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miércoles, 30 de octubre de 2024

Círculos infantiles en Cuba: educar y cuidar con amor

Desde su fundación, estos centros educacionales, surgieron para atender a niñas y niños desde las edades más tempranas y garantizar la incorporación de las mujeres cubanas al trabajo...

Claudia Yilén Paz en Exclusivo 10/04/2021
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Bajo estrictas normas higiénico sanitarias varias instituciones se mantienen brindando servicio en el país

Alina siempre supo que sus hijos asistirían al círculo infantil Granito de Azúcar, ubicado en el municipio Plaza de la Revolución, de La Habana. Trabajaba cerca y conocía las características de este centro educacional.

“Yo he confiado la educación de mis hijos al círculo infantil, porque se notan enseguida los avances en el aprendizaje y desenvolvimiento como ser humano. Cuando todo marcha tan bien, se evidencia la metodología y organización de centros como este”, comentó a Cubahora esta madre capitalina.

Cuando inició la pandemia de coronavirus en Cuba, tuvo un poco de temor. Aunque en un inicio los niños no manifestaron los efectos desagradables de la enfermedad, luego se vio que los pacientes pediátricos también eran vulnerables. Sin embargo, estas instalaciones han permanecido abiertas en todo este período, una opción sobre todo para las familias trabajadoras.

“Pero cuando una siente seguridad en un lugar, nunca queda espacio para las dudas. Yo enseguida hablé con la directora, porque estaba preocupada. Ella enseguida me explicó y mostró cómo se estaban llevando a cabo las medidas higiénico sanitarias para proteger a los niños”, añadió.

TRADICIONES HISTÓRICAS

Cuando triunfó la Revolución cubana, la educación de los niños desde el nacimiento hasta los seis años era limitada. Existían escasos centros en todo el país con malas condiciones. Por ello, en el acto de fusión de las organizaciones femeninas revolucionarias, en el salón-teatro de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el 23 de agosto de 1960, el Comandante en Jefe, Fidel Castro indicó que era preciso estudiar todos los problemas de las mujeres cubanas que tenían que trabajar y no tenían dónde dejar a sus hijos.

Así, el 10 de abril de 1961, surgen por primera vez en Cuba estas importantes instituciones educacionales para los niños de 0 a 6 años. Paralelamente se crearon también los primeros centros formadores de personal para esta labor.

“El círculo infantil es, quizá, la más importante institución de Educación de este país, les digo que es tan importante un círculo como una Universidad, es más, voy a decir más, es casi más importante el círculo que la Universidad, porque allí es donde el niño adquiere los primeros hábitos de la vida social (…)”, significó el Comandante en Jefe, al inaugurar el círculo infantil Los Abelitos, en La Habana.

Al día de hoy, 1087 círculos infantiles tienen una matrícula de 137 570 niños, destinatarios de un proceso educativo con diversas actividades de juego de roles, y de contenidos sociomorales, de lenguaje, de relación con el entorno, de educación estética y de motricidad.

SEGURIDAD Y COMPROMISO

Pudiera pensarse que ante la existencia de una enfermedad como el coronavirus, la “solución idónea” era cerrar los círculos infantiles. Sin embargo, algunas madres han debido de continuar con sus labores. Por tanto, y bajo estrictas normas higiénico sanitarias, 880 instituciones se mantienen brindando servicio en el país, donde son atendidos y realizan sus actividades un total de 35 mil 657 niñas y niños.

Para los infantes que han permanecido en casa se ha reservado espacio en la amplia programación docente televisiva, sobre todo de orientación a las familias, que se completa con la labor en la comunidad de educadoras, maestras, promotoras y ejecutoras, que a los hogares acuden con hojas de trabajo, para indicar y ayudar, explicó a la prensa la Doctora Marlén Triana Mederos, directora general de la Educación Básica en el Ministerio de Educación (MINED).

Aun cuando existen muchas razones para celebrar los éxitos de centros educacionales como estos, la Doctora comentó sobre sus retos. Entre ellos lograr la estabilidad y permanencia del personal que labora en ellos, priorizar la preparación metodológica de educadoras y auxiliares pedagógicas, un personal sin dudas con una formación muy heterogénea, así como consolidar el trabajo con la familia para que pueda esta desempeñar mejor el rol protagónico que le corresponde en la educación de los pequeños.

Pero este día, cuando se aplauda a las nueve, pensemos también en el personal que con sumo cuidado, labora en el cuidado y educación de nuestros infantes.


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Claudia Yilén Paz

Periodista. Santiaguera de nacimiento e hija adoptiva de Matanzas, siempre cubana. Fan del chocolate y las golosinas. Recolectora de libros y canciones de Buena Fe.


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