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lunes, 18 de noviembre de 2024

Cuidar el conuco

La desertificación y la sequía afectan a una parte considerable de los suelos en todo el mundo…

Redacción Cubahora en Exclusivo 17/06/2015
1 comentarios

La historia de Leonel comienza y termina en su conuco. A sus 86 años no hay quien le haga un cuento sobre la fechas para sembrar frijol, tomate o malanga. Como él, son miles los campesinos que trabajan una parte de la tierra que en Cuba todavía tiene buena salud: actualmente el 75 % de los suelos en la isla presenta al menos un factor limitante de la productividad.

Y lo preocupante es que el mundo anda en este tema por el mismo sendero. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 35 % de la superficie de los continentes puede considerarse como áreas desérticas en las que sobreviven millones de personas en condiciones de persistente sequía y escasez de alimentos.

Hoy se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la sequía con muchas tareas pendientes. El cambio climático y su impacto a nivel global requieren de estrategias y soluciones a corto plazo para disminuir sus efectos.

El fenómeno de la desertificación llegó a la isla con los primeros conquistadores españoles. Según el diario Granma, una de las causas que la provocaron fue la rápida deforestación sufrida entre los siglos XVIII-XX.

Los datos hablan por sí solos: Cuando Colón arribó a este archipiélago, el 95% de él estaba cubierto de bosques. En 1889 había descendido a 89% la superficie boscosa, y a inicios del siglo XX solo quedaba el 54%. En menos de 200 años Cuba perdió ocho millones de hectáreas de bosques, con una alta diversidad de especies preciosas.

Así, Cuba cuenta desde el año 2000 con un Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, en el que se vinculan factores, procesos y ecosistemas que se encuentran en la naturaleza en constante interacción.

En un artículo publicado en Cubahora se exponían algunas de sus bases: respetar las premisas de conservación y uso de los recursos naturales dentro de los principios del desarrollo sostenible del país; trabajar en función de un enfoque integrador de los aspectos físicos, químicos, biológicos y socioeconómicos que confluyen en los procesos de desertificación y sequía; y en especial,  aspirar a que todos los agricultores y tenentes de tierra se incorporen al programa.

Otro de los aspectos relacionado con la desertificación y la sequía es la seguridad alimentaria. El suelo, un recurso no renovable, provee el 95% de los alimentos a la especie humana.  Para Cuba el desafío es doble: desde 2008 se han entregado alrededor de un millón quinientas ochenta mil hectáreas de tierra en usufructo, y es una realidad que en ocasiones se otorgan a productores que desconocen cómo cultivar adecuadamente, sin dañar el suelo.

Quizás por ello valga la pena conversar con el viejo Leonel. Por más de ocho décadas ha cultivado un mismo pedazo de tierra y la productividad, según él, tiene los niveles del primer día. Una experiencia convertida en ley universal: para vivir hay que mantener el conuco sano.


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Se han publicado 1 comentarios


Elio Antonio
 19/6/15 8:35

Hola:-(

Me ha entristecido este artículo. Soy formado en Ingeniería en Mecanización Agropecuaria y desde la asignatura de Suelos, los profesores me hicieron saber cuan responsables somos los mecanizadotes en la conservación de los suelos. Este artículo es muy poca cosa en comparación con la importancia del asunto que trata; por eso no es mi tristeza; sino, por el mal manejo del asunto y la poca repercusión que parece causa en la población.

Saludos.

 

 

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