Ahorro de energía, a la orden

Desde el 2012, cada 21 de octubre se celebra a nivel mundial el Día del Ahorro de Energía Eléctrica, enfocado, sobre todo, en fomentar la conservación de los recursos naturales y lograr así una mayor eficiencia en el área energética.

En Cuba se lleva a cabo un amplio programa enfocado al uso racional de la energía eléctrica, así como a promover proyectos para el ahorro de la misma. Todo esto se traduce en bienestar y calidad de vida para la población.

En el año 2004 el Sistema Electroenergético Nacional se vio muy afectado al producirse una avería durante un mantenimiento planificado de la termoeléctrica de Guiteras. En ese contexto surge como iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, la llamada Revolución Energética.

Esta se basó en un programa de sustitución de las viejas Centrales termoeléctricas por generadores eléctricos, a fin de disponer de un sistema eléctrico sin fallas y suficiente para la nación, y en la renovación de los viejos equipos electrodomésticos.

Teniendo en cuenta la dimensión de esta tarea, la Asamblea Nacional del Poder Popular toma como acuerdo nombrar el año 2006: “Año de la Revolución energética en Cuba.”

(Postal: Liz Armas Pedraza/Cubahora)

Las medidas implementadas en esta época tuvieron un gran impacto en tres esferas fundamentales: económico, social y energético-ambiental. Además, a partir de la demanda creciente de energía en Cuba, se incentivó el uso de gas, biogas y fuentes renovables como alternativas para la sostenibilidad de la economía del país.

En la actualidad, la biomasa constituye la principal fuente de energía renovable. Su materia prima se genera fundamentalmente del residuo de la industria cañera, es decir, de bagazo de caña. La otra fuente, menos representativa, es la obtenida a partir de la producción de leña. Se estima que el uso de biomasa mitigará un estimado de 2 555 502 toneladas de dióxido de carbono al año.

(Infografía: ebasl.es)

De esta manera, en correspondencia con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 el sector electroenergético se encuentre entre los seis pilares estratégicos capaces de generar un mayor impacto en la economía, especialmente lo referido a las fuentes renovables de energía, como un soporte para la vitalidad del funcionamiento de la economía y la población.

El mes pasado, el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, anunció algunas medidas asociadas al sector electroenergético debido a la baja disponibilidad de petróleo en el país, como consecuencia del bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos a Cuba y que obstaculiza el acceso a hidrocarburos y combustibles, estableciendo sanciones a compañías navieras.

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Gracias a la respuesta del pueblo a las medidas de ahorro impulsadas por el Gobierno cubano, la demanda del sistema eléctrico en el país tuvo una reducción significativa.

De acuerdo con Pavel Angulo Peña, director del Despacho Nacional de Carga de la Unión Eléctrica, entre los días 14 al 22 de septiembre, muestra que, durante el horario del día, contemplado entre las 8:00 a.m. y 5:00 p.m., ha disminuido en 205 megawatts como promedio, un gasto por debajo de lo pronosticado.

Además, durante el horario pico, entre las 6:00 p.m. y las 9:00 p.m., que es donde tiene mayor participación el sector residencial, se logró una reducción de 190 megawatts, añadió el especialista. Estas cifras significan que el país ha dejado de consumir 39 354 megawatts/hora, que equivalen a 8 658 toneladas de combustible, aseguró.

Aunque aún quedan muchas cosas por hacer para lograr un ahorro eficiente de la energía eléctrica, lo cierto es que, en Cuba se vienen dando pasos importantes y fuertes para lograr este objetivo. Por eso: ¡apaga la luz y vamos!