante , existen deficiencias que a pesar de ser señaladas,se mantienen. Me refiero específicamente a los garajes y trasteros improvisados en los repartos como Alamar donde se utilizan como tales los espacios entre la primera planta y la zapata de los edificios .Estos no son inspeccionados ni fumigados alegandose por los inspectores y operadores que no tienen indicaciones al respecto.
senelio ceballos
1/7/18 13:37
Saludos Lic. Ana!! genial forma de escribir la suya..BRAVO!!...la propongo para profe. de entomologia!!! jajaja..
yim
28/6/18 15:17
Te odio mosquito
maylen iznaga
27/6/18 15:42
Hasta cuándo vamos a seguir con la labor Persuasiva???
Desde el año 1981, cuando tuvimos la tragedia de que murieran 104 niños por el dengue, estamos realizando labores persuasivas y educativas.
Es hora de empezar a poner multas, pero ya.
Además, es hora de que los compañeros de la campaña revisen los garajes, patios y pasillos de todas las casas y edificios que todos parecen un Plan Tareco y que le pongan multas a los responsables.
Hasta cuándo?
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