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domingo, 17 de noviembre de 2024

¿Vestir “hecho a mano”?

Una ojeada a las complejidades en la producción y comercialización de textiles propone FIART 2016...

Iris Leydi Madera Iglesias en Exclusivo 16/12/2016
2 comentarios
Fiart 2016
Eventos como FIART, la Semana de la Moda, y otros encuentros efectuados en las provincias devienen oportunidad para mostrar el quehacer de nuestros creadores textiles.

¿Existe en Cuba realmente una cultura del buen vestir? ¿Reflejamos en la ropa la esencia nuestra la nación? Un nuevo diciembre ―sin mucho frío― y La Habana se mueve al son de estas interrogantes.  Es el revuelo que armoniza las instalaciones de Pabexpo, sede de la Feria Internacional de Artesanía, FIART 2016, ahora dedicada a la provincia de Cienfuegos y a los textiles como manifestación.

Justamente desde la Perla del Sur, la sonrisa de Lourdes María Trigo Bermúdez, desborda elegancia, cualidad comparable a su ingenio y talento. Enamorada de los adornos con bieses como técnica, nos muestra la colección que ha traído esta vez: vestidos de noche, en su mayoría de chiffon, para varias edades y estilos. “Los bieses pueden usarse como aplicación o en una pieza entera. La idea es rescatar las labores tradicionales e incorporarlas al diseño actual”, afirma.

Hermosas las obras de esta mujer, quien desde hace 30 años comenzó a diseñar y hoy es miembro de la filial de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas en su provincia. Merecedora del Premio por la Obra de la Vida en la presente edición de FIART, exhibe en su stand ropa para gran vestir u ocasiones formales con modelos donde predomina la funcionalidad.

Sin embargo, más allá de lo que se presenta y comercializa en la feria, cuesta ver en la cotidianidad atuendos como estos. Casi todos lucimos tejidos industriales, donde prima lo repetitivo, a tono con tendencias para nada afines con la idiosincrasia nacional.

“El cubano en la actualidad está permeado del vestir foráneo, de ropa con mucho letrero, brillos... Se ha ido perdiendo el gusto estético por el vestir. No es lo mismo una pieza de algodón o lino, propia para nuestro clima, hecha por un diseñador nuestro, con un trabajo manual incluido, que un pulóver industrial con letreros dorados, pero es lo que más fácil se comercializa, resulta barato para el consumo,” opina Lourdes.

“El fenómeno responde básicamente a un problema de economía. A muchos les gustaría vestirse con trajes hechos a mano y otras piezas de diseño. Pero ese tipo de trabajo se encarece por el esfuerzo que lleva”.

Como toda manufactura, en cualquier lugar del mundo, la labor artesanal constituye un área compleja, sobre todo cuando se trata de confecciones de esta índole. En el caso nuestro, no basta el ingenio de los diseñadores, sino de contar con los medios de producción necesarios.

 Al respecto, la entrevistada comenta: “Cuba no es productora de telas, depende las importaciones, por tanto se hecho bastante difícil en los últimos tiempos. No contamos con las materias primas y cuando aparecen no tienen las tarifas idóneas. Si tuviéramos la posibilidad de bajar un poco los precios, sobre todo por concepto de materias primas, los productores tuviéramos mayores éxitos en el mercado nacional.

“Las dificultades se afianzan cuando pretendemos acercar a nuestro país a las nuevas tendencias, pues es un monopolio internacional que dispone lo que se va a usar y lo que hacemos los diseñadores de acá es adaptarlas al contexto. Pero sin recursos, se torna bien difícil”.

Eventos como FIART, la Semana de la Moda, y otros encuentros efectuados en las provincias devienen oportunidad para mostrar el quehacer de nuestros creadores textiles, sin embargo, falta aún por lograr en cuanto a promoción e instrucción de los públicos a la hora de apreciar el valor de tal actividad:

“La población está ávida de este tipo de sucesos culturales y, por otro lado, no todos los diseñadores tienen espacio para mostrar y comercializar su trabajo.  Algunos están en las ferias artesanales o tienen alguna tienda alquilada, pero no es la mayoría. También hay que hacer énfasis en los medios de comunicación y es algo que a veces se pierde, se hace esporádicamente”.

Matizan estos claroscuros el quehacer de la artesanía textil  en el país, lo que se revierte también en las maneras de consumo en los destinatarios, en tanto, Lourdes Trigo tiene absoluta confianza en el progreso, que ha de ser tarea colectiva, a fin de potenciar  prendas  representativas de lo que en realidad somos.


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Iris Leydi Madera Iglesias

Se han publicado 2 comentarios


Sady
 25/1/17 10:40

Iris si los artesanos no fueran tan caros muchos no usariamos los brillo y los letreros, me encanta la ropa de la feria perooooo,  mima está caliente caliente, yo se que ellos lo compran todo en tiendas de divisa pero con esa filosofía se les va la mano, soy graduada de contabilidad y se los precios de las telas y saco mis conclusiones con un producto textil terminado y te digo NO HAY QUE EXAGERAR ahorita la ropa y los zapatos de los artesanos le ganan a los carros, por eso consuminos  la pacotilla de brillos y carteles

senelio ceballos
 17/12/16 5:45

Saludos IRIS!!..Cuando nuestros funcionarios de las aduanas....TOMARON MEDIDAS DE IMPORTAR  ropas paea la comercializacion desde paises vecinos...Yo pense..OK!! BRAVO!!..ahora deben abrir las puertas para que importen  telas, hilos ,agujas, etc..para crear nuestras propias camisas y vestidos..Pero  ya llevo esperando eso hace  casi 10 annos y NADA...Es hora de tomar esa medida para que nuestras ..STILISTAS, DISENNADORES, MASTER del vestir se desarrollen..Basta DE LETREROS EN LENGUAS EXTRANJERAS..CARAY

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