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sábado, 2 de noviembre de 2024

Cuidemos nuestros espacios

Cada persona es responsable de velar por su espacio subjetivo. Es un acto de amor y respeto hacia uno mismo y hacia los demás...

Tayatne Torres Rodríguez en Exclusivo 04/06/2020
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espacios y limites en tiempos de confinamiento
Cada persona es responsable de cuidar su propio espacio subjetivo, para ello debe dedicar tiempo a hacer las cosas que disfruta. (CENESEX)

El tiempo que compartimos en familia ha incrementado forzosamente a causa del confinamiento. Con el fin de que esta sea una experiencia positiva se deben crear espacios de intimidad para así respetar el de los otros.

¿QUÉ TIPOS DE ESPACIO SON NECESARIOS?

Edward T. Hall dio cuatro clasificaciones posibles de los espacios físicos que rodean a la persona. La distancia pública hace referencia a un contacto superficial, como el que se mantiene en audiencias. La distancia social generalmente se mantiene durante los encuentros sociales formales, como reuniones. La distancia personal se establece cuando la relación entre dos personas es cercana y puede ocurrir contacto físico, pero no muy intenso. La distancia íntima permite el contacto cuerpo a cuerpo y posibilita expresar sentimientos de amor, ternura, etc.

La persona debe desarrollar la capacidad para discernir en qué situación se encuentra y mantener las distancias adecuadas. De lo contrario, los otros pueden sentirse intimidados y reaccionar con emociones negativas. Por ejemplo, alguien poco receptivo al contacto físico puede sentirse incómodo al pasar mucho tiempo confinado en casa con algún miembro de su familia que prefiera dar cariño y mantener contacto físico frecuente.

RESPETAR EL ESPACIO FÍSICO DE LOS OTROS NO ES SUFICIENTE

A veces, aunque se mantenga la distancia física con los demás, estos se sienten invadidos. Eso ocurre porque existe otro espacio que es subjetivo, el cual corresponde a nuestros deseos y emociones, a nuestra identidad. Es el espacio que invertimos en nosotros mismos, en nuestros intereses, pasatiempos, en descansar. Constituye una valiosa dimensión para satisfacer nuestras necesidades personales.

Cuando este espacio no es considerado, la persona cree que no es respetada, que no es valorada o escuchada. Al sostenerse la situación en el tiempo surge ansiedad, irritabilidad, malestar general, o pueden desarrollarse emociones negativas hacia los otros.

¿CÓMO EVITAR LA INVASIÓN DEL ESPACIO SUBJETIVO?

Cada persona es responsable de cuidar su propio espacio subjetivo, para ello debe dedicar tiempo a hacer las cosas que disfruta. Es importante expresar sus sentimientos y opiniones sin herir a los demás, sin tratar de convencerlos o faltarles el respeto. No le debe temer a los conflictos que puedan surgir por el camino, pues son una forma de señalar que existe un desacuerdo, y también una oportunidad para que todos los involucrados puedan debatir libremente y resolverlo.

Velar por los espacios físico y subjetivo de cada persona es un acto de afecto y respeto. Para fomentar los vínculos familiares es necesario que aprendamos esta valiosa lección.


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Tayatne Torres Rodríguez

Licenciada en Psicología


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