El escenario desatado por la pandemia de la COVID-19 ha complejizado el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), fundamentalmente en los países de América Latina y el Caribe debido al bajo desempeño económico de la región en los últimos años, y a los crecientes niveles de endeudamiento adquiridos.
Según dio a conocer Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el Informe especial COVID-19 N⁰ 6 de la institución, el valor de las exportaciones regionales se contraería un -23% este año y el de las importaciones un -25%. Esta cifra es también superior al -24% anotado durante la crisis financiera de 2008-2009. La disminución se da en un contexto global en el cual el comercio mundial acumula una caída de 17% en volumen entre enero y mayo de 2020.
Al referirse a la región, la funcionaria acotó que es la más afectada por esta coyuntura y estará marcada principalmente por los retrocesos en los envíos de manufacturas, minería y combustibles. La CEPAL proyecta una caída del PIB de la región en el 2020 del 5,3%, la peor en toda su historia.
El informe señala además que para reconstruir mejor, América Latina y el Caribe deben reducir sus costos internos y promover una logística eficiente, fluida y segura mediante el rediseño de la estrategia de inversión, mayor interoperabilidad de servicios, integración regional, y el fomento de la inteligencia logística.
“En el actual contexto de elevada incertidumbre, los países de la región deben emprender acciones que les permitan reducir sus costos logísticos internos y generar servicios de valor añadido para elevar su competitividad. Estas medidas deben ser implementadas de forma coordinada con otras medidas económicas y sociales, para favorecer una recuperación económica con beneficios sociales y ambientales”, agregó Alicia Bárcena.
Recientemente, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera Rodrigo Malmierca, durante su intervención en el segmento “Foros Regionales. Mensajes Claves”, expresó que en estas circunstancias, solo una respuesta articulada entre países, a todos los niveles, puede frenar y contrarrestar los profundos efectos de esta pandemia, que no distingue entre fronteras, ideologías o niveles de desarrollo.
Asimismo, señaló que la paz y la seguridad regionales también son requisitos esenciales de estos tiempos. Por ello, la región ratifica su proclama como Zona de Paz y rechaza cualquier intento de violencia e injerencia en sus asuntos internos.
“Para asegurar, en las actuales circunstancias, una década de acción y de transformación por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es imperativo tomar medidas para el reforzamiento de los sistemas financieros, monetarios y fiscales; fortalecer los sistemas de protección social y llevar a cabo acciones preventivas de adaptación y mitigación de la emergencia ambiental; sin descuidar la atención a las diversas necesidades y desafíos que enfrentan los países en situaciones especiales, en particular los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo, así como los retos específicos a los que hacen frente los países de renta media. Para ellos demandamos un tratamiento justo, especial y diferenciado que garantice que nadie quede atrás”, detalló el mandatario cubano.
En nuestra intervención destacamos que #Cuba en su presidencia de #CEPAL apoyó en especial al #Caribe y principios como multilateralismo, derecho internacional, rechazo medidas coercitivas unilaterales. Priorizó cooperación Sur-Sur y agenda desarrollo sostenible 2030. #SomosCuba pic.twitter.com/TIk7EMfbu3
— Rodrigo Malmierca Díaz (@R_Malmierca) August 4, 2020
CONTEXTO CUBANO
Cuba, por supuesto, forma parte de este contexto internacional. Durante los meses de enfrentamiento a la COVID-19 ha sufrido una reducción importante de las entradas de divisas, así como una disminución de la productividad en el sector estatal y el no estatal, ha tenido que incurrir en gastos adicionales que no estaban previstos y paralizar algunas actividades fundamentales para la economía como el turismo. Además, el país sigue siendo afectado por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.
El gobierno del país anunció que el enfrentamiento a la COVID-19 y la posterior etapa de recuperación en Cuba estaría determinado por dos objetivos fundamentales: uno enfocado a los aspectos higiénico-epidemiológicos y el regreso gradual a la nueva normalidad; y otro que contempla las acciones para la recuperación económica del país.
De esta manera, a partir de la experiencia nacional e internacional, la opinión del pueblo y en coherencia con lo planteado en la Constitución de la República de Cuba, la Conceptualización del Modelo Económico, los Lineamientos de la Política Económica y Social y la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, el gobierno anunció la Estrategia para impulsar la economía y enfrentar la crisis mundial provocada por la covid-19.
Dicha estrategia, aprobada por el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y el Consejo de Ministros abarca 16 áreas de acciones y tiene como principios:
- Mantener la planificación centralizada, una de las fortalezas de nuestro sistema
- Defender la producción nacional y desterrar la mentalidad exportadora
- Regulación de los mercados, principalmente por métodos indirectos
- Complementariedad de los actores económicos
- Papel dinamizador de la demanda interna para la economía
- Dotar de mayor autonomía de gestión al sector estatal
- Implementar aspectos claves aprobados y pendientes en las formas de gestión y propiedad
- Incentivar la competitividad, garantizando la gestión eficiente de los recursos materiales y financieros y el ahorro
- Política ambiental activa con el ordenamiento social del país
Para llevar a vías de hecho la estrategia, y de esta forma promover e implementar los ODS y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, los gobiernos locales son esenciales. Estos constituyen el vínculo entre el Gobierno Central y las comunidades, juegan un papel fundamental en la participación e integración de los diversos actores de la sociedad.
En nuestro país, esto viene respaldado desde la Constitución de la República, en la cual los municipios adquieren mayor relevancia a partir del reconocimiento de su autonomía, la que ejercen en correspondencia con los intereses de la nación.
Como acompañamiento a las planeaciones estratégicas de los territorios, se han impulsado a través del plan de la economía las Iniciativas de Desarrollo Municipal y la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial (PADIT). Esta plataforma se ha convertido en un espacio muy apropiado de trabajo en los temas de desarrollo territorial, desarrollo económico local, descentralización, fortalecimiento de capacidades locales y territoriales para la planificación, gestión del desarrollo y la articulación multinivel.
Por la importancia que ejerce en la economía de la nación, Cuba cuenta con una política para impulsar el desarrollo territorial y un plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional. Ambos se encuentran interrelacionados, están orientados al desarrollo de la economía y ponen especial énfasis en las perspectivas locales.
Según ha valorado el presidente de la República Miguel Díaz Canel, la aplicación de estas herramientas nos conducen a un punto de atención común: el papel que en el avance de la nación tiene el municipio. La vida nos está demostrando que es esa la principal estructura que debemos fortalecer, a la cual nos tenemos que orientar para implementar lo que nos hemos propuesto y tener resultados.
Entre los elementos y objetivos fundamentales de la política, se busca elevar la calidad de vida con sostenibilidad. Además, se debe disponer de proyectos como vía fundamental para la materialización de la estrategia del municipio. “No es interés que exista competencia para ver cuántos proyectos se tiene, sino ver la idoneidad de los mismos”.
Además, sobresale su capacidad para generar empleos, uno de los principales desafíos que tiene que enfrentar un gobierno. El desarrollo territorial permite un mejor aprovechamiento de los recursos laborales de los territorios, evitando así la movilidad.
Otra de las actividades a las que se le presta especial atención está relacionada con la necesidad de avanzar hacia una seguridad y soberanía alimentaria, enfrentando los diversos desafíos que esto conlleva.
De acuerdo con los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021 en Cuba es imprescindible que la producción y comercialización de alimentos contribuya al desarrollo económico del país. Asimismo, plantea que se hace necesario la disminución de importaciones y el incremento de las exportaciones, priorizando la producción de alimentos que puedan ser obtenidos eficientemente en el país.
Al respecto, el ministro de Economía Alejandro Gil ha expresado en espacios informativos que “no estamos satisfechos con los resultados, en parte porque hemos tenido muchas restricciones con los insumos, por diferentes causas”. Para dar soluciones a los problemas identificados en la producción y comercialización de alimentos, planteó en primer lugar, la necesidad de un ordenamiento del sector para mejorar las relaciones entre las empresas estatales y su vínculo con la base productiva.
NUEVO MARCO DE COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE HASTA 2024
Recientemente el Gobierno cubano y el Sistema de Naciones Unidas firmaron en La Habana el tercer Marco de Cooperación, que entre 2020 y 2024 regirá el acompañamiento de agencias, fondos y programas de la ONU a los esfuerzos del país en la implementación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, alineados con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social y con una movilización de recursos estimados en 280 millones de dólares.
Firmado por Consuelo Vidal, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas (SNU) en la nación, y Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, junto a representantes de diferentes organismos de la ONU, es el instrumento más importante para la planificación e implementación de las actividades de desarrollo de las Naciones Unidas en el país.
El ministro cubano afirmó que este es el instrumento más importante para la planificación e implementación de las actividades de desarrollo de las Naciones Unidas en el país, tanto para las agencias residentes como para las no residentes.
“El marco es resultado de un amplio proceso participativo, coordinado por el Gobierno y el Sistema de Naciones Unidas en Cuba junto a numerosas instituciones nacionales, y se ha adecuado teniendo en cuenta la actual situación epidemiológica y la respuesta socioeconómica a la pandemia de COVID-19”, señaló.
Al respecto, Consuelo Vidal comentó que este es dinámico y flexible, para así asegurar su relevancia y las acciones de desarrollo en el periodo 2020-2024. “Estas alianzas para el desarrollo son aún más relevantes en el contexto actual, en el que a los importantes desafíos económicos y financieros externos, se suma la crisis global por la pandemia de COVID-19”, apuntó.
Este año, a nivel global, los Estados miembros de la ONU han acordado que se inicie el Decenio de Acción para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los desafíos son múltiples, ahora agravados por la pandemia; sin embargo, muchas son también las oportunidades para revertir los problemas más acuciantes y potenciar las fortalezas con que contamos”, añadió.
“El principio de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás, consistente con el objetivo nacional cubano de no dejar a nadie desamparado, será brújula en esas acciones de cooperación”, afirmó la coordinadora residente.
Por su relevancia en el contexto cubano, se ha considerado en cada una de las intervenciones, las particularidades de las dinámicas demográficas, la capacidad dinamizadora de jóvenes y mujeres, la creación de capacidades para la gestión de riesgo y resiliencia, la necesidad de estadísticas e información para la toma de decisiones y, por supuesto, la relevancia del ámbito local para el desarrollo del país.
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Vidal apuntó que “Cuba ha sido un ejemplo de solidaridad con los más necesitados en el mundo. Como Sistema de Naciones Unidas, nos hemos movilizado para acompañar al país en su estrategia de respuesta y recuperación ante la COVID-19, primero con una respuesta en el sector salud”.
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