Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República, en Debate de Alto Nivel de las Naciones Unidas “Acción por el Clima: Por la gente, el planeta y la prosperidad”,Nueva York, desde el Palacio de la Revolución, el 26 de octubre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)
Señor Presidente:
En su histórico discurso en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en 1992, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó: “Si se quiere salvar a la humanidad de la autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra […] Hágase más racional la vida humana […] Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”.
Ya es demasiado tarde. A casi 30 años de aquel premonitorio llamado y como consecuencia de los irreversibles daños causados por el hombre al medio ambiente, la humanidad se encuentra en grave peligro de desaparecer.
Estudios recientes demuestran que la temperatura media global ha aumentado en 1.1°C y superará los 2°C en este siglo , con consecuencias catastróficas para la vida en el planeta, de las que todos los días recibimos adelantos en los telediarios y otros informativos.
Las causas ya nadie las discute: los irracionales y cada vez más insostenibles patrones de producción y consumo del capitalismo y la explotación desmedida de los recursos naturales han acelerado dramáticamente el peligro de extinción de la especie humana. Parar ese desenfreno es de la mayor urgencia, aunque quienes lo propician parecen ignorarlo.
También están claras las responsabilidades y las posibilidades de que la vida en el planeta pueda ser salvada. Es imperativo que los países desarrollados asuman el liderazgo en la reducción de emisiones y en proveer de los medios de implementación necesariosa los países en desarrollo, de conformidad con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Los recursos existen. Bastaría con destinar una parte de los multimillonarios montos que hoy se dedican a la carrera armamentista para apoyar las acciones en favor del clima.
No habrá solución a expensas del derecho al desarrollo de los más necesitados, ni de las naciones del mundo que luchan día a día contra el hambre, la pobreza y el subdesarrollo derivados del injusto orden internacional prevaleciente, el mismo que privilegia a una exigua minoría y propicia la irracionalidad, el egoísmo y la destrucción del medio ambiente.
Señor Presidente:
Cuba avanza en la ejecución de su Plan para el Enfrentamiento al Cambio Climático, Tarea Vida, y en el cumplimiento de las metas asumidas en su Contribución Nacionalmente Determinada, a pesar del recrudecimiento sin precedentes del criminal bloqueo que nos ha impuesto el Gobierno de Estados Unidos por más de 60 años.
Nuestro compromiso con la protección del medio ambiente y la plena implementación de la Convención Marco sobre Cambio Climático y su Acuerdo de París no ha variado, y lo ratificamos aquí.
Aspiramos seriamente a que la venidera COP26 se traduzca en soluciones concretas. Los revolucionarios creemos en el ser humano, en todo lo que pueden lograr su inteligencia y su voluntad cuando hay conciencia. ¡Que no nos falte para salvarnos a nosotros mismos!
Muchas gracias
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