Dos pandemias, tres generaciones y el derecho humano a vivir

Mamá siempre que pone la novela cubana repite la misma frase “mira que murió gente en los años 80 de Sida, cuando les detectaban la enfermedad los llevaban para un campismo, de eso hicieron hasta una película”. Abuela dice que a los sidosos la gente les huía. Yo las miro, abro los ojos mientras me toco el cuello con la vista clavada en el televisor, “dejen la tragedia que ya eso es una enfermedad normal”. Me miran y dicen “¡Ay niña! Eso no es fácil tenerlo por muy moderno que esté todo”. Entonces yo pienso “el VIH-SIDA fue una pandemia, al igual que la COVID-19. Ellas han vivido dos pandemias.”

La mayoría de las personas infectadas por coronavirus son tratadas y curadas, mientras que el VIH sigue sin una cura definitiva. El primer tratamiento eficaz para el VIH fue descubierto en 1996, mientras, murieron millones de personas. El SIDA apareció en el mundo en 1981 y no fue reconocido públicamente por el presidente estadounidense Ronald Reagan hasta 1987, mientras que el coronavirus apenas fue descubierto movilizó a cada gobierno del globo, o a casi todos.  

Al cierre de 2019, estas eran las estadísticas mundiales sobre el SIDA:

• 38,0 millones de personas vivían con la enfermedad en todo el mundo
• 1,7 millones de personas contrajeron la infección por el VIH
• 690.000 de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA
• 75,7 millones de personas contrajeron la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia
• 32,7 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia

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Abuela reconoce que los tiempos han cambiado y los jóvenes ya no tenemos un  solo novio a lo largo de nuestras vidas por eso siempre repite “no solo hay que cuidar embarazos, sino también enfermedades”.

La Mayor de las Antillas tiene la prevalencia de la infección de VIH más baja de América Latina y el Caribe, y una de las más bajas del hemisferio occidental con un 0,2 %-0,3 % de la población entre 15 a 49 años. Además, permanece bajo control la transmisión de VIH, la transmisión sanguínea, en menores de 14 años y en mujeres y varones heterosexuales y se eliminó la transmisión materno-infantil de VIH y sífilis congénita.

• Consulte además: Vivir intensamente, diario de un seropositivo (+Infografía)

El 30 de junio de 2015 la OMS reconoció a  Cuba como primer país  que  eliminó la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis como problemas de salud pública. Desde el año 1988, se ha progresado significativamente en la respuesta a esta epidemia, que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, ha cobrado más de 35 millones de vidas. Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), más de 2,1 millones de personas viven con VIH en América Latina y el Caribe.

Combatir tanto la COVID-19 como el SIDA para un país bloqueado es tarea de titanes. Los logros de la nación antillana en estos aspectos se deben al funcionamiento del Sistema de Salud Público, desde sus mecanismos de atención primaria.

Han pasado 34 años, desde que se diagnosticara el primer caso de VIH en el país en 1986, los más de 76 mil promotores para la educación de pares o iguales formados en Cuba, que cuenta con alrededor de 4 mil 500 promotores activos hoy en todo el territorio nacional. Recibir orientación al respecto y protegerse, también son una expresión de nuestros derechos.