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martes, 5 de noviembre de 2024

Derecha imperial insiste en torcer el brazo a Venezuela

La escalada en los ataques de la derecha imperial, con Estados Unidos a la cabeza, contra el legítimo proceso político venezolano continúa según se acercan las elecciones legislativas del 6 de diciembre...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 14/11/2015
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La derecha imperial encabezada por Estados Unidos, uno de los connotados enemigos de la Revolución Bolivariana, continúa con su escalada aventurera contra Venezuela según se acercan los comicios legislativos del 6 de diciembre, en la que ponen sus esperanzas para luego, si obtuviesen la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional, darle un golpe de estado desde esa instancia al presidente Nicolás Maduro.

Ese parece ser el plan derechista: sacar a Maduro por la fuerza mediante una acción legislativa como ya hicieron en Honduras, Paraguay y ahora intentan en Brasil contra la mandataria Dilma Rousseff. El pretexto no importa: lo inventan.

Este es uno de los peligros que entrañaría que la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganara el próximo día 6 la mayoría de los 165 puestos de la Asamblea Nacional de carácter unicameral. En la actualidad, el oficialista Gran Polo Patriótico (GPP) ocupa esa posición, lo que permitió a la Asamblea dictaminar una Ley Habilitante a favor del Dignatario para gobernar con mayor amplitud sin la coyunda de la oposición parlamentaria.

Estos días previos a los comicios, el GPP realiza una poderosa movilización de sus fuerzas (encabezadas por el Partido Socialista Unido de Venezuela) en los barrios, visitando casa por casa, y comprometiendo a cada uno de sus miembros a invitar a las urnas a por lo menos 10 ciudadanos el llamado Día Cero. Son 19 millones de ciudadanos los convocados a esta batalla en las urnas.

El GPP ya realizó un ensayo general de estas elecciones la pasada semana y lo hará de nuevo el próximo domingo. Sin embargo, voces discordantes atacan la transparencia de los futuros comicios, como hizo hace pocos días el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, al parecer un absoluto desconocedor de los mecanismos técnicos y manuales inviolables de esa acción democrática y la experiencia previa de Venezuela en 19 comicios anteriores desde 1999 cuando asumió el fallecido presidente Hugo Chávez Frías.

PRÁCTICAS VIEJAS DE LA DERECHA IMPERIAL

 

Las fuerzas de la derecha imperial –las internas de Venezuela y las del exterior, como los exjefes de gobierno Álvaro Uribe (Colombia)y José María Aznar (España), y el líder de la socialdemocracia Aécio Neves (Brasil), y Estados Unidos- temen a un nuevo fracaso de la MUD y tratan de crear una matriz de mentiras sobre un eventual fraude en las elecciones, las que según el expresidente norteamericano James Carter “son las más seguras del mundo”, lo que comprobó personalmente como observador de una de esas acciones.

Para tratar de evitar el fracaso, los peones políticos de la derecha realizan desde hace un año  (aunque siempre están urdiendo mecanismos para derrumbar el proceso revolucionario, con sus conocidos fracasos) un plan estudiado con nuevos escenarios de violencia que podrían llevar –siguiendo los patrones del imperialismo- a una intervención armada del Pentágono en un territorio de paz por supuesta ingobernabilidad del país y en defensa de los derechos humanos.

No puede olvidarse que el presidente Barak Obama dictó una Orden Ejecutiva el pasado 9 de marzo -en lo que constituyó un resbalón e ignorancia absoluta- en la cual declaró a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional de Estados Unidos. Hasta algunos presidentes y personalidades latinoamericanas creyeron se trataba de una broma del Mandatario de la mayor potencia militar del planeta. Sin embargo, el documento  está vigente y es una puerta abierta a un ataque castrense.

Washington no esconde sus intenciones contra la Revolución Bolivariana, y una muestra de ello ocurrió a principios de este mes. El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, denunció el pasado día 8 la incursión en el espacio aéreo venezolano de un avión de inteligencia de la Guardia Costera de Estados Unidos, en violación de normas internacionales.

El avión del tipo Dash-8, con radares con capacidad para la exploración radioelectrónica despegó desde la base aérea de Hato, en Curazao, y, según el Ministro y  jefe del Comando Estratégico Operacional, la tripulación de esa nave realizó monitoreos en el archipiélago caribeño de Los Monjes, espacio territorial de Venezuela.

Incumpliendo las normas internacionales establecidas, el Dash-8 no informó de su desplazamiento a la torre de control del aeropuerto internacional Simón Bolívar, de Maiquetía, quizás buscando también una respuesta contundente de la aviación bolivariana para armar un incidente internacional.

No es la primera vez que la aviación de los “pitiyanquis” –como llamaba Chávez a los imperialistas-, viola el cielo venezolano en una grave intimidación contra una nación soberana con la pretensión de atemorizar a la población. Lo hicieron también  en abril de 2002, en 2008 y en 2010, con las recurrentes denuncias del gobierno venezolano en foros internacionales.

El ministro de Defensa de Venezuela alertó que al ilegal sobrevuelo se unen desplazamientos de otros aviones estadounidenses hacia Curazao, del  tipo RC-135 Combat y el Boeing C-17 Globemaster, para transportación estratégica de tropas, paracaidistas y equipos varios.

Para confirmar públicamente los planes hostiles de la Casa Blanca, el  jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el General  John Kelly, afirmó en entrevista a la cadena televisiva CNN –reconocida enemiga del proceso bolivariano -  que todos los días rezaba por Venezuela y se mantenía preocupado por el país suramericano, por su economía a punto de implosión y que podría encarar una crisis humanitaria que ameritase una ayuda de emergencia (leáse intervención) por parte de su país.

Las amenazantes palabras de Kelly  fueron muy claras y una orden a la contrarrevolución: creación de un ambiente de caos y violencia interna, complicidad para declarar fraudulentas las elecciones por los medios de comunicación derechistas, seguida de una intervención militar del país que posee 82 bases en América Latina y El Caribe. La luz verde a sus peones internos la dio en los estudios de la CNN.

Ante la provocación, que podría convertirse en una desacertada realidad para la Casa Blanca, Maduro afirmó que la violación del espacio aéreo nacional sería denunciado ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (Celac), a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y Naciones Unidas.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el Comando Estratégico Operacional y el Estado Mayor conjunto, dijo el Mandatario, están en alerta las 24 horas del día, resguardando el espacio aéreo, nuestro territorio y la integridad de Venezuela.

DENUNCIAS DE DIOSDADO CABELLO

 

La contrarrevolución venezolana sabe, por experiencias previas, que a pesar de la guerra que en distintos escenarios libra contra la Revolución Venezolana, le será difícil ganar los comicios legislativos del próximo mes, al que están convocados 19 millones de ciudadanos.

Fracasaron en el golpe contra Chávez en abril de 2002, en el paro petrolero 2002-2003, en el referendo revocatorio de 2004. Ese año las fuerzas de seguridad frustraron un plan terrorista y magnicida contra Chávez, a la vez que fueron capturados cerca de 200 paramilitares colombianos en la finca Daktari. También fueron derrotados en las sucesivas 19 elecciones a los diferentes cargos de poder del Estado, luego en el 2013 con la derrota electoral del líder de la MUD Henrique Capriles Radonsky.

También sufrieron un revés cuando Capriles llamó a salir a las calles para desestabilizar al gobierno,  y luego en el 2014  con el plan denominado “la salida” (de Maduro) que pretendió convulsionar las calles del país para motivar un golpe de Estado y la injerencia militar norteamericana.

Ahora, Venezuela es blanco de ataques que pudieran considerarse perversos, con las distintas tipos de guerra que se libran en la actualidad: la económica, la psicológica, la intervencionista, la terrorista. A pesar de los grandes recursos de la derecha, la Revolución no solo se mantiene en pie en un escenario económico poco favorable, sino que continúa sus programas de distinto corte y su ayuda solidaria a otras naciones.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, también se unió este martes a las revelaciones gubernamentales sobre los planes que la derecha promueve y alerta acerca de la creación de escenarios violentos durante los venideros comicios para culpar a los revolucionarios.

Cabello planteó en su programa Con el mazo dando, que esa es una de las estrategias con que la oposición piensa escudarse para desconocer los resultados del escrutinio, si como, se calcula, es derrotada en la consulta. Uno de los pasos de la oposición y sus acólitos es el despliegue de motociclistas y grupos armados que atacarían a la población para que sean confundidos con los transportistas profesionales.

La idea es que los contrarrevolucionarios disparen sus armas ese día para responsabilizar a la izquierda y los simpatizantes de la Revolución con los tiroteos y eventuales víctimas civiles.

El líder parlamentario afirmó que, por el contrario, los transportistas habituales (motos y mototaxis) que trabajan en las calles venezolanas se comprometieron al traslado de votantes hacia los colegios electorales, según dijeron sus representantes ante la estatal Venezolana de Televisión.

Mientras, comenzó este jueves en Venezuela el  operativo Navidad Segura para evitar los episodios de violencia ante la cercanía de las elecciones y las celebraciones de fin de año.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Manuel Pérez, afirmó que hasta el próximo 11 de enero estará activado  el dispositivo en el que participan la Policía Nacional Bolivariana, cuerpos policiales estaduales y municipales, la Guardia Nacional Bolivariana, el Cuerpo de Bomberos, Protección Civil y otros organismos del Estado vinculados a las áreas de resguardo y recreación, indicó un despacho de Prensa Latina.

En Venezuela, las cartas están sobre la mesa. Los ojos de América Latina están puestos en Argentina y Venezuela, donde el imperialismo y sus aliados intentan restaurar el neoliberalismo por medio de dos elecciones diferentes, pero enfocadas a la preservación de procesos progresistas, y no a la reversión política derechista que golpearía a la región.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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