Con la venia del laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez, ésta bien podría ser la crónica de una paliza (casi) anunciada. Sí, porque en muy pocas ocasiones, sea en la esfera que sea de la vida, la inexperiencia consigue superar a la práctica cotidiana. Y el deporte, no es la excepción.

Entonces, si la franquicia de Rusia se presentó este viernes con cinco púgiles de escaso y bien pálido ABC boxístico, solo pudo conseguir la apabullante «pollona» que le endosaron los Domadores de Cuba, en el Coliseo de la Ciudad Deportiva capitalina, en la tercera semana de la IV Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés).

Cuando todos pensábamos que los rusos traerían a su principal equipo, lo cual tributaría un excelente espectáculo por la tradicional pugna  que ha existido entre ambos países en los eventos internacionales del viril deporte, sufrimos una gran decepción. Y el público no pudo disfrutar de un show digno, que por demás, devino debut de este magno evento en la Isla.

En la conferencia de prensa del pasado jueves, el campeón olímpico Alexander Lebziak, jefe de entrenadores del cuadro ruso, declaró que «este equipo es de tercera categoría, pero está bien preparado. Venimos, principalmente, en busca de desarrollo».

¿Desarrollarse frente a un cuadro como el cubano, que cualquiera de los integrantes de su nómina presenta excelente aval competitivo? Craso error. Por eso, encima del cuadrilátero instalado en el Coliseo capitalino, los rusos se vieron superados ampliamente por los locales, que no se detuvieron hasta firmar una barrida de 5-0. 

Lo que trajo Lebziak a La Habana fue un grupo tan inexperto e incapaz, que los cinco cometieron las irregularidades más penalizadas en el boxeo: entrar con la cabeza, agarrarse repetidamente al rival, dar la espalda, pegar con el guante abierto y, en ocasiones, no presentar combate.

Con todas estas inexactitudes, era de esperar que sus discípulos no pudieran descifrar los golpes de todo tipo que les tiraron los alumnos del técnico guantanamero Rolando Acebal, muy bien entrenados y conocedores de que sí estaban en buenas condiciones para ganar este match particular.

En el orden competitivo, el primer triunfo lo aportó el bronce mundial Yosbany Veitía (49 kg), superior en todo el pleito a Bator Sagaluev. Fue mejor y más preciso en el ataque, y sus golpes con mano zurda resultaron indescifrables para el desconocido europeo. Esa evidente ventaja se confirmó con el favorable veredicto de 3-0 (50-44, 50-45, 50-45).

Luego salió airoso el peso pluma bicampeón nacional Marcos Forestal, por 2-1 (48-47, 48-47, 47-48), frente a Muhammad Shehov, que entró con la cabeza en varias ocasiones y no fue requerido por el árbitro. En uno de esos encontronazos, Forestal fue cortado en la frente. Pero no echó para atrás, siguió tirando y logró alzarse con el triunfo.

El tercer triunfo fue al aval del ligero-welter Luis Oliva, que tuvo que inventar sobre el ring para vencer 3-0 (48-45, 47-46, 48-45), a  Radjab Butaev, quien se asemejaba más a un luchador que a un púgil.

Este ruso agarraba y empujaba sin mesura al matancero, que trató de mantenerlo a distancia, pero su rival se encimaba y eso deslució el combate.

Entretanto, el monarca panamericano Ramón Luis (75 kg) —el cuarto zurdo al hilo que subía al ring por los Domadores—, firmó la cuarta sonrisa cubana, con un recital de buen boxeo ante Andrey Efremenko, un púgil que apenas aceptó el intercambio. Fue tal el dominio de Luis, que la votación resultó amplia: 3-0 (49-46, 50-45, 49-44).

Y el cierre fue fácil para Erislandi Savón (91), dueño de las tres distancias frente a Vitaly Kudukhov, a quien ya había vencido por descalificación en el torneo internacional Córdova en el Cardín 2013, y ahora lo superó 3-0 (50-45, 50-45, 50-45). El ruso rehuyó el combate, se agarró en reiteradas ocasiones y solo se decidió a tirar en el quinto round. Pero Savón cerró bien la guardia y le contragolpeó eficientemente.

Tras ese resultado, Domadores de Cuba presentan 15 victorias consecutivas en esta IV WSB, único equipo que muestra esa cosecha. Así, lideran el grupo eliminatorio B, aunque marchan igualados a nueve puntos con Astana Arlans, de Kazajstán, rival al que visitarán el venidero viernes.