El presupuesto de Cuba históricamente ha sido un presupuesto social destinado esencialmente a garantizar los derechos de todos los ciudadanos.
Poco menos de 20 mil millones de pesos están destinados a la salud y la educación, y otra gran parte también se distribuye para la financiación de programas sociales y servicios como el deporte, la defensa, la protección medioambiental, los servicios comunales y la defensa.
Gracias a esto, a pesar de las carencias, nuestro país ha podido mantener los programas sociales que benefician a todo el pueblo.
Este año ha habido un crecimiento en el gasto en cuanto a la seguridad social. Según plantea la Directora General de Atención Institucional del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), Lourdes Rodríguez Ruiz, en 2019 los gastos en este sector aumentaron en alrededor de 230 millones de pesos, debido al incremento el pasado año de la pensión de jubilación mínima y el salario mínimo en algunos sectores.
Los gastos de la seguridad social representan el 17% del total de gastos de la actividad presupuestada del país. Un 18% de estos gastos se recauda por el descuento del 5% de los salarios del sector empresarial a partir de la Resolución no. 261/2016 del MFP.
Pero, esto no significa que se deje de lado las inversiones para el crecimiento de la economía. Se potencia la autofinanciación de las empresas y la inversión en innovaciones científicas y tecnológicas que aumenten su productividad, las exportaciones y contribuyan a la demanda nacional. A esto se incluye que las propias empresas creen su reserva para actuar en casos de dsastres naturales.
Con el objetivo de que el presupuesto central se dedique a tareas sociales, a las entidades presupuestadas y a financiar obras de infraestructura como la implementación de fuentes de energía renovable, el transporte y proyectos de conservación como los de La Habana.
Otro aspecto fundamental que ha tomado auge en los últimos años ha sido la autonomía municipal para ejecutar parte de sus ingresos, aunque todavía pocas son las provincias que logran cubrir sus gastos sin la ayuda del Estado.
El presupuesto local
Parte del presupuesto estatal, un 13 %, lo conforman los tributos de los trabajadores no estatales. En el caso de los municipios, contribuyen de un 25 % a un 30%. Es por ello que, como ha expresado el Director General de Política Fiscal del MFP, Vladimir Regueiro, es necesario que estos trabajadores paguen en tiempo y de manera voluntaria sus impuestos. Ya que sus contribuciones aportan al financiamiento de los programas sociales del país.
También uno de las principales beneficios del impuesto a los trabajadores no estatales es su contribución al desarrollo local, conocida también como el 1%, que este año llega a los 800 millones de pesos para gastos, aproximadamente, con la novedad de que La Habana y el municipio especial Isla de la Juventud, podrán ejecutar el 100% de los ingresos recibidos por el tributo de estos trabajadores.
Esto lleva consigo una gran responsabilidad, puesto que si bien se contaría con más dinero en el bolsillo para realizar más obras, trae la dificultad de saber gestionar bien los recursos financieros de cada localidad y aprovechar la autonomía que el Estado les brinda.
Al respecto, la directora general de Atención Territorial del MFP, Loida Obregón González, ha manifestado que se debe ejecutar el presupuesto local de forma balanceada entre las entidades presupuestadas y las empresas. Señaló que lo esencial es cumplir con el objetivo principal: que se logre invertir en proyectos que generen un mayor nivel de ingresos a la localidad para mejorar su nivel de vida. Inversiones que generarían, a su vez, un mayor presupuesto local para futuros planes de desarrollo.
Lamentable resultaría actuar sin saber, sin cuestionar al pueblo sobre sus necesidades e invertir en proyectos fallidos que no generen los beneficios o ingresos esperados. También existe el problema del desvío ilegal de recursos, la corrupción y el vandalismo, males que hay que erradicar para que las inversiones fluyan sin contratiempos.
Será un nuevo reto con la puesta en marcha de los planteamientos de la nueva Constitución de Cuba, aprobada por el pueblo con el 86,85 por ciento de los votos a favor, el ejecutar con sabiduría el presupuesto local, puesto que los municipios y provincias tendrán aun más libertad en sus gestiones, según lo estipulado. Este año habrán nuevos desafíos, pero también nuevas oportunidades para el desarrollo local.
OtroCubanoMas
11/3/19 11:06
Sobre este artículo, en primer lugar, felicitar a la periodista y a Cubahora por darle seguimiento a estos temas económicos, pero …
Considero que en el artículo aparecen ciertos malentendidos.
Por ejemplo se cita: “Otro aspecto fundamental que ha tomado auge en los últimos años ha sido la autonomía municipal para ejecutar parte de sus ingresos, aunque todavía pocas son las provincias que logran cubrir sus gastos sin la ayuda del Estado.”
Al respecto mencionar que la autonomía municipal relacionada con la autonomía para ejecutar parte de sus ingresos, concretamente el 1% de la Contribución Territorial, no se relaciona directamente con los gastos planificados para los municipios en el presupuesto, de hecho este 1%, no se incluye en dicho presupuesto ni en el Plan de la Economía. Además, casi todos los municipios si cubren sus gastos corrientes con sus propios ingresos, constituyendo lo que se denomina el presupuesto cedido, es decir, ingresos del municipio que el nivel central le cede al municipio para que cubra sus propios gastos corrientes.
Pero estos gastos corrientes no se dirigen al desarrollo, ni siquiera garantizan los mantenimientos, por lo que actividades relacionadas con el mantenimiento, reparaciones e inversiones (siempre hablando del sector público), si le son necesaria en gran medida el aporte proveniente de los municipios superavitarios, mediante el Presupuesto Central del estado, desagregado hacia todos los territorios del país.
Saludos
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