Cuba: un país de voluntarios contra la COVID-19

Haydée es una de las hermanas mayores de las mellizas Nidia y Nadia, y siempre han hecho todo juntas, como quien aún no logra desprenderse del vientre de su madre. Las tres son voluntarias del ensayo clínico del candidato vacunal cubano Soberana 02.

Las mañanas transcurren como en todas las casas cubanas, un poco de café y conferencia de prensa del Ministerio de Salud que actualiza la situación epidemiológica de Cuba desde el inicio de la pandemia hace un año.

– Oigo a Durán todos los días. Enciendo el televisor y escucho la cifra de fallecidos, pero cuando empieza a dar las edades me voy para la cocina. Voy sacando la cabeza y ya cuando dice los otros datos regreso para frente al televisor–, dice Nidia.

Nadia es hipocondríaca, confiesa creer que tiene coronavirus todos los días, desde el 11 de marzo de 2020. “En este país todo el mundo es médico, político y económico, pero lo que me diga el médico es ley. Ha visto a un especialista para buscar apoyo psicológico.

Según cuenta Nidia entre risas, siempre han sido minuciosas con la limpieza; pero ahora toda medida es poca.  “La mujer que me ayuda viene y todo es con distanciamiento físico y mucho cloro. Mi nieta, que va a empezar la universidad después de un año de aislamiento, tuvo que reducir las visitas de sus amigos. Yo le digo que en vez del título le van a dar la chequera. Ya le compré dos caretas para cuando comience la escuela”.

Nadia, que no quiere interrumpir, espera a que su hermana termine para contar la historia del plomero…

–Él viene y se baja el nasobuco, porque dice que se ahoga y yo muy seria le respondo: ¡No me importa, peor es que yo me muera! Nosotras subimos por la escalera y por el elevador de atrás, que solo lo utilizamos tres señoras en el edificio. Yo con el “fuiki fuiki” del pomito hago “shiuu shiuuu shiuu” y rocío los puntos de contacto del elevador. Cuando llega mi hija a visitarme… (se llevan las tres, las manos a la cabeza) Ponen el nasobuco en la mesa ¡Cómo van echar la COVID en la mesa donde se come! ¿Tomas café?

***

El primer caso de coronavirus en Cuba se detectó el 11 de marzo de 2020 en pacientes extranjeros. El mismo mes, el gobierno cubano creó el Grupo Temporal Nacional de enfrentamiento a la COVID-19, presidido por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, para supervisar los mecanismos de implementación en cada circunstancia.

Cuba aplicó un protocolo de seguridad el 19 de febrero basado en la experiencia de China, donde se detectó el primer caso de la enfermedad. Luego, para el segundo y tercero se adoptó un poco del de Italia, y su duración fue de 15 a 20 días.  Era una etapa en la que se actualizaba mucho, porque se buscaban nuevas experiencias.

Desde la primera versión hay tres premisas fundamentales: evitar que la persona se contagie, si ya está enferma que no evolucione hacia estadíos graves de la enfermedad y si ello ocurre, que pueda sobrevivir y se recupere.

El éxito cuantitativo del país deviene del programa de pesquisas activas, aplicado como método de trabajo en otros brotes epidemiológicos como el dengue, en el cual los médicos de atención primaria de salud- acompañados de estudiantes de Ciencias Médicas- recorren los barrios en busca de enfermos.  

***

Mientras Nidia regresa de la cocina con un plato y varias tazas de café, cuenta cómo su hermana melliza las involucró en el ensayo clínico del candidato vacunal cubano Soberana 02.

Las tres tienen una confianza infinita en el sistema de salud cubano. “Ustedes no habían nacido cuando Fidel, en medio de condiciones adversas, empezó a luchar por el desarrollo del potencial biotecnológico de este país. Yo fui a muchos trabajos voluntarios cuando apenas se creaba el centro”, dice Nadia.

— ¿Cómo se logró el consenso en casa?

—MI hijo y mi nuera no querían, pero bueno al final me apoyan. Saben, como yo, que todo va a salir bien, como hasta ahora— dijo Haydée

—Cuando empiecen a vacunar vas al policlínico y te vacunan previo consentimiento, después vas para tu casa. No es lo mismo que este estudio. Tienes seguimiento constante, porque para eso es el estudio. Tenemos una tarjeta con un número, ante cualquier síntoma o situación tenemos que presentar el número inmediatamente— intervino Nadia.

—Independientemente que das el paso al frente, también te estás cuidando, beneficias a la familia, al país, a los amigos, a todos, es necesario. El 28 de enero nos hicieron la captación– dijo refiriéndose al protocolo– que incluye una entrevista en la que preguntan todas tus enfermedades, dolencias, padecimientos, peso, talla, presión, altura, entre otros datos. Te entregan, además, una hoja clínica  y pasas a otro médico, donde se repite todo el proceso. Ahí deciden si te aprueban o no. Al día siguiente nos llaman por teléfono para hacernos el PCR y los análisis.

Y firmaron el formulario de consentimientos para la tercera dosis. Si hay algo que adoran del proceso es que las traten como humanos y no como sujetos.

• Consulte además: Soberana 02: lo que sabemos del candidato vacunal cubano

***

Tener una sumamente economía desgastada  influye en todas las esferas, al igual que el recrudecimiento de las medidas administrativas por parte del gobierno de Trump para reforzar el bloqueo.

En medio de estas circunstancias, el gobierno cubano destinó más del 50 % de su presupuesto anual para gastos e inversiones en los sectores sociales y frente a la pandemia, más de 900 millones de pesos.

Según el informe de la CEPAL Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones (CEPAL, 2020): la economía cubana, para 2021,  decaerá un 8% producto al impacto de la pandemia lo que indica un retroceso en las predicciones de crecimiento de 1 % el PIB, en un contexto regional  donde se proyecta  una caída promedio del PIB del 9,1 % en 2020.

***

— ¿Qué extrañan del mundo antes del coronavirus?

— Ya yo estaba jubilada antes que todo empezara. Estaba adaptada a la casa pero extraño la tranquilidad psíquica de que no me voy a enfermar, ni mi hija, ni mi nieta etc.  Hace un año que no le doy ni un abrazo y eso me hace sentir muy angustiada, pero vemos muchas novelas, hasta seis a la vez y las anotamos en una libreta. Limpiamos  la casa. Hacemos el almuerzo. A Haydée le encanta leer e incluso aprendió a hacerlo en la Tablet y todo. Y a Nidia le encanta estar parada en el balcón, todo lo quiere saber de la enferma, la señora. Íbamos a empezar hacer ejercicios en la esquina  pero volvieron a cerrar la Habana…–, explica Nadia.

Esta, como el resto de las historias de los voluntarios a los ensayos clínicos, no acaba aquí; sino con la campaña extensiva a toda la población, cuando las condiciones estén creadas.

• Consulte además: La travesía de los candidatos vacunales