Derechos humanos en Cuba, una prioridad

Seguridad ciudadana, acceso a la cultura, educación y la salud, respeto a la libertad religiosa, la consideración de todos los ciudadanos por iguales sin ninguna discriminación son algunos de las garantías que brinda Cuba y que tienen en cuenta esa máxima de Martí de "(...) que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".

Estos no son más que derechos humanos universales, que de ya tan arraigados en nuestra sociedad, no concebimos que no existan para todos en el mundo.

A nivel constitucional, están enmarcados en el capítulo II de la Carta Magna cubana. En esta podemos leer en el artículo 46 : “Todas las personas tienen derecho a la vida, la integridad física y moral, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz, la salud, la educación, la cultura, la recreación, el deporte y a su desarrollo integral”.

Cuba además, en reconocimiento a sus esfuerzos en ese sentido fue electa por quinta vez integrante del Consejo de Derechos Humanos, tras obtener 170 votos, lo que representó el 88 % de las naciones que pertenecen a ese órgano, del que nuestro país es miembro fundador.

El gobierno cubano mantiene su compromiso de la normativa internacional en esa materia. Ha ratificado 44 de los 61 instrumentos internacionales (72,13%), lo que lo hace partícipe del grupo de Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con mayor número de ratificaciones de instrumentos de este tipo.

A pesar de los obstáculos que representa el bloqueo, las agresiones injerencistas por parte de Estados Unidos y problemas económicos, Cuba continúa su promoción y protección del cumplimiento de los derechos humanos.

Esta incluye garantizar un mayor participación ciudadana, ajustes legales, perfeccionamiento de actividades y la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, entre otros asuntos de interés nacional.

Por ejemplo, se realizó el pasado año un amplio proceso de consulta popular que derivó en una nueva Constitución, más acorde a las actuales necesidades del país y sus ciudadanos. También han crecido los mecanismos de contacto entre la ciudanía y el gobierno junto a espacios de cultura legal y de opinión.

En el Informe Nacional de la República de Cuba al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de 2018, se enumeraba algunas de las prioridades para el país en ese sentido.

Nuestro nación, como afirmó en su candidatura al Consejo de los Derechos Humanos, está firmemente comprometido con la construcción de una sociedad cada vez más justa, con el bienestar del ser humano y la justicia social como eje central.