Moscú no cree en lágrimas. ¿Por qué 25 atletas?

Veinticinco no es un número grande; es la séptima convocatoria de menor envergadura en la historia de la participación cubana en Campeonatos Mundiales de Atletismo y la menor desde la lid que organizara Paris en el año 2003. Sin embargo, el hecho de que la selección nacional al XIV Campeonato Mundial de Atletismo con sede en  Moscú sobrepase la veintena de atletas ha suscitado muchas interrogantes. Demasiadas, si se tiene en cuenta que la nómina olímpica que llegó a Londres con 47 atletas y razones de mucho menos sentido, sustentando su asistencia, no generó tanto debate en torno al tema de la cantidad / resultados.

Si bien es cierto que solo una docena de los enlistados en esta ocasión parece tener opciones reales de llegar a ser finalistas; entre el inicio de un ciclo olímpico, las facilidades que otorga la IAAF y las concepciones de trabajo de la nueva dirección del atletismo, se estructura el conjunto de razones por las cuales Cuba llegará con 25 efectivos para desafiar los designios del Kremlin.

No es secreto que tras la culminación de los Juegos Olímpicos de Londres, la selección nacional sufrió varias bajas por diversas causas; entre las más notables se puede citar a Dayron Robles- campeón olímpico de Beijing-, Yargeris Savigne- bicampeona mundial-, Yoandri Betanzos, multimedallista en justas del orbe, Alexis Copello, bronce en Berlín y Arnie David Giralt, igualmente premiado en citas bajo techo; además de otro grupo de atletas de resultados de menor relevancia; pero que no dejan de ser importantes.

De lo anterior, y de la naturaleza de este 2013 como primer año del ciclo olímpico que culminará en 2016, se deriva la significativa renovación de la que ha sido objeto la preselección nacional. Pero el "relevo" tampoco ha tenido muchas oportunidades de fogueo y se impone que adquiera la experiencia competitiva con la que deben lidiar en su condición de fuerza base de cara a la participación cubana en Rio 2016.

En el equipo actual, con 25 años como edad promedio, se incluyen algunas figuras establecidas que no deben terminar el ciclo, pero a las que, por diversas razones, se les ha validado el cupo para actuar en Moscú. Precisamente estas, las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero, algunos noveles y el relevo 4x400m, andan en el ojo del huracán mediático por estos días.

Mabel Gay y Yaniuvis López, por citar dos ejemplos,  acceden con marca B y sin muchas posibilidades de acuerdo a sus resultados en la actual contienda; mas, detrás de ambas atletas, hay realidades que sustentan su inclusión.

La triplista santiaguera estará inmersa en su quinto mundial; citas en las que tiene un subtítulo (Berlin 2009) como principal logro. Este año Mabel exhibe 14.32 y 14.26 como saldos más destacados y se ubica decimotercera del ranking mundial; con esto, no entra en los  pronósticos de medallas y tendría que estirarse "bonito" para llegar a colarse entre las finalistas de la lid. Sin embargo, fue la única atleta que estuvo todo el año por encima de los 14m, y fue también de las que permaneció preparándose todo este tiempo; acciones que denotan compromiso. En cuanto a sus incursiones internacionales, su trayectoria en estas citas incluye a Paris 2003 (5to lugar con 14.52), Helsinki 2005 (9º eliminada- 13.83), Berlín 2009 (2º con 14.61) Daegu 2011 (4º con 14.67).

En tanto Yaniuvis López, nuestra única impulsora de bala, muestra 18.15m en este 2013; marca bien cercana a los 18.81m que desde 2009 es lo mejor de su vida. El desarrollo atlético de Yaniuvis tuvo un brusco punto de inflexión dignado por una grave enfermedad (Leucemia), que le fue diagnosticada en 2010 y llegó a poner en peligro su vida.  Ella regresa al equipo en septiembre de 2012 y desde entonces ha mostrado una evolución favorable.

En el disco femenino hay una particularidad interesante; es la especialidad con la única atleta cubana con marca A de la IAAF que no asistirá a Moscú. Yarisley Collado (62.68m), "cuarta" en nuestro país y por ello queda fuera de la convocatoria mundialista. Por delante de ella mandan Yarelis Barrios (67.36), Yaimé Pérez (66.01) y Denia Caballero (63.47). Estas últimas de 22 y 23 años respectivamente, llamadas a convertirse en sustitutas de Barrios, una atleta de 30 años que debe estar apostando por la maternidad después de este 2013.

Entre los noveles, Yorgelis Rodríguez, la más joven del equipo con apenas 18 años, llega a Moscú por derecho propio tras su actuación en el Campeonato Nacional "Copa Cuba", donde registró 6187 unidades (marca A de la IAAF), nuevo récord nacional juvenil. La guantanamera es subcampeona mundial de cadete de Lille 2011 y  campeona mundial juvenil de Barcelona 2012 y está considerada como uno de los mayores prospectos del atletismo cubano y entre las nuevas luminarias de la especialidad en el mundo.

El relevo largo cubano asistió al Campeonato Centroamericano y del Caribe de Morelia, México, con el único objetivo de lograr la marca de asistencia a Moscú y lo materializó (3:03.17). Antes, el 8 de junio, había hecho 3:04.35 minutos (sin William Collazo, quien se encuentra lesionado). A esta posta se le incorpora Omar Cisneros (46.23) quien unirá sus fuerzas a Yoandys A. Lescay, 19 años, con marca de 45.29
segundos este año, inscrito en los 400m individuales y destinado a cerrar; Osmaidel Pellicier Lescay, atleta de 21 años, con marca personal de 46.38 segundos este año; Raidel Acea, atleta de 23 años, con marca personal de 45.90 este año y Orestes Rodríguez, atleta de 24 años, con marca personal de 46.55 segundos, quien, junto a Noel Ruiz, debe ser suplente.

A propósito del Campeonato Centroamericano de 2012, de donde se derivan otras tantas cuestiones, dada la reducida comitiva de solo seis atletas (otros tres asistieron por invitación) con los que Cuba tomó parte por cuestiones de financiamiento.

El deporte, y el atletismo en particular se vuelve más comercial cada día, los cubanos vamos un paso por detrás en este asunto; por tanto, la inserción en el universo atlético se dificulta y, con ello, se ralentiza su rendimiento deportivo. Hoy, aunque el tema se vuelva contradictorio, para  los atletas cubanos ha sido más fácil asistir a un Mundial que a los torneos del área, como es el caso del Centroamericano de Morelia, México.

Pasa que el atletismo, como casi todos los deportes en Cuba, depende del presupuesto que le asigna el Estado para planificar la participación en el calendario internacional. En muchos casos, el tema ha devenido en limitante y fue la causa principal de la pobre asistencia de los cubanos al evento regional celebrado en la capital del estado de Michoacán de Ocampo.

Con los mundiales es diferente, la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) tiene diversos programas de desarrollo global de este deporte, que abarcan servicios de consultoría, superación, publicaciones técnicas, asesorías e investigación científica y asistencia financiera, entre otras.

Para estos eventos, ofrece facilidades a todos los países afiliados, entre las que se citan; el pago de los boletos aéreos, alojamiento y alimentación de todos los atletas que cumplan con las normativas de clasificación; en fin, que corre con casi la totalidad de los gastos de los atletas que acuden. La contemporaneidad impone caminos y el mundial, además de los objetivos que persigue la selección nacional con su grupo élite, abre un espacio ideal para ir insertando otro conjunto de atletas con ascenso
en su rendimiento con vistas a que se nutran de las enseñanzas que siempre deja contender al más alto nivel.

Lo del número también es cuestión de planes. Desde el mes de Abril, la IAAF solicita inscripciones numéricas para las que deja un margen de error de +- 3 atletas. Violar este rango implica una penalización de 1000 usd por cada persona que se salga de los límites planteados.

Así que, otra vez "los dineros" son protagonistas y en el complicado puzle de posibilidades hay que aprovechar todas las oportunidades que surjan, en aras de avanzar por el enredado sendero que conduce a Rio 2016.

Obvio, la selección que llega a Moscú no es infalible, pero vale ponderar que a simple vista da la impresión de que ha sido confeccionada con sentido del rendimiento y con larga visión. Su meta será superar a Daegu (0-1-2) y vengar la paupérrima participación londinense (0-1-2). Objetivos, al parecer, alcanzables; pero que encontrarán respuestas definitivas en la pista del Luzhnikí. De cualquier manera, es mejor “llorar” ahora en Moscú, que hacerlo tres años más tarde en Río 2016.