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sábado, 16 de noviembre de 2024

De tres, tres: elecciones en Uruguay

El izquierdista Frente Amplio aspira a ganar por tercera vez consecutiva las elecciones presidenciales del próximo 26 de octubre...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 18/09/2014
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Uruguay es un pequeño país de Suramérica, con apenas 3,3 millones de habitantes, pero que ha estado en el epicentro de las noticias por su bonanza económica y algunas medidas adoptadas por su presidente, José “Pepe” Mujica, a quienes muchos políticos llaman El Sabio, por su manera elocuente, sincera y culta de decir las verdades en los foros internacionales.

También, porque bajo el gobierno de este ex guerrillero tupamaro que durante el régimen militar estuvo preso en un aljibe 15 años —hoy tiene 78 de edad—, Uruguay devino el primer país del mundo en regular el mercado de la marihuana, aprobó el matrimonio de homosexuales y ratificó en referendo la ley que despenaliza el aborto.  

Pocos se refieren, empero, a los éxitos del gobierno de Mujica en otros renglones de la vida económica y social de la nación: durante el 2013 la economía creció a un ritmo de 4,5 por ciento, impulsada por el consumo interno, la inversión pública y, en menor medida, la inversión privada; por el contrario, el mayor impacto negativo volvió a llegar del exterior debido a las dificultades de las economías de Estados Unidos y Europa.

El actual ejecutivo aprobó, en lo referido a política fiscal, el Impuesto al Patrimonio, que sustituyó al Impuesto a la Concentración de Inmuebles rurales, declarado inconstitucional.

En junio de 2013, el Comité de Política Monetaria (COPOM) anunció una serie de medidas, que incluían el rango de tolerancia de la meta de inflación a un dos por ciento (de un rango entre el cuatro y el seis por ciento, a uno entre tres y siete por ciento) en julio de 2014.

Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) las exportaciones de bienes y servicios desde enero a octubre alcanzó los 7.858 millones de dólares, para un crecimiento de un 5,4 por ciento..

A este volumen contribuyeron el suministro de electricidad, gas y agua; el transporte, almacenamiento y comunicaciones; servicios y comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles.

PRINCIPALES ACTIVIDADES MOSTRARON CRECIMIENTO

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que se basa en cifras oficiales, hubo un aumento de las exportaciones de diferentes tipos de granos (la soja en primer lugar) y la venta de carne bovina. Respecto a las importaciones —sin incluir el petróleo—, el acumulado llegó a los siete mil 884 millones de dólares, con un alza de un 11,9 por ciento.

El desempleo está en torno al siete por ciento este año en Montevideo, la capital, mientras en las zonas rurales es de 6,9 por ciento. La tasa de empleo descendió de 59,7 por ciento a 59,3 por ciento, lo que demuestra dinamismo, según los especialistas.

Hay otros indicadores que tomar en consideración y que podrían variar este 2014, si se consideran los vaivenes de la economía internacional, pero las cifras sugieren que Uruguay disfruta de una bonanza en la última década. El gobierno de José “Pepe” Mujica tiene la aprobación del 52 por ciento de la población, mientras el 28 por ciento lo desaprueba.

Este es el entorno que acompaña a Tabaré Vázquez, quien a pesar de que terminó su gestión con un 75 por ciento de apoyo popular, ahora se mantiene en un 40 por ciento de las intenciones de voto, achacables, informan algunos periódicos, a que 250 mil votantes jóvenes  piden cambios acelerados en la educación y la seguridad pública.

Sin embargo, no hay que olvidar que una de las tendencias de los medios que responden a los partidos opositores es informar cifras inexistentes contra los candidatos de izquierda, como ocurre ahora en Brasil, donde se han lanzado contra Dilma Rousseff, para favorecer a su rival socialista Marina Silva.

Vázquez, en su primer mandato (2004-2009), rompió el esquema bipartidista existente en Uruguay durante un siglo, en el que se alternaron en el poder el Partido Colorado y el Partido Nacional (llamado Blanco).

A pesar de las bondades que el Frente Amplio trajo a las familias uruguayas —incluso el gobierno entregó gratis una tablet a los escolares para uso personal; el servicio de salud se expandió a todos los ciudades, se realizaron gratuitamente miles de operaciones de la vista mediante la Operación Milagro—, los opositores colorados y blancos trabajan para que haya una segunda vuelta electoral.

Oncólogo de profesión, Vázquez debe escuchar las realidades que son diferentes a las de 2005, pues ahora, por ejemplo, la Administración Nacional de Educación Pública informó que en el ciclo básico de secundaria entre 2004 y 2012 el nivel de repetición nacional es de 32,3 por ciento, mientras que en Montevideo la cifra es del 40,8 por ciento.

También la seguridad pública es otro tema de campaña. Aunque organismos internacionales califican a Uruguay de “país seguro” el fenómeno de los robos domiciliarios mantiene preocupada a la población, que posee una percepción negativa del estado actual de la seguridad pública.

La senadora del Frente Amplio y primera dama de Uruguay, Lucía Topolansky, indicó que el 40 por ciento concedido a Tabaré causó un “susto” que “le aclaró la cabeza al militante” convencido de que las elecciones ya están ganadas.

El Partido Nacional (PN) llegaría al 30 por ciento; el Partido Colorado (PC), 13 por ciento; el Partido Independiente (PI), tres por ciento; y Unidad Popular (UP), con un uno por ciento, según las encuestadoras.

“Para que efectivamente se pueda producir un cambio es necesario que el propio Frente Amplio, los líderes sectoriales y la fórmula presidencial también logren transmitir a la militancia la necesidad de elevar el por ciento de votos favorables”, advirtió el director del instituto Factum, Eduardo Bottinelli.

Sin embargo, para la directora de la encuestadora Cifra, Adriana Raga, “los políticos tienden a sobredimensionar la importancia que tienen las encuestas en el electorado” cuando en realidad “tienen muy escaso peso” y es “muy difícil” que logren cambiar una elección.

El 26 de octubre será, por tanto, un día crucial para la política interna uruguaya. Buena oportunidad para que la dupla Tabaré Vázquez-Raúl Sendic, el ex jefe tupamaro, decidan si Uruguay continúa en la línea de izquierda dejada por “Pepe” Mujica o da una indeseable marcha atrás a favor de la partidocracia tradicional.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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