La radio, el nuevo mundo y el deporte

La radio es un mundo fascinante y llegar a él fue de lo mejor que pudo pasarme en la vida. Ya no me salgo, y de hecho intento aprender cada día más, desde la conducción y en mi rol de guionista, aunque no ignoro mis inquietudes en torno a la realización radial, estimuladas desde mis clases en la carrera de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

El periodismo en la radio y la creación toda en este medio, que sigue siendo el más asequible a nivel mundial, sortea retos constantemente. Se ha reconfigurado de vuelta y media el universo sonoro en medio del auge de las redes sociales, los podcast y las facilidades de escucharla Online. El ritmo de la vida sigue apurándose más y lo coloquial gana terreno mientras se huye de lo engolado, lo rebuscado, lo exageradamente adornado, sin esquivar los aspectos técnicos imprescindibles.

Programas musicales, de orientación, de debate, educativos, de divulgación y promoción, de divulgación social, culturales… todos se insertan en un amplio diapasón que requiere actualizarse según las necesidades de los oyentes y que pretenden unir, más que fragmentar, a los públicos ahora que cada cual se arma de su propia burbuja.

Transmitir con la voz y otros sonidos los mensajes con la intencionalidad que requiere cada uno, emociones, sensaciones e ideas continúa siendo el mayor de los retos, por lo que demanda de quienes trabajamos en este medio de comunicación capacidades extraordinarias de inventiva, de originalidad, de imaginación.

Hoy, 13 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Radio desde 2011, a partir de la solicitud a la UNESCO de Jorge Álvarez, presidente de la Academia Española de la Radio, presentada 3 años antes. Se enfatiza de manera especial en este 2018 en la radio y los deportes, y Cuba puede ser un ejemplo feliz de cuánto se acerca este medio a la audiencia a través de espacios dedicados de manera íntegra a la información, debate y análisis de temas asociados al deporte.

Las transmisiones radiales de los partidos de béisbol, por ejemplo, son de esas acciones que salvan del olvido a la radio y la perpetúan. Desde los primeros años de la década del 40 se destacaron la santiaguera Cadena Oriental de Radio con narradores como Paquito Mirabén, Guillermo Enríquez y Guillermo Pérez; la CMJK La Voz de El Camagüeyano, con Gustavo Tomeu Riverón; la CMJI en Ciego de Ávila con la narración de Pedro Margolles; Cienfuegos con el narrador Humberto Duarte; y la CMAB, en Pinar del Río, con Manolo Herrera.

No se limitaban estas transmisiones, convertidas luego en espectáculos radiales, a describir el certamen deportivo, pues desde la incursión de Felo Ramírez en la narración y el periodista René Molina en los comentarios en la emisora Unión Radio durante la temporada de pelota profesional, los fanáticos de este deporte tuvieron este valor agregado en las emisiones.

En cuanto a las transmisiones realizadas desde otros países, El Portal de la Radio Cubana registra que la primera fue en 1941, durante la discusión del título mundial de boxeo desde Nueva York. Fueron dos peleas, narradas por René Cañizares (Kañita), entre Joe Louis y Billy Conn, en junio de 1941 y en junio de 1945.

A partir de l962 los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, las Olimpiadas, los Campeonatos Mundiales y otros eventos similares se han transmitido por la radio cubana a través de Radio Progreso y más tarde por Radio Rebelde para todo el país.

Eddy Martin, Rafael Gavilán, Juan Antonio Salamanca, Héctor Rodríguez, Roberto Pacheco, Modesto Agüero, José A. Quevedo, Miguel Ángel Iglesias, Antolín León y Francisco Mastrascusa, entre otros, han quedado en la memoria de quienes asisten a ese encuentro mágico con el deporte en la radio, en el que debe primar no solo el profesionalismo en el hablar sino también otros elementos de la picaresca y el lenguaje cotidiano.