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domingo, 17 de noviembre de 2024

Ratero energético

El presidente de los norteamericanos también es dado al hurto a escala global...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 23/01/2020
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Tropas gringas en Siria
Las tropas gringas en Siria actúan como rateros a las órdenes de otros rateros, pero de aquellos que visten el traje de gobernante.

Mientras por estos días Donald Trump insiste en la ciudad suiza de Davos en “lo bien que marcha la economía estadounidense” y desbarra contra los que se alarman por el cambio climático, en Siria sus “muchachos” de las fuerzas Armadas se dedican al robo abierto y descarado del petróleo de aquella agredida nación árabe.

En cuanto a lo primero -aquello de la bonanza gringa- el jefe de la Oficina Oval debiera revisar, por ejemplo, los recientes informes de instituciones bancarias internacionales y los criterios de los productores y consumidores norteamericanos, sobre los resultados caóticos que para los propios Estados Unidos implica su guerra arancelaria con China.

En torno a lo del clima, bien le haría posar su augusta vista en las aterradoras consecuencias de los masivos incendios forestales de los últimos tiempos en Australia, o en la cadena de terremotos que han martillado Puerto Rico, el obligado “Estado Libre Asociado” de la primera potencia capitalista en el Caribe, episodios sin dudas ligados al desbarajuste ambiental que el mandatario gringo quiere negar.

Pero un “tipo duro” como el “mister president” no pierde su tiempo en nimiedades, incluido el proceso de impeachment iniciado este día 22 en el Congreso, y del que espera escapar con la ayuda de sus correligionarios republicanos.

En su gusto, eso sí, solo priman los asuntos “densos” como el crudo que se esconde a montones bajo las arenas de Siria e Iraq, el cual, reitera una y otra vez, dice tener bajo su control y la “custodia” de las tropas norteamericanas ilegalmente aposentadas en ambos países.

En consecuencia, el multimillonario devenido inquilino de la Casa  Blanca asegura que tiene virtuales poderes de conquista sobre los energéticos mesorientales, e invoca defenderlos de los terroristas que el mismo Washington ha desparramado sobre el área a lo largo de los últimos decenios, así como “reivindica” su “amistad” con los kurdos residentes en áreas petrolíferas sirias, a los que abandonó cuando tropas turcas irrumpieron meses atrás en dichos territorios.

La ilegal apropiación del petróleo ajeno mediante el despliegue  no menos ilegal de tropas gringas en naciones también ajenas, parece la fórmula trumpista de emular con los colonos anglosajones que barrieron a sangre y fuego a los pueblos originarios de América del Norte, para fundar sobre sus huesos la nación de los “bravos y los justos.”

Lo cierto es, según informan medios de prensa, que cada barril de petróleo robado a Siria se vende de contrabando en 38 dólares, por lo que los ingresos mensuales de este "negocio de Trump" superan los 30 millones de dólares.

Desde luego, se trata de un robo que no pasa inadvertido para la opinión pública internacional, que por diversas vías no ha dudado en calificar de “contumaz ratero” al irascible presidente de los norteamericanos.

Tampoco para las fuerzas armadas de Siria, que más de una vez han frenado el avance de militares estadounidenses sobre los campos petroleros obligándolos a retirarse, o para muchos de los legisladores iraquíes, que han solicitado al gobierno local que impulse la salida definitiva de los contingentes militares yanquis que durante más de decenio y medio hacen y deshacen en un espacio geográfico que no les pertenece.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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