Si algo ha caracterizado a Cuba históricamente, ha sido su capacidad de levantarse, ante eventos desafortunados o tiempos difíciles. Secretos de resilientes. La temporada ciclónica del 2020, bajo los efectos de una pandemia mundial como la desatada por la COVID-19 es sin dudas, motivo de desvelos.
Por eso, cuando a finales de semana los conos de trayectoria apuntaban a La Mayor de las Antillas, críticamente al extremo oriental, una nueva alerta nos consumía, casi con espanto. Para fortuna nuestra, las afectaciones no alcanzaron grandes magnitudes, aunque el recuerdo del huracán Matthew en 2016 golpeaban con incertidumbre, como las olas de este Isaías sobre el malecón de Baracoa.
Según cuentan los reportes en Facebook de Claudia Rafaela, una joven residente en la Primada de Cuba, sobre las 3:30am el mar abatió con fuerza y una ola quiso desplomarlo todo. “Él entra cuando quiere, y arrastra con lo que le da gana”. Aunque desde temprano, los vecinos de la cercanía adoptaron las medidas necesarias para proteger sus bienes materiales, y protegerse.
Estas son las imágenes de la etapa recuperativa enviadas por la joven reportera a Cubahora. Ha sido un fin de semana duro para los cubanos. Pero para fortuna nuestra, el sol siempre sale después de la incertidumbre, y un pueblo sabe levantarse.
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