Hace algunos años Alicia y Ernesto obtuvieron la ciudadanía española y se reencontraron con sus familiares en otro extremo del mundo. Alicia y Ernesto, como otros cubanos cualesquiera, en cada una de sus salidas del país han importado artículos hogareños, pero nunca se han decidido a comprar el refrigerador familiar que tanto añoran. Por el peso del electrodoméstico, las aerolíneas se niegan a transportarlo, y hacer un envío en barco puede demorar hasta un año y el equipo llegar a Cuba dañado.
El martes 15 de octubre, cuando ministros y funcionarios del gobierno anunciaron en la televisión la apertura de una red de tiendas en moneda libremente convertible (MLC) para la venta de estos y otros artículos, la pareja sintió cumplido un anhelo.
Una semana después, según lo establecido, Alicia comenzó el proceso para poder efectuar la compra una vez abiertas las tiendas. Primero la cola para hacer el depósito, luego, la espera de los siete días establecidos por la sucursal del banco para recoger la tarjeta.
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Para conocer el estado de opinión de nuestros lectores al respecto, Cubahora publicó el foro debate Nuevas tiendas en divisas para los cubanos: inquietudes y expectativas, el cual generó diversidad de criterios e inquietudes. Por ello, nos dirigimos a algunos establecimientos de este tipo en la capital para verificar cómo marcha el proceso a menos de un mes de creados.
Tienda de electrodomésticos del Focsa (Foto: Claudia Yilén Paz/ Cubahora)
Para Diosdada Torres, cuentapropista vecina del municipio Marianao, esta medida ha sido de mucho beneficio para una parte de la sociedad. “Esta es una oportunidad para aquellos que no podemos viajar a importar estos equipos, y en lo particular estoy contenta. Yo con el dinero que he ahorrado durante mis años de trabajo pude crearme la tarjeta y aquí estoy a la espera de que surtan las neveras para poder llevarme una a casa”.
Sin embargo, en la mañana del martes, Diosdada y otro grupo de personas formaban nuevamente una cola en la entrada de la tienda Colorama, del municipio Playa, porque en la tarde del día anterior no alcanzaron a comprar dicho equipo. Al respecto, Ricardo Bonilla, administrador de la entidad, refirió que la demanda es mayor que la oferta y que las ventas han crecido desde que se implementa este tipo de comercio aquí.
“Colorama era anteriormente una tienda convencional de equipos electrodomésticos. Al pasar a esta nueva modalidad se ofertan nuevos equipos que hasta entonces llegaban al país por importación de personas naturales. Ahora se abaratan los costos y las gestiones, pues se reduce el tiempo de espera por importación, cuentan con un tiempo de garantía y sobre todo el cliente tiene la confianza de que no se le estropee durante la transportación”, explicó.
Otra de las inquietudes repetidas por los clientes de la tienda fue la incertidumbre con respecto a la estabilidad del surtido. Algunos refirieron que no tienen certeza sobre si va a existir o no y en qué horarios. Algo que genera malestar por el tiempo de espera o de ausencia en sus respectivos centros laborales.
Al respecto, Migdiala Lemus, jefa de piso del establecimiento, hizo referencia a la solicitud del surtido. “Nosotros hacemos a diario un pedido de toda la mercancía en general que se está vendiendo. Luego depende de la disponibilidad que exista en los almacenes y la distribución que hagan de esa mercancía”.
Los exhibidores son electrodomésticos demandados por la población, sobre todo por el sector cuentapropista (Foto: Claudia Yilén Paz/ Cubahora)
Similar ocurrió en el departamento de electrónica del Focsa, donde una larga fila de personas esperaba la llegada de las neveras. Iraymiz Bartutis, comercial del punto de venta comentó a Cubahora que este es uno de los productos más demandados por la población, junto con los split de una tonelada.
“Acá hacemos el pedido dos veces al día, por la mañana y en la noche antes de cerrar, y todos los días nos surten, aunque no nos llega completo. Dentro de los electrodomésticos con bastantes ventas figuran también los exhibidores, muy demandados por los cuentapropistas”.
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Alicia y Ernesto, tarjeta en mano, se dirigieron a la tienda más cercana a su vivienda para hacer la compra. Al fin el sueño cumplido, pensó Alicia, que por un minuto revisó en su memoria aquellos días de incertidumbre parada frente al refrigerador en una tienda mexicana. Por esta vez se ahorraba el pago del envío, y el susto de saber si llegaría o no en buen estado a casa.
Pero al llegar al establecimiento el producto se había agotado. Los días de trámites en el banco supusieron un atraso para la familia.
Otra vez la incertidumbre. Ernesto, que ha preguntado ya en varias sucursales habaneras no sabe si este tipo de equipo volverá a venderse, al menos en un corto período de tiempo, los dependientes tampoco. Entonces, el dinero depositado no lo puede extraer. Entonces su mejor opción es comprar otro electrodoméstico y venderlo luego con unos pesos demás para recuperar la inversión. Pareciera un estado cíclico.
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Según Ricardo Bonilla, la venta de equipos electrodomésticos no es sencilla. “Estos equipos hay que revisarlos y probarlos, hacer los papeles de propiedad y garantía a los clientes. El cliente tiene que salir del establecimiento conforme y seguro de que su equipo está en óptimo estado de funcionamiento. Cuando los clientes preguntan por algún artículo en específico, solo podemos decirle lo que sabemos, que hicimos el pedido, porque desconocemos con qué cuenta el almacén o cómo harán la distribución".
Proteger los derechos de los consumidores continúa siendo una premisa en estos establecimientos también. Por tanto, se hace indispensable mantener un sistema de comunicación e información más fluido entre vendedores y clientes, que estos últimos sientan la importancia que revisten para quienes los atienden. Asimismo, pudiera implementarse mejor la gestión desde estos establecimientos, con mayor precisión para evitar malestares y aglomeraciones.
Marta
9/9/20 8:28
Pudieran actualizar el mapa de tiendas MLC?
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