Varias generaciones de arquitectos cubanos sueñan con ver materializadas sus tesis y trabajos de postgrados presentados como maquetas y proyecciones en 3D que tanto podrían contribuir a cambiar el rostro de la capital cubana y, sin embargo, no se han llevado nunca a la práctica.
Ideas hay miles. Arquitectos capacitados, con ganas y deseos de hacer también se encuentran en cada esquina de la Isla. Existen propuestas para rehabilitar la calle Cuba, el Barrio Chino de La Habana, el puerto habanero, la calle Galiano, La Rampa, el Pabellón Cuba, la Aduana y la Fábrica Tivolí, en el Cerro, donde alguien aspiraba a construir un centro cultural. También otros jóvenes soñadores visualizaron un día la central termoeléctrica Otto Parellada (Tallapiedra) como un museo de arte moderno o de la ciencia y la tecnología.
Desde la Facultad de Arquitectura —liderados por el arquitecto Augusto Rivero— los estudiantes han realizado proyectos de diseño ambiental para ese nudo vial tan importante que es la Plaza de Cuatro Caminos, el poblado de Casablanca; la entrada de Alamar, en el entronque de Los Cocos con la Vía Blanca y los Emboques de Regla y Casablanca.
Con el título de López Serrano Salvarte… se desarrolló en 2014 el proyecto de rehabilitación socio-económico-cultural con participación ciudadana en un edificio residencial de alto valor patrimonial. Se trata de un trabajo de clases de un grupo de estudiantes bajo la guía del profesor arquitecto Juan García Prieto.
Por esa misma época el angolano Valdir Aníbal Firmino Da Silva lanzó un proyecto de clases titulado Centro de Convenciones e Información en 23 y M, Vedado, para el lote donde otrora se erigiera el edificio Alaska. Por su parte, Amed Aroche proyectó un nuevo Centro de Convenciones y Centro de Información para La Rampa. En tanto, Armando Montesino fue el autor de un conjunto de vivienda social en el municipio del Cerro.
Dentro del programa de la XIII Bienal de La Habana, celebrada en 2019, se reflexionó en torno a cómo lograr una ciudad sustentable desde el punto de vista ambiental, social, econónico y cultural. La reconocida arquitecta Vilma Bartolomé dio a conocer los detalles del llamado Corredor Cultural de Calle Línea. Un proyecto de Acupuntura Urbana para La Habana.
Al decir de Bartolomé, un equipo multidisciplinario, que pertenece a la galería LaB 26, sede del Proyecto Espacios, pretende rescatar todos los parques, el arbolado, los centros culturales, gastronómicos, peluquerías, bodegas, farmacias e instalaciones deportivas de la calle Línea, del Vedado habanero, teniendo en cuenta nuestras tradiciones y lo mejor de nuestra identidad, pero desde la contemporaneidad.
Una de las acciones más ambiciosas es la reconversión de la gran edificación industrial —donde antiguamente radicaba una fábrica de ómnibus y luego otra de bicicletas— en nuevo centro cultural bautizado como la Estación Cultural de Línea y 18.
Ha surgido una generación de arquitectos, formados en la Academia, que están tratando de dar a conocer su obra, pero no tienen la posibilidad de confrontar sus opiniones con otros colegas.
Realmente los especialistas en la materia y algunos profesores reconocen que se divulga poco en los medios de comunicación la obra de la Facultad de Arquitectura, ubicada en la Cujae (universidad rectora de las ciencias técnicas de ingenierías y arquitectura).
Aunque se han inaugurado algunas exposiciones en la Casa de las Tejas Verdes, en el Centro Wifredo Lam de La Habana Vieja, en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba o el Pabellón Cuba, todavía no son suficientes para visibilizar tan buenos y necesarios proyectos.
Para nadie es un secreto que actualmente las personas no tienen acceso a publicaciones periódicas como revistas, libros o programas de televisión donde puedan conocer acerca de las tendencias más actuales o contemporáneas de la arquitectura.
Hace casi sesenta años el comandante Ernesto Che Guevara despedía el Primer Encuentro de Estudiantes y Profesores de Arquitectura en La Habana con las siguientes palabras: “Creo que el arquitecto, como prácticamente todo profesional, es un hombre en quien se conjuga la Cultura general de la Humanidad, alcanzada hasta ese momento, y la Técnica General de la Humanidad o la especial de cada pueblo”.
Ojalá que ese mensaje sirva de incentivo a las nuevas hornadas de arquitectos llamados a insertarse en las transformaciones económicas y sociales que demanda la Cuba de hoy.
JUAN GARCIA
7/3/21 12:07
MUY BUENO, JUSTO Y PONE HOY, EL DEDO EN LA YAGA "LA ARQUITECTURA EN EL UMBRAL DEL SILENCIO... GRACIAS MAYA X TUS ACERTADOS ARTICULOS... y agradecido a CUBA AHORA por su publicación...
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