Las ocho naciones integrantes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA) instalan este sábado su XI Cumbre de jefes de Estado o de Gobierno -que ya es calificada de histórica-, con el propósito fundamental de analizar 16 puntos básicos, uno de los más importante de ellos: la creación de una zona económica común que contribuya a paliar las consecuencias de la crisis capitalista global.
Este viernes comenzaron a llegar a una engalanada Caracas los presidentes de países miembros del ALBA, entre ellos el cubano Raúl Castro Ruz y el premier de Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer, así como el mandatario haitiano Michel Martelly, cuyo país figura como invitado especial del ente, mientras estudia la incorporación plena.
Los líderes latinoamericanos y caribeños participan en horas de la mañana de hoy en el acto conmemorativo del 4 de febrero de 1992, una acción política que Chávez calificó como “un acontecimiento legitimado, incluso antes de ocurrir”, según expresó en reciente entrevista con el periodista y ex vicepresidente del gobierno bolivariano José Vicente Rangel.
Esa revolución se legalizó con el triunfo de 1999, cuando el líder bolivariano asumió la dirección de la nación suramericana, dándole un giro de 180 grados a la política en un país hasta entonces aliado de Estados Unidos.
NUEVA ETAPA PARA EL ALBA
La organización integracionista fue constituida en el 2004 por los líderes revolucionarios Fidel Castro, de Cuba, y el venezolano Chávez, en el interés de crear un mecanismo integracionista que permitiera la unión económica, soberana e independiente, sin las ataduras ni los conceptos ideológicos que sustentan al neoliberalismo.
En la actualidad, son miembros plenos, además de los fundadores, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbudas y San Vicente y las Granadinas. Hay varias propuestas recibidas de naciones de América Latina y El Caribe para incorporarse al ALBA. Se espera que en esta reunión se ratifique la entrada de otros miembros plenos e invitados especiales.
En opinión de medios políticos, ya están creadas las condiciones para poner en funcionamiento una franja económica común del ALBA, luego de siete años de experiencia en ese rubro. Esa área abrirá nuevas posibilidades de expansión en el continente, teniendo en cuenta el éxito alcanzado por la Alianza en la actividad económica, y en la política, y en los programas sociales.
En la continua y sostenida labor de preparación por parte de especialistas de esta zona económica anunciada por Chávez, el ALBA avanzó en el Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre. Un sucre equivale a un dólar), las empresas mixtas Cuba-Venezuela, el Banco del ALBA, las empresas Grannacionales y el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP).
Una de las bases de sustentación de la Alianza es la complementación económica y social, que tiene como prioridad al ser humano, en especial los más pobres. De ahí que grandes empresas, como PETROCARIBE equivalen a mantener la independencia y la soberanía nacional, sin que constituya un obstáculo la situación económica de los socios.
El ALBA se plantea, con este nuevo paso con Caracas como escenario, el incremento del comercio intrazona, con un desarrollo de calidad, y énfasis en la demanda interna.
Hace dos años, los líderes de la Alianza acordaron la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica. Entonces también se decidió un Coordinador de Política Económica, el que podría ser nombrado en la actual Cumbre.
Fuentes vinculadas al bloque indicaron que la experiencia de las empresas mixtas Cuba-Venezuela resultan importantes para los restantes asociados, si se tiene en cuenta que, hasta ahora, son 63 millones las personas que componen el mercado del ente, con un intercambio comercial de 70 mil millones de dólares.
Otro de los propósitos de la cita es la evaluación de los Presidentes y Primeros Ministros de alcanzar la soberanía alimentaria en sus integrantes y la independencia tecnológica, lo cual les permitirá elevar significativamente los niveles de producción usando sus materias primas, que ya no serán vendidas para satisfacer la avaricia de las naciones desarrolladas.
El ALBA, ya consolidada como una organización política, - de lo que ha dado muestras fehacientes -, y de mejoramiento de la calidad de vida de los pueblos de los Estados miembros, ahora se centra en consolidar sus bases económicas, en lo que se considera el inicio de una búsqueda de espacios para expandirse, sobre la base de la complementariedad y el comercio justo.
NUEVOS E IMPORTANTES ACUERDOS
Para llegar a la cita de este sábado y domingo se han realizado una serie de reuniones preparatorias: las del Consejo Político, con la presencia de los Cancilleres o sus representantes que se analizaron los 16 temas fundamentales que serán puestos a consideración de los líderes del ALBA, la del Consejo Económico, con los Ministros de Economía, el Consejo de Movimientos Sociales, la de los partidos políticos de las naciones miembros, y la de los medios de comunicación.
El titular de Exteriores venezolanos, Nicolás Maduro, adelantó que previa a la XI Cumbre se evaluó la posibilidad de instalar una red de medios de comunicación públicos y alternativos de la Alianza, a fin de contrarrestar las campañas mediáticas de los órganos de prensa privados, al servicio del gran capital.
Otros temas de interés serán expuestos por los Cancilleres, entre ellas varias resoluciones dirigidas a dinamizar la actividad continental, rechazo al colonialismo, solidaridad con otras naciones del continente, el crecimiento interno, además de la interacción con la recién creada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
XI Cumbre del ALBA busca fortalecer capacidad económica
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