Acordarse de Santa Bárbara y la bicicleta

Cuando solicitaron a este periodista escribir sobre las bicicletas en las actuales situaciones coyunturales causadas por los obstáculos para el arribo de combustible, hacía pocos minutos que releía Bicicleteros publicado el 19 de junio de 2015, y Pasando el Niágara en bicicleta, pero por no tenerla del 10 de febrero de 2017.

Gracias al buscador semántico de la Revista digital cubahora.cu  encontré rápidamente ambos textos que repasé mientras recordaba un incidente ocurrido hacía apenas media hora: Un custodio me dijo que no estaba permitido que encadenara la bicicleta en una reja de la institución que cuidaba.

Fue inútil que le argumentara que lo hacía para garantizar que se la robaran, pero reaccionó cuando le señale hacia una multitud que esperaba algún medio de transporte, y dije: “si la mayoría tuviera una bicicleta no estaría esa Parada tan repleta, aunque si anduvieran en bicicleta tampoco tendrían dónde parquearla porque si nadie nos deja ponerle una cadena con candado en ninguna parte…”

Entonces aceptó: “Es verdad, amigo, yo no llegué a tiempo al trabajo porque no tengo bicicleta, o mejor dicho: sí tengo, pero está rota y cuesta tanto arreglarla que no me alcanza el dinero, pero si lo tuviera, creo que tampoco hay la pieza. Póngala ahí mismo, amarre ahí su chivo que los cubanos estamos para ayudarnos y no para crearnos más problemas de los que ya tenemos.”

La chiva, el chivo o bicicleta, coloquialmente llamada también ciclo, bici o bicla y seguramente tiene otras denominaciones según la región o país, llegó a la cifra de un millón y 700 mil compradas en el mercado internacional, sobre todo en China, en los duros años del llamado Período Especial en la década de los 90 del siglo pasado.

No hubiera habido que comprar tantas en el exterior si la entonces llamada Fábrica de Bicicletas se hubiera mantenido haciendo ciclos desde que fue fundada por el Che Guevara el 19 de julio de 1964 con el nombre de “Heriberto Mederos”, en la parte norte de Villa Clara, en el municipio de Caibarién.

Llegó un momento en el cual muchos decían: la Fábrica de Bicicletas que hace muebles clínicos, porque los sillones de rueda y otros renglones habían desplazado por completo a las bicicletas.

Pero en los 90 tronó, hubo que acordarse de Santa Bárbara y rescatar la producción de bicicletas, que posteriormente volvió a ser sustituida por sillones de rueda y muebles clínicos hasta nuestros días.

Otra fábrica villaclareña, la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (INPUD) fundada por el entonces ministro de Industrias Ernesto Che Guevara el 24 de julio de 1964 también introdujo la producción de bicicletas al colapsar su actividad fundamental en los inicios del Período Especial.

Tan pronto pudo reactivarse y elaborar nuevos renglones, los ciclos dejaron de ser fabricados, aunque fue relevada por la Empresa Industrial Ángel Villarreal Bravo, también en Santa Clara y más conocida como Ciclos Minerva, que está incorporada a producir bicicletas eléctricas y mecánicas.

EN AUGE SIN CRISIS

Aunque quizás alguien se atreva a decir lo contrario, lo cierto es que hemos recurrido a la bicicleta en las mismas circunstancias en que nos hemos acordado de Santa Bárbara, cuando caen truenos, es decir, al dificultarse el combustible y por tanto la transportación de pasajeros.

Al preguntar en Facebook ¿Se acuerdan de cuánto se hablaba y hablaba de generalizar el uso de la bicicleta? ¿Han visto cómo no fuimos sistemáticos para incrementar ese artefacto a pesar de que la aceptación fue creciendo?, la colega Lídice Valenzuela considera que “Son pocos los citadinos que usan la bicicleta como un medio normal de transporte. Los europeos andan en bici por el placer de pedalear, ahorrar gasolina, estar más saludables. Claro, allá no hay el sol de aquí, ni el calor, ni los conductores locos. Defiendo la bicicleta a ultranza, pero chino, si los accidentes están como están, imagínate si uno es la carrocería.

A Lídice, una observación: según las estadísticas, es rara la participación de ciclistas en los actuales accidentes en Cuba, pero debiera volverse a pensar y establecer carriles especiales para las bicicletas, así como tener en cuenta su presencia en la circulación vial tanto por zonas urbanas como rurales.

Además, no verlas como un estorbo, sino pensar en ellas como parte integrante del sistema público de transportación de pasajeros, y crear condiciones para parquearlas.

Otra colega, Bolivia Tamara Cruz Martínez se refiere a las largas distancias para mujeres ya tembitas. Dice: “Vivo a casi 8 km del trabajo. Y 16 km diarios, tienen la cara feita...”

A Bolivia: tienes razón, pero también hay casos en los que viven a menos distancias, y otros que pueden pedalear hasta más kilómetros sin dificultad.

Sin dudas, nadie niega las ventajas que tendría un masivo uso de los ciclos en Cuba para recorrer cortas distancias que hoy son cubiertas deficitariamente con vehículos automotores o de tracción animal, pero tampoco se trata de establecer la obligatoriedad de usarla, ni implantarlo como único medio de traslado.

La bicicleta vista como medio de transporte es sostenible y económico, pero como vehículo de ocio es sano, ecológico y se estima que en el mundo hay cerca de mil millones, lo cual equivaldría a que existe una por cada 7 habitantes.

No han pasado por un Período Especial ni tampoco por situaciones energéticas coyunturales a la manera actual en Cuba, sin embargo suelen ser muy abundantes en naciones como Suiza, Alemania, Países Bajos o algunas zonas de Polonia y los países escandinavos.

Los ciclos fueron muy populares en las décadas de los 50 y 70 del siglo XX, y actualmente experimentan otro auge en el mundo con modelos ajustados a las necesidades, y hasta dotados con motores eléctricos o de combustión, y plegables.

En dependencia de múltiples factores, la velocidad varía, pero como promedio supera cuatro veces a una persona caminando, por lo cual Faustino Núñez Ruiz comenta en Facebook que es una buena opción y seguidamente agrega el pero: sus componentes son imposibles de adquirir a los precios de candonga.

Tal y como comentó el custodio que prohibía encadenar la bicicleta en una reja, con lo que se paga hoy un par de pedales, años atrás se compraba una bicicleta. Y como parte del sistema de transporte público, deben tener una infraestructura para garantizarles mantenimiento y reparación.

Si en otras latitudes la bicicleta cobra auge por ser considerado un auténtico medio de transporte ecológico, saludable y económico, en nuestras condiciones concretas se le pueden agregar más ventajas, por lo cual no hay por qué esperar momentos de crisis para acordarnos de ella.

Afirman que el uso diario de la bicicleta reduce los niveles de colesterol, minimiza el estrés y mejora el ánimo, combate la obesidad, reduce el riesgo de infarto o problemas cerebrovasculares, tonifica los músculos; y mejora la coordinación motriz, el sistema respiratorio y cardiaco.

DIA MUNDIAL DE LA BICICLETA

La bicicleta fue inventada para quedarse siempre como parte del sistema usado en la humanidad para trasladarse. (Foto: Tomada de 30diasenbici.com).

En abril de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta para animar a los Estados a prestar atención especial a la bicicleta en las estrategias de desarrollo intersectorial y que las incluyan en las políticas y programas de desarrollo.

También invita a los Estados Miembros de la ONU a mejorar la seguridad vial e integrarla en la planificación y diseño de infraestructuras sostenibles de movilidad y transporte, en particular mediante políticas y medidas para proteger y promover la seguridad peatonal y la movilidad en bicicleta.

La ONU explica que es un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud; que la bici puede servir como instrumento para el desarrollo, no solo como medio de transporte, sino también al facilitar el acceso a la educación, la atención de la salud y el deporte; que la relación entre la bicicleta y su usuario fomenta la creatividad y la participación social; asimismo, permite al ciclista conocer de primera mano el entorno local; y que es un símbolo del transporte sostenible y transmite un mensaje positivo para fomentar el consumo y la producción sostenibles; además, repercute beneficiosamente en el clima.

LA BICICLETA EN CUBA

La bicicleta no es una solución transitoria para enfrentar crisis del transporte público a cortas distancias, sino un medio universal que fue inventado para quedarse siempre como parte del sistema usado en la humanidad para trasladarse.