Ciertamente, como reza el viejo adagio, hay ocasiones en las que “no se le puede pedir peras al olmos”. Por eso, considero loable el tercer puesto solventado por la selección cubana sub 17 de fútbol, en la fase final del Caribe disputada en Haití.
Si se tiene en cuenta una vez más, que los equipos de la Isla viajan a esos certámenes sin partidos de fogueo internacional, y lo más que resuelven en la preparación es mover el balón contra elencos nacionales, es muy poco serio pedirles que regresen a casa con una corona.
La otra “cara de la moneda” es que sus oponentes juegan mucho fuera y dentro de casa, y los directores técnicos pueden ver sobre la cancha cómo trabajan sus alumnos frente a un rival que posee determinado diseño de juego. Eso, a la postre, favorece el planteamiento táctico sobre la cancha.
En la grama del estadio Sylvio Cator, de Puerto Príncipe, la tropa del timonel guantanamero Fidel “Jiquí” Salazar rubricó en la fase eliminatoria un saldo de dos victorias (5-0 a Guadalupe y 1-0 a Martinica) y una derrota de 0-3 contra el favorito cuadro de Jamaica. Este fracaso le imposibilitó discutir el título del Caribe y “conformarse” con la disputa del tercer escaño frente a Santa Lucía.
Entonces, en pos del bronce, los cubanitos vencieron 2-0, con goles del delantero Carlos Zebranco y Raycharles Herrera.
Así, los discípulos de Salazar terminaron el torneo con tres victorias, un solo revés y promedio de ocho goles a favor y tres en contra. Pero como se aprecia, esas tres dianas negativas fueron ante los jamaicanos, que tradicionalmente han buscado formas para conseguir topes internacionales de fogueo a todas sus selecciones.
Con esa actuación, la selección cubana aseguró un boleto para el torneo premundial, que se dirimirá el año próximo en Honduras.
Todos conocemos las dificultades económicas por las que atraviesa la Isla. Por tanto, el movimiento deportivos y su máximo organismo, el INDER, no constituyen la excepción. Cuba ha asistido a dos Copas del Mundo sub 17 años, dirimidas en Escocia 1989 e Italia 1991. Y si queremos clasificar para la próxima, tocará a la Asociación Cubana de Fútbol hacer los análisis pertinentes para que esos talentosos chicos puedan tener topes frente a selecciones foráneas, ya sea allende los mares o en nuestro estadio nacional Pedro Marrero. ¿Qué me dicen?
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