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domingo, 24 de noviembre de 2024

La cábala egipcia

Programadas las elecciones en el país de los faraones, nadie se atreve a hacer pronósticos...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 19/03/2012
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Protesta en Egipto
Las elecciones en Egipto comienzan bajo masivas protestas populares

Finalmente, a la distancia de un año del derrocamiento del gobierno de Hosni Mubarak a cargo de masivas protestas populares, Egipto realizará elecciones presidenciales casi a finales de mayo.

La forzada salida del ex mandatario, acusado de dictador y sátrapa, fue seguido por el control militar sobre el poder ejecutivo, una decisión que volvería a llenar las calles de manifestantes en demanda de comicios democráticos para iniciar los cambios que urgen en aquella sociedad.

Según las primeras informaciones sobre el asunto, en las primeras jornadas para inscribir postulantes a la jefatura del Estado, casi 150 personas acudieron a las mesas con el propósito de conocer sobre los requisitos que formalizan tales aspiraciones, entre los que se cuentan sumar no menos de 30 mil firmas de adeptos.

De hecho, figuran entre los que han hecho público su interés en aspirar a la presidencia egipcia, varios colaboradores del gobierno del depuesto Mubarak, incluido su ex segundo Omar Suleiman, quien fuera jefe de los servicios secretos nacionales y ocupara su último cargo oficial en medio de las protestas populares que depusieron al dictador.

Otro de los que ha anunciado su postulación es Mansur Hasan, presidente del Consejo Consultivo egipcio, el órgano asesor creado por la Junta Militar como entidad asesora civil durante la llamada “etapa de transición gubernamental”.

Según la prensa local, “Hasan se presenta como independiente, aunque cuenta con el apoyo del partido opositor Wafd, que respalda su candidatura tras una votación interna en la que obtuvo más sufragios que Amro Musa, ex secretario general de la Liga Árabe, que también concurrirá a las presidenciales.”

Por su parte Mansar Hasan se apresuró a afirmar que no dependerá de ningún partido o tendencia política, y negó que haya solicitado el apoyo de la Junta Militar.

La lista de presidenciables incluye además a ex altos jefes militares y a líderes ligados a las tendencias musulmanas de corte extremo como Abdel Menem Abul Futuh, y las personalidades islamistas Hazem abu Ismail y Mohamed Salim al Aua, entre otros.

De manera que el mosaico es sumamente nutrido, lo que complica las preferencias y tiende a dividir ampliamente al electorado, con más razón cuando ninguno de los candidatos consta aún con amplia ventaja sobre los otros.

No obstante, lo que parece ser cierto es que el que resulte electo en primera o segunda vuelta, deberá vérselas con un parlamento de mayoría islamista que, entre sus intenciones manifiestas, ha proclamado recortar las atribuciones del futuro presidente a escala constitucional, de manera de evitar poderes omnímodos como el que ejerció Hosni Mubarak hasta febrero del 2011.

Por lo demás, en materia de política externa, se atisba además en el legislativo una ruptura en materia de connivencia con Israel, a la que los nuevos parlamentarios han comenzado a titular “la entidad sionista”, y contra cuyas acciones agresivas se reclaman respuestas concretas y no las pretendidas condenas verbales con las que se contentaban las depuestas autoridades, a tono con sus estrechos lazos con Washington.

De manera que estos son los rieles políticos que empiezan a entrar en juego con vista a la instalación de un nuevo gobierno egipcio, sin dejar de contar, desde luego, con la experiencia movilizativa que suman hoy las masas nacionales, y que no debería ser soslayada o pasada por alto por quien o quienes pretendan hacerse del renovado bastón de mando.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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