Si me tengo que quedar con algo bueno del partido de este lunes frente a Venezuela, escojo la disposición del equipo cubano; su entrega, salieron a jugar sin complejos, enfocados en el terreno, pese a que a sus oídos llegaban algunas frases groseras desde el graderío.
No pudieron remontar un duelo que empezó adverso desde el primer capítulo. Se acercaban, parecía que empataban, pero esto último nunca llegó, y entre una oportunidad desperdiciada y otra, los venezolanos conseguían desmarcarse, hasta que definitivamente firmaron la victoria.
Sin embargo, los cubanos jugaron fuerte. Impecable a la defensa, sobre todo la que va a los libros. Lázaro Blanco no pudo cumplir los cinco innings que tenía planificados y el bullpen trabajó bien. Hubo par de jonrones, y eso dice mucho. Hace tiempo no veía par de bambinazos en un mismo juego.
Afuera del estadio, lamentablemente, un grupo de cubanos jugaron sucio, tratando de halar para su causa contrarrevolucionaria el protagonismo, que también quisieron robarse con las cámaras detrás del home plate. Es muy preocupante que algunos pretendan convertir un juego de béisbol, un torneo deportivo, en un escenario para rumiar su frustración, su impotencia por la capacidad de este pueblo de resistir y caminar por sí misma, deporte incluido.
Sobre esos hechos la Federación Cubana de Béisbol se quejó ante la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol, en un documento que califica como "inaceptable que personajes contrarios al espíritu propio de un evento deportivo atenten contra la concentración del equipo que nos representa en el torneo preolímpico con sede en Florida, Estados Unidos".
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Pero volvamos a lo que sucedió dentro de las dos rayas de cal. Los cubanos pudieron ganarlo, mas la mala ejecución de fundamentos de juegos les pasó factura. No es la primera vez que pasa. Es un mal que se repite, año tras año. Unas veces porque no se es agresivo en el corrido de las bases y otras porque se entregan outs ingenuamente, como el de Yadil Mujica en home en el primer inning.
Lo mandaron de manera temeraria a doblar por tercera base cuando el juego estaba 0-3 y de hacer lo que tocaba, las bases hubieran estado llenas con un hombre fuera y cuarto y quinto bates en turno nada menos que ante el ex Grandes Ligas Aníbal Sánchez, con 15 temporadas en MLB y más de cien victorias en Las Mayores.
Ahí no pasó de una mala decisión, pero al hacer el balance del choque, determinó en el resultado final, porque las probabilidades apuntan a que al menos una carrera se hubiera producido en ese tramo. Una carrera fue lo que hizo la diferencia (6-5).
Pero no fue lo único, además de algunos fildeos consumados por jugadores que, en el buen béisbol, no tienen la prioridad para ejecutarlos, volvió la ansiedad con hombres en los senderos y no se pudieron acciones positivas con las bases llenas y un out en el segundo y el primer bate en turno, ni en el quinto con el empate en posición anotadora y la ventaja en base y cuarto y quinto maderos cediendo los tres out, con doble play incluido.
Claro que es un juego, y los adversarios se enfocaron en minimizar el accionar de los nuestros. Mostraron su experiencia en el béisbol profesional, lo mismo los más curtidos como los que andan transitando por las granjas de MLB.
Venezuela cumplió su plan: bateo de poder, defensa hermética y un manejo milimétrico del pitcheo para evitar que se les fuera el éxito por ahí. Con tres jonrones pisaron cinco veces la goma. Cuba con dos también fue productivo: cuatro anotaciones, pero los nuestros desperdiciaron oportunidades claras.
Armando Ferrer movió un poco el banco y los remplazos dieron resultado. Lamentablemente, Alfredo Despaigne se lesionó en su último turno al bate y tuvo que abandonar el juego sin terminar de consumirlo. No obstante, a Lisbán Correa hay que buscarle un puesto en el lineup. Si alguien tenía dudas, el palo de vuelta completa, el más largo, por mucho, de los cinco conectados, despejó esas incertidumbres.
Erisbel Arruebarrena pegó el otro jonrón de los cubanos y junto a Yosvani Alarcón fueron los únicos con dos hits en la alineación.
Ante Canadá hay que ser hoy más exactos aún. Seguro habrá algunos cambios en la alienación y no solo por la ausencia obligada de Despaigne, pero con lo visto anoche, los norteños serán un escollo durísimo. Tanto como en los cuatro juegos más recientes entre ambos conjuntos ganados por ellos. Abrieron el preolímpico propinándole cero hit-cero carreas a Colombia (7-0), con todo y que los cafeteros tienen 12 jugadores del sistema de MLB.
En los otros resultados de la primera jornada, República Dominicana superó a Puerto Rico por 5-2 y Estados Unidos se impuso a Nicaragua con pizarra de 7-1.
La cartelera de este martes, contempla, además del Cuba-Canadá, los pareos entre Colombia-Venezuela, Estados Unidos-República Dominicana y Puerto Rico-Nicaragua.
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