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sábado, 16 de noviembre de 2024

Estados Unidos, el país de la violencia incontrolable (+Infografía)

La sociedad estadounidense ha forjado una cultura de la violencia y del crimen que la convierte en una nación totalmente insegura y sus ciudadanos indefensos...

Jose Valentín Rodríguez Pérez en Exclusivo 23/05/2018
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TIROTEO TEXAS-AFGENCIA EFE
La noticia de la matanza en una escuela de Santa Fe en el sureste de Houston es estremecedora

Una nueva matanza en un centro escolar ha sacudido a la opinión pública estadounidense, es una repetición de otro hecho anterior que quedó sin respuesta. Las armas abundan junto con los asesinos.

La noticia de la matanza en una escuela de Santa Fe en el sureste de Houston, Texas, en que diez personas perdieron la vida, es, además de estremecedora, una verdadera pesadilla para la sociedad estadounidense que cada cierto tiempo se conmociona y altera la fibra nacional. Este violento tiroteo es muy cercano a otro ocurrido en otra secundaria de Estados Unidos el 14 de febrero pasado, un ex alumno de la Marjory Stoneman en Florida abrió fuego dentro del lugar y asesinó a 17 personas.

Pero estos fenómenos recurrentes quedan muchas veces, por no decir siempre, en el dolor y la agonía de las familias y en el pálido reclamo de algunos políticos que pasada la euforia del impacto mediático, resulta relegado al olvido hasta que vuelve a ocurrir otra matanza.

La violencia armada en Los Estados Unidos pareciera una epidemia o una anomalía del sistema, cada matanza en una escuela o cada asesinato coloca a la primera potencia del mundo ante una espejo incómodo.

En lo que va de año, apenas cinco meses, se han registrado 22 tiroteos en centros educativos estadounidenses, y según informaciones publicadas por la Organización Archive Gun Violence alcanzan los 46 595 incidentes armados, en los que han muerto 11 652 personas.

La propia entidad que da seguimiento a estos hechos ha informado que cada año en Los Estados Unidos mueren más de 33 000 personas por disparos de armas de fuego.

Cifras alarmantes que causan pavor. Pero ninguna de las masacres ocurridas en los últimos tiempos ha calado lo suficiente como para propiciar el consenso que permita endurecer el acceso a las armas de fuego.

Políticos conservadores y la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) esgrimen siempre que el derecho a portar armas lo protege la 2da Enmienda de la Constitución, y frente a ese capítulo de la carta magna se niegan a gestionar un cambio en la regulación del acceso a las armas de fuego y modificar la ley.

¿Qué es esta organización que tiene la fuerza para impedir que el gobierno federal pueda adoptar medidas para impedir estas masacres motivadas por el uso de armas de fuego? Es un poderoso lobby que tiene entre muchos de sus miembros a expresidentes, políticos de alto rango en activo, que realiza generosas donaciones a campañas electorales y que mueve un entramado de relaciones. Dedica de su presupuesto anual unos 3 millones de USD a labores de cabildeo en el Congreso.

Se recordará aquel personaje conocido como Oliver North, involucrado en tiempos de la Administración Reagan en el sonado escándalo llamado Irán-Contras, que lo puso en primera plana en los diarios del mundo, es hoy el presidente de esta nefasta organización que es la Asociación Nacional del Rifle. Es de comprender entonces por qué su actuación en el ámbito regulatorio es prácticamente imposible.

Son sistemáticas sus campañas para impedir que se pueda llevar al Congreso cualquier modificación de sus objetivos y ataca a ultranza potenciales restricciones en el uso de armas de fuego.

El propio presidente Trump, en descabellada propuesta antes los tiroteos en las Escuelas, ha defendido armar a los profesores, sin dudas esconde sus preferencias por las armas de fuego y el sustancioso apoyo recibido por la poderosa NRA durante su campaña electoral.

Según datos publicados por la propia NRA en 2017, alrededor de 40 % de los estadounidenses poseen un arma o viven con alguien que tiene una. Lo que equivale a 270 millones de unidades, es, sin dudas además, de uno de los países más violentos del mundo, el de mayor tenencia per cápita de armas de fuego.

Contrario a los postulados de la Asociación Nacional del Rifle, que señala que “cada ciudadano que posea un arma hace que el país sea más seguro”, la sociedad estadounidense ha forjado una cultura de la violencia y del crimen que la convierte en una nación totalmente insegura y sus ciudadanos indefensos.

Lo cierto es que se necesitan medidas más enérgicas que limiten e impidan el acceso a las armas de fuego para que la violencia armada pueda verse reducida y que masacres como esta de la Escuela de Santa Fe no sean el pan de cada día.

Pero la experiencia muestra que el debate se disipa cuando las familias se recluyen en su duelo y el interés informativo cambia de mirada, dejando el tema sin resolver hasta que la próxima tragedia lo vuelva a poner en la palestra. Se secan las lágrimas y agotan las palabras de los que reclaman el fin de la violencia armada, y no sucede nada.

Así es el gobierno que dice garantizar la tranquilidad y la seguridad ciudadana.


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Jose Valentín Rodríguez Pérez

Periodista y analista político


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