Atractivos versos para baloncetistas cubanas

Como es usual, el rítmico y pronunciado desempeño de las habilidades con la esférica provocará exclamaciones, y hasta inesperados comentarios en Estambul, la metrópoli turca que acogerá, del 23 de setiembre al 4 de octubre, las actividades del Campeonato Mundial de Baloncesto clasificación femenina.

Dieciséis elencos, ocho menos que en el Mundobasket de varones, se reunirán en la nación  cuya superficie ocupa 783.562 kilómetros cuadrados, de los cuales 755.688 se encuentran en Asia Sudoccidental y 23.764 en Europa. Y es 37º el país más grande del mundo.

La porfía allí tendrá orlas similares a las de varones celebradas en España del 30 de agosto al 14 de setiembre, porque el nivel de la disciplina en ese sector ha crecido en las cuatro esquinas del contaminado planeta Tierra.

La génesis

 El certamen que en breve también se llamará copa del mundo, comenzó a disputarse poco después del masculino. Chile fue el primer anfitrión en 1953 y participaron 10 equipos.

En las ediciones siguientes creció la asistencia, pues concursaron ocho, diez, once, doce y trece. El primero de ocho fue celebrado en la otrora Unión Soviética, en 1959. Hasta la fecha ha sido el único mundial donde no ha participado Estados Unidos.

Desde la versión de 1986 los dos encuentros de mayores se celebran el mismo año (cada 4 años), para que de este modo haya un período de dos campañas entre ellos y el torneo de los Juegos Olímpicos. Esta concepción variará, según anunció la Federación Internacional (FIBA) a principios de esta temporada.

Cuba regresa al convite

La formación nacional retorna a la más hacendosa duela del más dinámico y creativo de los deportes de equipo, cuyo último titular fue el seleccionado de Estados Unidos escoltado por los de República Checa, España y Belarús. Comparece con un aval reconocido al foro organizado en el país rodeado por tres mares: el mar Egeo, al oeste; el mar Negro, al norte y el mar Mediterráneo, al sur.

El portafolio posee los lauros obtenidos en los  torneos de América del pasado y el actual cuatrienio. Hace unas semanas el loable desempeño a la defensa en el Centrobasket escenificado del 22 al 26 de julio, en la ciudad de Monterrey, México, les entregó la visa para los XXII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe que organizará, del 14 al 30 de noviembre, Veracruz, México; y para la fiesta deportiva continental que albergará Toronto, Canadá, entre el 10 y el 26 de julio de 2015; y también el pasaporte para el Preolímpico Copa de las Américas de Río de Janeiro, Brasil, en  2016. La actuación en tierra mexicana, a mi modo de ver, acrecentó las capacidades deportivas y la disposición psíquica de las jugadoras para la competencia que se avecina.

La nueva liza mundialista tampoco será un manjar. Pero varias alumnas de Alberto Zabala, Eduardo Moya y Márgaro Pedroso son asiduas visitantes de las resbaladizas encrucijadas de la modalidad. Ellas son Oyanaisis Gelis, Isneidis Casanova, Arlenis Romero, Yamara Amargo, Leidis Oquendo, Taimí Fernández, Marlene Cepeda, Clenia Noblet, Arletis Povea, Suchitel Ávila. Zabala advirtió que esas jovencitas están preparadas para, mediante diferentes marcajes, solo permitir entre 65 y 68 puntos.

Y añadió: “En esos compromisos la improvisación cuesta muy caro. Por eso les recordamos a las muchachas la importancia de practicar los planteamientos ensayados, los que nos han dado resultados en otros torneos, así como mantener la actitud en la lucha por los rebotes y la buena conclusión de los contrataques”.

“El grupo eliminatorio es fuerte, pero no pensamos en ese detalle. Nuestras baloncestistas son tan dinámicas como las de cualquier otra nación. En el deporte tampoco los vaticinios son absolutos. La verdad está en la sistemática disposición para obtener la victoria frente a cualquier adversario. Dudo que los técnicos de las otras selecciones integrantes del grupo tengan anotado el triunfo ante nosotros”, aseveró.

Las personas que observarán, in situ, los avatares de cada jornada disfrutarán del quehacer de las caribeñas, porque ellas han demostrado capacidad para mantener la consistencia. O para decirlo de otro modo, han enseñado un comportamiento idéntico al de sus similares, medallistas de bronce en la cita universal de Manila, Filipinas, en 1990; y al de las triunfadoras en las ediciones de los Juegos Deportivos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, (23 al 8 agosto de 1999); Quisqueya (1 al 17 de agosto de 2003).

Y vaya extravagancia, la valoración de muchos expertos sobre la reunión ecuménico es una verdad de Perogrullo: “Será increíble la exigencia competitiva en cada fecha”. Pocos lanzan en alta voz sus valoraciones acerca del acontecer en la llave C, donde estarán nuestras muchachas junto a los colectivos de Australia, Belarús y Sudcorea. Ni sus apreciaciones sobre los apartados que componen otras naciones. A: Brasil, Japón, República Checa, España. B: Canadá, Mozambique, Francia y Turquía. D: Angola; China; Serbia y Estados Unidos.

Debido a su ubicación entre Europa y Asia, Turquía ha sido una encrucijada histórica entre las culturas y civilizaciones orientales y occidentales. Por esa razón también ha adquirido cada vez más importancia estratégica. Su capital, Estambul, acogió la competencia del orbe  para caballeros en 2010. Ahora, al igual que cuatro temporadas atrás, serán inflexibles el inicio y la despedida del clásico debido a la presencia de las principales figuras de los elencos de las federaciones involucradas.

Entonces, la máxima para las baloncestistas será trabajar minuciosamente a cada instante, porque en aquel parqué solo conquistarán el horizonte las dueñas de las óptimas rutinas de juego, las capaces de seducir a todos por signar atractivos versos en los cotejos trascendentales.

Laureados