En un año de elecciones presidenciales, mientras la oligarquía se prepara para atacar a su gobierno desde diferentes flancos, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, disfruta hoy de la aceptación de más del 60 por ciento de la población, en especial de los estratos más pobres y por ende los más beneficiados por los grandes proyectos socio-económicos puestos en marcha por la Revolución Bolivariana.
Así lo confirmó este lunes Germán Campos, director de la encuestadora Consultores 30-11, una empresa de opinión social, quien dijo que la investigación se había realizado poco después de que la derechista Mesa de Unidad Democrática (MUD) eligiera a Henrique Capriles Radonski, gobernador del estado de Miranda, como contrincante de Chávez en los comicios presidenciales del venidero 7 de octubre.
En entrevista con el programa televisivo Toda Venezuela, Campos indicó que los votos recibidos por Capriles representan a la militancia activada del sector opositor. Ello sólo significa, precisó, que la población conoce quién será el candidato de la oligarquía que enfrentará a Chávez, hasta ahora reconocido como el político más popular de su país, y ganador de las elecciones si estas se realizaran hoy.
Lo cierto es que a Chávez no le preocupa demasiado, al parecer, la elección del también ex alcalde de Baruta, de 39 años, como su contrincante.
En ese sentido expresó: “Les vamos a ganar”, en alusión a los partidos de la oposición que de manera comprobada responden a Estados Unidos, el más furibundo enemigo de la Revolución Bolivariana, liderada por el mandatario y en la cual se encuentra inmersa la gran mayoría del pueblo venezolano.
Hay que recordar que Miranda es uno de los tres estados de los 23 de la nación suramericana que no está en manos revolucionarias. En noviembre del 2008 el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) arrasó con los votos en las elecciones generales y ganó en 20 territorios.
En sus primeras declaraciones tras ser electo como representante de los partidos de derecha en los próximos comicios, Capriles significó que hará una campaña con los grupos más pobres de Venezuela (los mayores defensores del chavismo), a los que prometió escuchará sus pedidos en todos los rincones del país
Sin embargo, tuvo que reconocer que Chávez, quien orienta la política hacia la construcción del llamado Socialismo del Siglo XXI, “puso el tema de la pobreza en primer lugar, lo que era algo absolutamente necesario”, en un enmascarado tono conciliador, como si sus pretensiones fueran aprovechar lo bueno del actual sistema político, pero “llevando a Venezuela al progreso”, algo difícil de entender si se analizan los logros de la Revolución Bolivariana.
LOS VENEZOLANOS ESTÁN CLAROS
La población venezolana conoce bien a Henrique Capriles, pues aunque joven ya posee notable experiencia al servicio de los intereses oligárquicos.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, junto al canciller Nicolás Maduro, brindó este lunes una conferencia de prensa en la que expresó sus dudas sobre el resultado de los comicios internos de la oposición (en que pueden participar todos los electores del país).
Según el Consejo Nacional electoral, este domingo votaron en las primarias opositoras dos millones 904 mil 710 electores- de los 17 millones 951 mil 638 venezolanos habilitados para hacerlo tanto en el país como en el exterior, de acuerdo con el corte realizado por el Consejo Nacional Electoral en octubre del 2011.
Cabello, quien calificó a Capriles de “candidato del capitalismo y del imperialismo”, afirmó que detrás de él están todos los grandes grupos económicos venezolanos y también algunos foráneos.
El también primer vicepresidente del PSUV cuestionó la cifra de electores que presuntamente concurrieron a las urnas.
En ese sentido destacó que era “materialmente imposible que las siete mil 691 máquinas automáticas utilizadas para recoger los votos hayan procesado dos millones 904 mil 710 electores en las ocho horas que estuvieron abiertos los centros de votación”.
El dirigente socialista expresó que lo ocurrido este domingo “está lleno de incertidumbres y dudas” y advirtió que comienza ahora una contienda para la cual “el pueblo chavista está preparado”.
Precisó que desde enero se están visitando los hogares venezolanos, uno por uno. “El PSUV está en la calle para buscar eliminar la desigualdad social en esos lugares donde aún persiste (...) como parte de las líneas estratégicas del partido, para involucrarnos en los problemas del pueblo”, puntualizó.
QUIÉN ES HENRIQUE CAPRILES RANDOSKI
Hay razones para la duda, ya que tanto Henrique Capriles como los restantes candidatos de la oposición (Pablo Pérez, gobernador de Zulia, la ex diputada María Corina Machado, el ex embajador Diego Arria y el sindicalista Pablo Medina) son bien conocidos por el pueblo de Venezuela.
Hasta ahora, aunque ha moderado su radical lenguaje político, Capriles ha planteado revertir las políticas sociales y económicas ejecutadas por el gobierno nacional.
El opositor venezolano nació en una de las familias más adineradas de ese país el 11 de julio de 1972. Sus parientes cercanos están vinculados al sector de empresas de comunicación —Cadena Capriles-, industrias, monopolios de cines, inmobiliarios y servicios. Sus parientes, y el también, son millonarios.
Procedente de una familia judía rusa-polaca, por parte de su madre Monika, quien llegó a Venezuela huyendo del holocausto y de la Segunda Guerra Mundial, y de judíos sefardías de Curazao, por su padre Henrique, el ahora gobernador de Miranda, abogado de profesión, soltero y sin hijos, se crió entre las figuras oligárquicas más importantes de la nación.
No obstante, su fortuna y sus medios no le privaron de utilizar fondos privados de la ahora estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en 1998 para crear su partido derechista Primero Justicia, luego de abandonar el socialcristiano COPEI, un hecho por el cual fue acusado, en detrimento de sus intereses políticos.
Capriles, quien ahora habla de conciliación y de ayudar a los pobres que aún quedan en Venezuela, ignorando a sabiendas la reducción de la miseria en más de un 40 por ciento en 10 años por la Revolución Bolivariana, y los grandes planes ya realizados y otros en marcha para acabar con ese flagelo, ha mantenido una actitud hostil y contrarrevolucionaria contra Chávez y lo que él representa.
Respondiendo a los intereses de la oligarquía —de la que es un miembro prominente por cuna e ideología- fue uno de los participantes del golpe de estado a Chávez en el 2002, y cumplió 119 días de cárcel por penetrar en la Embajada de Cuba — que elementos contrarrevolucionarios trataron de asaltar, luego de romper sus autos-, en la supuesta búsqueda allí del entonces vicepresidente Diosdado Cabello.
En aquella ocasión nada hizo por detener las hordas de opositores que, con el pretexto de encontrar a Cabello, quebraron las leyes internacionales de inmunidad diplomática, expresando así su odio contra Cuba y sus relaciones con el Gobierno bolivariano, ya que la sede diplomática de la isla radica en la jurisdicción donde era Alcalde.
Un año después de ocupar la gobernación de Miranda, en 2008, Capriles fue acusado de estafa y delitos de corrupción durante su gestión como alcalde de Barutas, municipio del área metropolitana de Caracas, hecho por el que recibió una inhabilitación administrativa. La decisión de la Contraloría está vigente, pero se le mantienen sus derechos políticos, por lo cual se presentó a la precandidatura de las primarias de la oposición ganadas este domingo.
Con estos antecedentes es muy difícil ni siquiera pensar que el pueblo venezolano, muy identificado con su presidente, considere a Capriles una opción para sustituirlo, ni un político digno de ocupar la Primera Magistratura, cuando ya es sabido que, si ganara, saldrían a flote sus verdaderas intenciones de retornar a Venezuela al capitalismo y colocarla de nuevo como una de las principales aliadas de Washington en la región.
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