¿La primera medalla? ¡Ya…!

Como siempre, la primera jornada de un Campeonato Mundial dispara los nervios. Hoy nos referimos a la edición número 30 del correspondiente al judo, que comenzó en la ciudad rusa de Chelyabinsk. Y, por suerte, los integrantes de la comitiva cubana no tuvieron que esperar mucho para esbozar la primera de sus sonrisas. María Celia Laborde terminó con una de las dos medallas de bronce en la división de los 48 kilogramos.

Habría que escribir sin demora, para continuar ensalzando la faena de nuestras muchachas, que ella discutió ese metal con su compatriota Damaris Mestre, con lo cual repitieron la final que vimos en el Gran Premio de La Habana, el pasado mes de junio, en el coliseo de la Ciudad Deportiva.

Y, para continuar ensalzándolas, pues se lo merecen, que mejoraron sus lugares cinco y siete respectivamente, de la edición anterior, celebrada el año pasado en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, la misma que acogió los Juegos Panamericanos de 2007, y lo hará con los Juegos Olímpicos de 2016.

La victoria de Laborde ante Mestre llegó por la vía del ippón, en este caso inmovilización, el cual se ha dicho muchas veces, para tratar de graficar la idea, que es el equivalente al nocao del boxeo.

OTROS ENTRETELONES

Laborde mostró credenciales en la jornada matutina, al lograr los tres éxitos que le abrieron el camino a las semifinales.

En su primera aparición sobre los tatamis no encontró resistencia, y venció por ippón a Aizaada Zhanalieva, de Kirguistán.

Luego, como era lógico, tuvo que apretar un poquitico más el acelerador para dominar por yuko a la coreana democrática Sol mi Kim, quien había sido quinta en Río 2013, y es la subcampeona de continente, muy fuerte en este deporte, principalmente por la presencia de los japoneses, los padres del judo.

Entonces sí le tocó una rival de primerísimo nivel: la húngara Eva Csernoviczki, bronce en los Juegos Olímpicos del Londres 2012 y en el mundial de París 2011.

La victoria le correspondió a la antillana, de forma reñida, por dos amonestaciones.

“Le había ganado en el mundial pasado, pero tiene mucha experiencia con medallas olímpicas y mundiales, de ahí que siguiera al pie de la letra los consejos del profesor Veitía”, dijo en la sede al colega Joel García.

En la jornada de la tarde Laborde se vio sorprendida en el primer minuto de la semifinal por la japonesa Ami Kondo, en definitiva la campeona.

“Uno siempre piensa en ganar el oro y más cuando has hecho una preparación como la que hicimos nosotros, de dos meses fuera de tu casa y con mucho rigor. Pero un mundial es impredecible y caí con la japonesa en semifinales. No me gustó el combate que hice, debería haber hecho más por la victoria, pero me falló la táctica y me sorprendió con esa técnica de cadera que no la esperaba. Ya después que caí me inmovilizó y ahí terminó el sueño del oro”, indicó.

La nota citada da cuenta también de que es la primera vez que dos cubanas discuten entre ellas una medalla en un mundial, y es la novena de nuestro país en esa división, la más pequeña del judo, en que nuestro país ha archivado una de oro, tres de plata y cinco de bronce.

Una de las que no le fue bien en este peso, al igual que le ocurrió en La Habana, fue a la brasileña Sarah Menezes, campeona olímpica de Londres 2012, quien cedió en su debut contra la francesa Amandine Buchard.

OTRO CUBANO

La jornada deparó la presentación de otro cubano, Janier Peña (60 kg), quien se considera en sentido general compitió bien.

En su estreno venció por ippón (inmovilización) al pakistaní Syed Samiullah y en la segunda con igual desenlace al polaco Lukasz Kielbasinsk. A continuación no pudo contra el israelita Artiom Arshanski.

LOS MEDALLISTAS

48 kg: ORO: Ami Kondo (JPN), PLATA: Paula Pareto (ARG), BRONCES: Amandine Buchard (FRA) y Maria Celia Laborde (CUB)

60 kg: ORO: Boldbaatar Ganbat (MGL), PLATA: Beslan Mudranov (RUS), BRONCES: Amiran Papinashvili (GEO) y Nachisa Takato (JPN).