Desde la lomita

Para una novena beisbolera de tanta tradición como la vueltabajera, el parque Capitán San Luis se ha quedado pequeño en más de una ocasión. Gradas a reventar, pasillos incluidos, han obligado a la afición a buscar espacios alternativos al estilo de “la lomita” detrás del bosque izquierdo, punto de encuentro de cientos de aficionados ávidos de disfrutar los desafíos.

Según me cuentan, pocos pinareños amantes del deporte de las bolas y los strikes no han pasado una tarde o una noche en ese espacio, donde han celebrado campeonatos y han vivido una que otra decepción, soportando el sol, el sereno, el frío y la lluvia.

“Venir aquí es parte del ritual beisbolero de nuestra provincia”, aseguró a Granma Félix Martínez, apostado con sillas y sombrillas desde el mediodía para presenciar el duelo entre Matanzas y Pinar del Río en el inicio de la 54 Serie Nacional, que descorrió sus cortinas en la jornada dominical con la habitual ceremonia de inauguración, presidida por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros.

Desde “la lomita”, la vista es excepcional. Se divisa todo el parque y los movimientos de los peloteros pueden distinguirse con mayor claridad. Aunque cuesta mucho captar los sonidos del terreno, cuestión lógica por estar a más de 100 metros de distancia, es difícil perderse algún detalle en semejante lejanía.

No por gusto tantas personas vienen a este lugar, donde el espectáculo es inmejorable, incluso, cuando pierde Pinar del Río. Así lo pude constatar en el pleito inaugural de la 54 Serie, ganado por los Cocodrilos matanceros con excelente labor monticular de Yoanni Yera, quien completó siete entradas de altura, muestra de su evolución tras varias temporadas en busca de la consolidación.

El zurdo yumurino maniató a la tanda pinareña con un gran control y una recta potente que da la impresión de ganar millas, gracias a su mejoría considerable en la combinación con bolas rompientes. Este detalle lo ha catapultado como el líder indiscutible de la rotación de Víctor Mesa, quien confirmó que Jonder Martínez estará como abridor y en rol de relevo.

Yera tuvo, además, el apoyo ofensivo de los suyos, que tomaron temprana ventaja por impulsadas de Guillermo Heredia, Dainier Moreira y Yurisbel Gracial, el mejor bateador del partido con par de dobles y dos remolques, los mismos que Ariel Sánchez, el único que despachó tres inatrapables.

La mayoría de este gasto ofensivo llegó contra los envíos del diestro Yosvani Torres, quien permitió siete jits en dos entradas de labor, inefectivo y sin el habitual dominio de la zona que lo encumbró el pasado año como el mejor lanzador del campeonato.

En el pleito hubo de todo, desde la reclamación a una jugada en el video, cuya revisión tardó cerca de cuatro minutos, hasta una innecesaria riña entre los peloteros de ambos equipos, provocada por la actitud antideportiva del receptor pinareño Olber Peña y los matanceros Yadiel Hernández y Ariel Sánchez, los dos primeros expulsados luego de un encontronazo sin razón en el plato.

Incluso, desde “la lomita” todos vieron un panorama que no se debe repetir en el transcurso de la Serie, pues ya el año anterior la violencia causó estragos y terminó con jugadores sancionados y otros lesionados con cierta gravedad, aspectos que deslucieron el mayor espectáculo deportivo del país.