La necesidad de permanecer en los hogares, como una de las medidas adoptadas ante la pandemia desatada por la COVID- 19, ha elevado sustancialmente el consumo energético en el sector residencial cubano.
Desde los inicios de la enfermedad en el país, el Ministerio de Energía y Minas elaboró todos los planes para la protección del personal que trabaja para garantizar los servicios eléctricos, fundamentales de la población tanto para el sector residencial, industrial, así como hospitales y centros de aislamiento.
Altas temperaturas, tele clases y teletrabajo, constituyen las principales causas del aumento de energía eléctrica durante este período. Hasta el mes de abril, se habían consumido 1932 KW/h por encima de lo que se tenía planificado, ello representa 1030 toneladas de combustible. Al cierre de agosto, la cifra alcanzó los 25 200 megawatt/horas. Por tanto, se hace necesario el ahorro energético.
Desde ese entonces, se ha realizado un enorme esfuerzo por garantizar que se mantenga estable el fluido eléctrico y evitar incómodos apagones, aun cuando se han recrudecido las medidas económicas del bloqueo impuesto injustamente a Cuba.
Picos eléctricos u horarios de mayor incidencia: el primero es el que más incremento de la demanda tiene en la actualidad, pues coincide con el consumo de las industrias, algo que anteriormente no ocurría
¿CARGAS FANTASMAS?
Quizá usted se haya preguntado por qué si todos sus equipos electrodomésticos están apagados, el reloj sigue marcando consumo. Esto sucede por las llamadas “cargas fantasmas”, presentes en algunos equipos que poseen relojes, sistemas de encendido rápido, memorias y transformadores a la entrada, que consumen energía eléctrica aunque estén apagados, estas cargas aunque insignificantes su efecto sobre el consumo de energía eléctrica es acumulativo a través de todo el año.
Desde Cubahora queremos ayudarle a cuidar sus equipos, y de esta forma, contribuir con el ahorro energético que demanda el país. Para ello le traemos un listado con los electrodomésticos que más consumen y algunos tips para su uso.
En la actualidad, los equipos de cocción de alimentos consumen aproximadamente el 60% de la energía del hogar. Por ello, se hace necesario conocer qué medidas permiten el uso más racional de estos electrodomésticos.
Hornilla eléctrica: Por su rápido y eficiente trabajo, este es uno de los equipos de que más utilizan las familias cubanas, y es también uno de los más consumidores. Para lograr mayor eficiencia durante la cocción de alimentos se recomienda utilizar ollas y recipientes adecuados al tamaño de cada hornilla, así como taparlos y que las tapas tengan un buen aislante térmico.
Además, la ONURE recomienda evitar la cocción de alimentos congelados, ya que se requiere más tiempo y por tanto un mayor consumo de energía. Estas deben apagarse unos diez minutos antes de terminar, porque la energía térmica remanente será suficiente para terminar de cocinar. No utilice la hornilla eléctrica durante el horario pico.
Olla a presión eléctrica: Por sus cualidades multifacéticas, este resulta uno de los electrodomésticos más utilizados en las cocinas cubanas. Para su mejor utilización y consumo energético, resulta imprescindible que se mantenga en buen estado y no presente problemas con la junta. En ese caso, aumentaría el gasto de energía y no se aprovechará el calor y la presión como es debido. Además, no debe utilizarse para freír carnes, huevos y otros alimentos puesto que no está diseñada para este tipo de trabajo. Esto contribuiría a la rotura del equipo desaprovechando sus potencialidades energéticas.
Olla arrocera: Al igual que los equipos descritos hasta el momento, este es uno de los más comunes y más utilizados en la cocción de alimentos. Asimismo, requiere de mantenimientos y del cumplimiento de las indicaciones del manual de uso, en el cual se especifican los productos que se pueden cocinar en ella, para evitar roturas.
Refrigerador: Debe colocarse en un lugar fresco, separado de la pared (de 2 a 4 cm) y lejos de la luz directa del sol y de cualquier otra fuente de calor. Para un mejor uso y aprovechamiento de la energía eléctrica, no se debe abrir sin necesidad, y cuando se haga, cerrar la puerta inmediatamente. Cada vez que se abre la puerta se escapa el 20 % del aire frío, por lo que el compresor debe trabajar más y consumir más electricidad, vigilando que al guardar los alimentos se encuentren a temperatura ambiente.
Televisor: Electrodoméstico con elevados niveles de uso, fundamentalmente en tiempos de COVID-19 en los que se han desplazado actividades presenciales a virtuales, como las teleclases. Este es uno de los que más consumen energía eléctrica. Para evitar el derroche energético, se recomienda no utilizarlo como radio. Además, cuando no se esté utilizando no solo apagarlo por el botón on-off, sino desconectarlo de la red de alimentación, ya que los televisores en standby son de los equipos que, conectados a la red de alimentación, también consumen energía eléctrica.
Aire acondicionado: Se recomienda ubicarlo en un lugar fresco, a una altura mínima de 1,20 m del suelo o del techo, en la pared de más sombra, garantizando así que por la parte exterior tenga la ventilación adecuada. Los locales en que se encuentren deben tener el máximo de hermeticidad, evitando además la entrada y salida frecuente de las habitaciones donde se coloquen estos equipos, la limpieza y mantenimiento a los filtros de aire y las superficies de los serpentines contribuyen al ahorro y un mejor funcionamiento. No use los equipos de aire acondicionado durante el horario pico.
Ahorrar energía eléctrica, no solo contribuirá a la economía del país, sino también como medida de mitigación al cambio climático. Por cada kWh generado en una planta térmica donde se quema petróleo se envían a la atmósfera como promedio 700 gramos de CO2, el gas que junto a otros como el metano, es causante del calentamiento global y del cambio climático que está ocurriendo a escala planetaria y cuyas consecuencias se dejarán sentir en todos los países de un modo o de otro.
*Fuentes: Daniel Argota Pupo: Estudio de las principales cargas eléctricas del sector residencial en Cuba. Instituto Superior Minero Metalúrgico (Cuba) y El costo de un kilowatt por hora. Lic. Ángel A. Núñez Barreto, Director de Uso Racional de la Energía. Matanzas, Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía
Juan Carlos Subiaut Suárez
22/9/20 12:24
Estimados editores:
El comentario realizado pretendió complementar la información aportada por el artículo, pues en mi opinión, en la cuantía de la facturación eléctrica residencial y del consumo de energía eléctrica en este sector, aparte de los equipos electrodomésticos, en especial los de cocina, refrigeración y clima, influyen elementos de diseño, construcción, montaje y explotación de la instalación eléctrica, cuya inobservancia o alteración pueden llegar a ocasionar desde los sobreconsumos y altas facturaciones hasta accidentes.
Inserté al final un texto publicado en Juventud Rebelde el 24/6/2009, que argumentaba la idea, con criterios en mi estimación útiles para el sector residencial. Allí exponía:
Muchos artículos se han dedicado al consumo y ahorro de energía eléctrica en nuestras casas, reiterándose temas relacionados con los sobreconsumos innecesarios. Sin embargo, otros problemas no mencionados son responsables de una proporción apreciable del consumo eléctrico. Entre ellos puedo mencionar el diseño inadecuado de circuitos eléctricos. Se puede tener un circuito creado para la mitad o menos de la carga eléctrica que está soportando ( .. . ). Así, se pierden · energía y dinero por el sobrecalentamiento de los cables, pudiendo ocurrir un cortocircuito.
«En ocasiones se utilizan cables con una cubierta protectora inadecuada o con un calibre incorrecto para la carga que deben soportar, provocando que se sobrecalienten y que ocurran cortocircuitos e incluso un incendio.
«También resultan frecuentes los empalmes (uniones entre conductores) con deficiente calidad, causantes de falsos contactos que ocasionan una importante pérdida de energía por calentamiento. Además de que el metro contador registrará esa pérdida como consumo, los falsos contactos pueden quemar el recubrimiento de los cables, generar cortocircuitos e incendios y afectar los equipos conectados. La inadecuada conexión de luminarias y otros aparatos puede ocasionar accidentes por electrocución, crea un consumo no deseado y acorta la vida útil de estos.
Otros errores habituales son el empleo de tomacorrientes de deficiente construcción y no acordes a las altas cargas a las que se le somete en lugares críticos, como las cocinas; y de clavijas o "machos” no acordes con la carga que impondrá el equipo al cual están conectados. Al desconectar un equipo, muchos tiramos del hilo y poco a poco destruimos la clavija. Ahora que se amplía el uso de regletas, advierte que en ocasiones estas se emplean para serviciara varios equipos cuya demanda es superior a la capacidad de este dispositivo o de su cable de alimentación, constituyendo esa una causa frecuente de cortocircuitos y destrucción de la regleta.
Hay otros problemas que escapan al ojo no entrenado en esta materia y son mencionados, como el empleo «de disyuntores magnetotérmicos (breaker) dé calibración muy superior a la carga eléctrica que debe pasar por sus mecanismos de disparo y el circuito que se debe proteger. De ocurrir un cortocircuito, se queman los cables, la casa y el vecindario, y el breaker ni se entera. En la mayoría de las residencias no existe una protección contra electrocución mediante puesta a tierra de las masas, ya sea general o para un equipamiento determinado ( ... ). Sin embargo, gran cantidad de equipos vienen con espigas o clavijas polarizadas (tres paticas) y se les destruye, una en muchos casos, así como se deja sin conectar el poste polarizado como protección en un tomacorriente.
Concluye el mensaje alertando que en nuestro país no existe una entidad que se dedique al diseño, construcción y reparación de instalaciones eléctricas residenciales, pues la Organización Básica Eléctrica solo llega hasta el metro contador; por lo cual la población acude entonces a particulares para realizar estos trabajos. En dependencia de si se trata de un "empatacables" o un especialista, este solucionará con mayor o menor eficacia el problema, añadiéndole una importante sangría al bolsillo del cliente. «Hacer una instalación eléctrica, adquirir determinado equipamiento o solucionar una avería requieren de un asesoramiento y una ejecución especializados. En ningún caso admiten el empleo de personal no calificado, que le ocasionaría a un problema mayor a corto o largo plazo.
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