En el Museo Fragua Martiana hasta el menor detalle inspira respeto, ternura, patriotismo y deviene homenaje eterno de los cubanos a quien, en traje de preso con el número 13 y atado a un grillete, sentenció: “El orgullo con que agito estas cadenas valdrá más que todas mis glorias futuras…”
La institución, que el próximo 28 de enero cumplirá 60 años, acaba de recibir la distinción Pensar es servir, que otorga el Centro de Estudios Martianos a personalidades e instituciones destacadas en la promoción de la vida, la obra y el pensamiento de José Martí.
David Hernández Duany, director del Museo, al agradecer en nombre de su colectivo la distinción expresó que esta constituye una razón más “en función de cumplir la honrosa tarea de promover el ideario martiano y convertir la institución en símbolo de nuestra Patria”.
Duany reconoció a los cientos de personas que dedicaron sus esfuerzos a lograr que en el lugar donde el joven José Martí realizó trabajos forzados durante su estadía en el presidio en 1870, se levantara un museo dedicado a su figura.
La última piedra de las canteras de San Lázaro, rememoró, se convirtió Rincón Martiano cuando, en 1938, un grupo de estudiosos de la vida y obra del Héroe Nacional encabezados por Gonzalo de Quesada y Miranda, hijo de Gonzalo de Quesada y Aróstegui, discípulo de Martí, comenzó las investigaciones sobre la ubicación exacta del sitio donde éste trabajó como castigo.
Entonces hicieron un llamado a la nación para conservar parte de dichas canteras y convertirlas en un lugar de homenaje al Apóstol, hasta que, el 28 de enero de 1952, se inauguró el Museo Fragua Martiana.
Muchas manifestaciones estudiantiles llegaron hasta allí, a la intersección de las calles Príncipe y Hospital, del hoy municipio de Centro Habana. En una de ellas, el 6 de abril de 1952, fue enterrada la Constitución de 1940, ante el ultraje que significó para sus postulados el golpe de Estado del 10 de marzo de ese mismo año. En otra, el 27 de enero de 1953, víspera del centenario de Martí, tuvo lugar la primera Marcha de las Antorchas, encabezada por Fidel Castro.
LA FRAGUA POR DENTRO
El Museo —refiere su director— es Monumento Nacional, adscrito a la Universidad de La Habana. “Su labor de extensión universitaria se materializa en acciones cotidianas a través del estudio y divulgación del pensamiento martiano en aras de cumplir con la misión de sedimentar valores patrióticos y morales en las nuevas generaciones”.
Como parte del Comité de Instituciones Martianas desarrolla actividades de investigación, estudio y divulgación del pensamiento martiano, conferencias sobre Historia de Cuba, y concursos, talleres y festivales en su relación con la comunidad del Consejo Popular de Cayo Hueso.
El revólver usado por Martí, la almohadilla de olor regalada por María García Granado (La niña de Guatemala) y el buró utilizado en Nueva York, son algunos de los objetos en exhibición, a los que se añade la bandera cubana que ondeó en el Pico Turquino cuando un grupo de martianos, entre los que se encontraba la heroína Celia Sánchez, colocaron allí una efigie del Apóstol idéntica a la que hoy atesora la Fragua.
La Zaida
8/2/14 16:15
Felicitaciones al pueblo cubano, tan noble, tan patriota, honor a Cuba y sus habitantes!
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