Toirac ya no es un niño

La mesa está (casi) servida. Pletórico de novedades, el próximo lunes dará inicio el Campeonato Mundial de Boxeo, con sede en Almaty, Kazajstán, donde la selección cubana pretende ceñirse tres o más fajines para recuperar el primer lugar por países, que no logra desde la cita de Mianyang, China 2005.   

El equipo timoneado por el técnico guantanamero Rolando Acebal, incluye a seis púgiles que repiten de la última edición del orbe, dirimida hace dos años en Bakú. Los restantes cuatro debutan en una justa tan exigente, en la cual se combatirá por primera vez sin cabecera en un torneo oficial de la AIBA y la votación de los jueces será mediante boletas, cada vez que finalice cada uno de los tres asaltos.

Y uno de los chicos que asistirá por primera vez a un Campeonato Mundial será el talentoso peso supercompleto capitalino Yoandry Toirac, quien, después de un pormenorizado análisis del colectivo de entrenadores, ganó el boleto en dura porfía con el bronce mundial José Ángel Larduet. Hoy, el joven conversa con los lectores de Cubahora.

—¿Cómo ves al equipo?

—Todos hemos entrenado muy bien y hubo pugna entre varios atletas en cada división para hacer el grado. En mi caso particular, creo que haber obtenido el oro en el Campeonato Panamericano de Chile, el mes pasado, decidió mi puesto. Larduet es un fuerte rival, pero los entrenadores confían en mí. Me siento muy feliz porque me hayan escogido y no los haré quedar mal. Creo que no es un sueño hablar de tres o más títulos para lograr el primer puesto por países. Eso sí puede suceder y estamos seguro de que lo lograremos.

—Pero en tu división hay boxeadores muy fuertes y experimentados como el italiano Roberto Camarelle, el inglés Anthony Joshua y el azerbaiyano Mahammadrasul Macidov, ¿cómo te has preparado para enfrentarlos?

—Yo confío en mi arsenal técnico-táctico. Contra ellos o cualquier otro rival que me toque trataré de mantener siempre la mano delante, combinada con mi rapidez de piernas. Por demás, el trabajo en el gimnasio con las pesas me ha permitido no solo fortalecerme físicamente, sino también aumentar de peso, ahora estoy en 104 kilos, y con ello, he mejorado mi pegada. Estoy decidido a colarme en el podio de premiaciones.

—Hasta hace muy poco peleabas con cabecera en la categoría juvenil, pero a partir de ahora ya no podrás usarla, ¿te será muy complicado?

—Yo antes era un niño, pero ya he crecido bastante y sé que enfrentaré a rivales que pegan. Con la cabecera, los golpes dolían menos. Pero a mí, eso no me preocupa en lo absoluto. Ese aditamento molesta mucho y lo que se necesita es tener buena defensa, moverse constantemente para estar lejos del alcance de los puños del rival. Ahora es vital poseer muy buen desplazamiento sobre el ring.

—¿Qué piensas sobre el tema de la remuneración de los deportistas?

—Esto es muy positivo y es una nueva motivación para cada atleta, que se esforzará mucho más mientras mejor sea el pago que recibe por sus resultados competitivos.