Shaqiri, dueño de toda la magia y Ecuador se despide

De los veintidós jugadores que salieron al campo del estadio Arena Amazonia solo uno tuvo en sus botines magia suficiente para marcar la diferencia. Xherdan Shaqiri , el pequeñito de Suiza, fue durante el tiempo que estuvo en la cancha una suerte de adalid para los suyos y de verdugo para sus rivales.

Los helvéticos necesitaban ganar y lo hicieron de forma categórica ante un rival que no le ocasionó demasiados contratiempos. Un triplete de Shaqiri fue el resultado de un planteamiento táctico que a todas luces buscaba la mayor ventaja posible. De las tres dianas sobresale la primera, un potente disparo desde el borde del área que luego de un excelente desmarque dejó sin opciones al guardameta centroamericano.

Ya en la segunda fase el desafío no será sencillo para los europeos pues tendrán que medirse a una Argentina que si bien no ha desatado todavía el máximo de sus potencialidades cuenta con un Messi más que inspirado, fino y con hambre de gol, condiciones que hacen de la pulga una máquina indetenible.

Honduras, por su parte, volvió a mostrar carencias tanto en defensa como en ataque y para colmo de males quedaron sin su principal referencia ofensiva cuando Carlo Costly debió abandonar el terreno a causa de una lesión muscular.

En un torneo en que las selecciones latinoamericanas han sido protagonistas, los catrachos fueron esta vez la nota discordante aún cuando tuvieron enfrente rivales tan complicados como la propia Suiza, Francia y Ecuador. A pesar de esto, los dirigidos por Luis Fernando Suárez nunca estuvieron a la altura de un grupo que les resultó sobrecogedor, definitivamente imposible.

Ficha del partido

Honduras: Valladares; Beckeles, Bernárdez, Figueroa, JC García (Najar, min.78) ; Boniek, J.Claros, Palacios, Espinoza (Chavez, min.46) ; Bengtson, Costly (Jerry Palacios, min. 43)

Suiza: Benaglio; Lichsteiner, Djorou, Schar, Rodríguez; Behrami, Inler; Shaqiri ( Dzemaili, min.86), Xhaka (Lang, min.76), Mehmedi; Drmic (Seferovic, min.75).

Goles: Shaquiri, min.6; Shaqiri, min. 31; Shaqiri, min.72.

Árbitro: Néstor Pitana (Argentina)

Estadio: Arena Amazonia (Manaos).

ECUADOR SE DESPIDE

A Ecuador le faltó ambición y ganas. El poderío de Francia y el conservadurismo se apoderó de los dirigidos por Reinaldo Rueda. En la primera mitad apenas inquietaron la meta de Hugo Lloris, mientras que Pogba y Griezmann dirigían el ataque de los galos sobre el arco ecuatoriano.

Todo el partido estuvo marcado por el gran control de les bleus; no dieron el más mínimo chance a La Tricolor que no mostró mucho interés por llegar a octavos de final. No obstante, el primer tiempo terminó con el resultado gafas en el marcador y las esperanzas de los sudamericanos se mantenían intactas, hasta que Antonio Valencia propinaba una plancha a Digne cuatro minutos después de comenzar la reanudación. Fue un golpe de gracia.

Ecuador se dedicó a defender y su guardameta a realizar atajadas de otro mundo. Si un desorientado hubiese visto el juego, juraría que a los de Rueda les bastaba con el empate. Solo en los últimos compases los jugadores comenzaron a buscar con contraataques la meta gala. Sí, con contraataques, porque los franceses jugaban como si la victoria fuese imprescindible.

Cuando el árbitro decretó el final del encuentro, Ecuador estaba fuera con justeza. Era surrealista, pero en ningún momento los del continente buscaron un gol que les permitiese colarse a octavos, ni siquiera cuando sabían que Suiza iba goleando a Honduras. Cosas de fútbol.

Ficha del Partido

0.Ecuador: Domínguez; Paredes, Guagua, Erazo, Ayoví; Antonio Valencia, Minda, Noboa (Caicedo, 90’), Montero (Ibarra, 63’); Arroyo (Achilier, 81’) y Enner Valencia.

0.Francia: Lloris; Sagna, Koscielny, Sakho (Varane, 61’), Digne; Pogba, Schneiderlin, Matuidi (Giroud, 67’); Griezmann (Remy, 79’), Benzema y Sissoko.

Árbitro: Noumandiez Doue, de Costa de Marfil. Roja a Antonio Valencia (49’) por una brutal entrada a Digne. Mostró tarjeta amarilla a Erazo (83’).

Incidencias: partido de la última jornada del Grupo E del Mundial disputado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. 73.749 espectadores.