Borroto: “La solución del bateo cubano está en jugar en ligas más fuertes”

A Miguel Borroto lo pueden crucificar por cualquier cosa menos por pesimista. Si peca, es por exceso de optimismo. Y en tiempos de redes sociales, con tantos palos que ha recibido Cuba en el béisbol internacional, la afición no perdona esos excesos, quiere, primero, resultados y después, solo después, las loas.

Pero Borroto sigue siendo igual. El mismo que después de no pasar de la fase de grupo en el Premier 12 le dio un abrazo y las gracias a cada jugador por su entrega. Ahora, apenas iniciado el entrenamiento de la preselección, asegura que Cuba estará en Tokio 2020. “Si no es Arizona, será en Taipéi de China, el más flojo de todos los clasificatorios”, dice en su diálogo con Cubahora.

— ¿Y en qué se basa, si los últimos años han sido secos en cuanto a victorias en torneos internacionales y aún está fresco lo sucedido en el Premier?

— Ese era un tipo de competencia y el preolímpico es otro. No son los mismos equipos, allá era un béisbol más fuerte, con mayor profundidad en el pitcheo que enfrentamos; este será más latino, podemos batear mejor, porque el problema de Cuba es de bateo, puedes colocar al mejor entrenador de bateo del mundo que en tres juegos no hay cómo lograr la adaptación a un tipo de pitcheo que no estás acostumbrado a ver.

“Todavía me juzgan porque no cambié la alineación en el Premier, pero si en cada juego mueves el lineup, menos adaptación hay. Puse los mejores hombres, los más preparados y no pudieron. No era un problema de slump, es que a ese tipo de pitcheos se adapta el hombre cuando tiene más de 70 u 80 turnos al bate. En Arizona nuestros bateadores podrán comportarse mejor, es un grupo de jugadores con talento”.

— Pero en los Juegos Panamericanos de Lima eran equipos del continente y fue una debacle…

— No me gustan las comparaciones, pero para esos Juegos se desarrolló una preparación muy larga, en los deportes con pelota se alcanza la forma en 21 días. Estos muchachos terminaron con el bate encendido en la serie nacional, psicológicamente están bien.

“El plan está diseñado para 30 días, vienen de una forma deportiva envidiable, porque rindieron en sus respectivos equipos en la temporada cubana y la forma deportiva se mide por el rendimiento del atleta”.

— Sigue la deuda con la producción de carreras, tácticamente no juegan bien a la hora de fabricarlas, pues no es un equipo de mucho poder y tienen poca disciplina y paciencia en el home plate…

— Hay que combinar su bateo con lo que puedas enseñarles para producir carreras. Lo de disciplina y la paciencia en el cajón de bateo tiene un origen latino. Así es el temperamento del cubano, y es de lo que más les cuesta corregir cuando llegan a un béisbol superior. Son muchachos sofocantes, desesperados, que muchas veces juegan al batazo, eso lo tienen impregnado y no se borra en pocos días.

“Hay que trabajar mucho en el aspecto teórico. Contamos con los preparadores Rolando Verde y Alexander Ramos, muy buenos, mis respetos para ellos. Además de lo que ejecutan en el campo, hay que hablarles para influir en su pensamiento táctico, la disciplina en la caja de bateo.

”Que sepan hacer lo que cada situación exige, lo que no se logra en la Serie Nacional, porque aquí el pitcheo no es bueno, solo enfrentas a un lanzador de calidad por subserie y a veces ni eso, pero cuando se concentra la calidad es más difícil producir carreras”.

— ¿Mantendrá la alineación del Premier?

— Puede haber cambios, pero el lineup central será casi el mismo con Gracial, Despaigne, Cepeda, Samón.

— ¿Y la rotación de pitcheo?

— Estamos pensando en los hombres de más experiencia: Lázaro Blanco, Freddy Asiel Álvarez y Carlos Juan Viera para las aperturas y los demás en el bullpen.

— Usted dijo que quería darle más protagonismo al bullpen en el Premier y el uso de los relevos estuvo dictado por las circunstancias y no por la estrategia. ¿Será así de nuevo?

— Vamos a utilizar el pitcheo de acuerdo con las situaciones que se presenten en cada juego, según el contrario. Tenemos a un Andy Rodríguez más hecho, Yariel Rodríguez está en Japón y con su velocidad y herramientas nos puede ayudar mucho para sacar dos innings también, y con Moinelo y Raidel aseguramos la parte final de los partidos.

— ¿Está pensando solo en Arizona o cree que lo más probable es ir al último repechaje?

— Si no clasificamos en Estados Unidos, debemos ir a Taipéi de China, lo que quiere decir que estamos vivos aún, pero más unidos y preparados, y ese va a ser el torneo más flojo de todos.

— Los contratados en Japón viajarán directo hacia Arizona, ¿cómo minimizar el impacto del cambio brusco de horario?

— Sí, eso siempre preocupa un poco, porque determina en la forma deportiva. Qué diferente hubiese sido todo si el preolímpico hubiera sido apenas terminaron los play off, y si seguimos para Asia vuelve la misma afectación, pues hay poca diferencia de días entre un torneo y el otro.

— Además de los juegos contra el equipo sub-23, ¿prevé algún otro tope?

— Cuando estemos en México en los trámites del visado para Estados Unidos pensamos aprovechar la estancia allí para efectuar algunos partidos, ellos están ahora en su pretemporada.

— Por primera vez están empleando una tecnología moderna, de última generación, para ayudar a los bateadores…

— Sí, ese aparatico ayuda mucho a entender dónde debe cada uno golpear la bola, cómo hacerlo, aporta unos cuantos datos que a simple vista no se observan. A los muchachos les gusta, les describe por dónde andan, qué deben mejorar y cómo. El sabermétrico, Alfredo Ríos, es muy talentoso.

— ¿Por ahí estaría la solución para mejorar los resultados del bateo?

— Eso ayuda, pero no es la solución. Lo que necesita el pelotero cubano es jugar en ligas fuertes. Esos implementos son para acelerar la adaptación a la forma deportiva, pero por encima de eso está el juego diario, chocar constantemente con los pitcheos a 95 millas por hora que se pierden llegando a home, nada que ver con la bolita bombeada que ven en las temporadas cubanas.

— ¿No están presionados estos muchachos por los resultados internacionales de los últimos años?

— Qué va, ellos están muy inspirados, pues casi ninguno ha ido a una olimpiada y esta es su oportunidad, debido a que no se sabe cuándo convoquen al béisbol de nuevo. Tienen la mente puesta en clasificar para vivir esa experiencia.

— Igual que usted, que se quedó con el equipaje listo para Los Ángeles 1984…

— (Borroto sonríe y fija los ojos en la pizarra del Latino). Aquel era un equipo respetable, seguro que íbamos a ganar el oro: (Antonio) Muñoz, (Pedro José) Cheíto Rodríguez, (Luis Giraldo) Casanova, (Lourdes) Gourriel, Víctor Mesa… Era una constelación de estrellas. La vida da segundas oportunidades, esta es la mía.