“Lo sentimos su país no tiene permiso para acceder a este sitio” y luego una larga explicación. La imagen pudiera parecer muy ingeniosa y el tono del mensaje muy respetuoso, pero ello no esconde una realidad. Gran parte de los servicios de Google están prohibidos para las direcciones IP de Cuba.
La justificación para este tratamiento es el bloqueo comercial y financiero que durante más de 50 años ha impuesto el gobierno de EE. UU. al pueblo de la isla caribeña, y que encuentra en la era de las tecnologías de la informática una nueva forma de materializarse.
A los usuarios cubanos, entre ellos desarrolladores de aplicaciones informáticas, les están vedadas herramientas, códigos, plataformas y otros servicios que contribuyen, en el peor sentido de la palabra, a acrecentar la brecha tecnológica que, por cuestiones como estas y otras de índole interno, caracterizan el ecosistema digital cubano.
En 2014, antes del anuncio del 17D de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, el gigante de Internet había lanzado Google Chrome, Google Play y Google Analytics, tres importantes productos que desde hacía varios años eran accesibles para el resto del mundo y los cubanos comenzaron apenas a conocer.
Sin embargo, las regulaciones que impone el bloqueo detuvieron el avance de otros hechos similares, a pesar del llamado de Obama a una mayor penetración de las compañías tecnológicas norteamericanas en la isla. Aprovechando esos aires a favor, importantes directivos de Google visitaron La Habana donde sostuvieron encuentros con autoridades, estudiantes y programadores.
Al resumir uno de sus viajes a La Habana, Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, se refirió al bloqueo como una política que desafía el sentido común y que no es conveniente a los intereses de EE. UU. Aquel viaje de 2014 fue el punto de partida para sucesivas “expediciones” de altos ejecutivos de la compañía del más importante buscador de Internet en el mundo.
Como resultado de esos contactos se establecieron convenios de cooperación con instituciones cubanas, entre ellas la Oficina del Historiador de La Habana, con quienes lanzaron el cortometraje en tercera dimensión (3D) Nuestro Martí, que recoge episodios de la vida del Héroe Nacional José Martí.
En diciembre de 2016, ese marco de colaboración entró en una nueva fase con la firma de un acuerdo entre Google y la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S. A (Etecsa), mediante el cual la compañía norteamericana instaló servidores en la isla que permiten incrementar sustancialmente la velocidad y la calidad de conexión, pero solo para acceder a los contenidos más populares de Google, como Gmail, YouTube o Google Drive. Es lo que se conoce como el servicio de Google Global Caché, el cual tiene un impacto positivo en la calidad del acceso a los servicios de esta compañía, aunque no a la navegación por Internet de manera general, como erróneamente se ha comentado.
Si bien la puesta en práctica de este acuerdo representa un avance para los usuarios de Internet en Cuba, al mismo tiempo se trata de una movida muy bien coordinada del gigante tecnológico de Silicon Valley, que ve en el mercado de la isla una excelente oportunidad para expandirse en el subcontinente y detener la penetración de lo que llaman las tecnologías asiáticas.
De igual forma es conocido, aunque no ampliamente cubierto por los medios, los puntos de contacto entre las empresas tecnológicas norteamericanas y los servicios de inteligencia, de relaciones exteriores y el propio ejecutivo de EE. UU.
No es de extrañar que, en las medidas adoptadas por el anterior mandatario norteño, Barack Obama, en el camino de la normalización de relaciones con Cuba, las tecnologías siempre fueron privilegiadas y concebidas como punta de lanza para penetrar en la conciencia de los cubanos, en la versión más elemental de una típica receta del llamado “smart power”.
Esa realidad agrega nuevos y quizás más grandes desafíos al proceso de informatización de la sociedad cubana. Por una elemental cuestión de soberanía tecnológica y seguridad nacional, en su empeño por establecer un modelo participativo de desarrollo, el Estado cubano, no pocas veces debe acudir a otros proveedores o suministradores de equipos y servicios, lo cual encarece y ralentiza más esta iniciativa.
Las insatisfacciones de la población cubana con estos servicios responden a esa realidad, aunque tampoco se pueden soslayar otras causas relacionadas con problemas organizativos, de gestión y control de la calidad.
Cuando se escribe la palabra “Cuba” en el buscador de Google aparecen más de 446 000 000 de resultados. Pudiera pensarse que ante tanta variedad cualquier usuario tiene la oportunidad de formarse una idea acabada de la imagen de la Mayor de las Antillas; sin embargo, como han comprobado los propios ejecutivos de la trasnacional tecnológica, la realidad de este país está más allá de una palabra googleada.
ANGEL
16/5/17 10:01
HACE FALTA QUE IGUAL QUE DE ALLA DE LOS EU SE RECIBEN, SE PUEDA ENVIAR MENSAJES DE AQUI PARA ALLA.
yunier
15/5/17 14:33
como puedo entrar ha el google cubano desde la wifi etecsa
Fermin Rivas Sotomayor
12/5/17 19:05
Señores, he estado buscando que dicen los medios de esta noticia y les garantizo que me senti satisfecho con este artículo. Gracias a José Armando, tocastes todas las aristas. Si buscan en internet los medios extranjeros al final meten la cuchareta y el gobierno cubano vuelve a quedar de billano, incluso los de nosotros solo ponen la noticia sin más analisis. Este Jose te quedo super bueno, me sentí bien luego que lo leí. Gracias
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