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viernes, 1 de noviembre de 2024

Unidad es palabra clave

La VI Cumbre de la CELAC entraña la recuperación del organismo creado para la unidad de América Latina y El Caribe...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 22/09/2021
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López Obrador - Alicia Bárcena - Celac - México
Junto al presidente mexicano, Manuel López Obrador, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcenas, informó sobre la situación económica de las naciones latinoamericanas y caribeñas.

El solo hecho de reunirse en México, tras cuatro años de silencio, con sus debates y declaraciones finales, hojas de ruta para una recuperación de la unidad en medio de la diversidad política regional, califica de exitosa la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Bajo el liderazgo del gobierno mexicano presidido por Andrés Manuel López Obrador, la reunión celebrada el pasado sábado en el Palacio de Chapultepec con la asistencia de 31 naciones de 33 posibles, hace posible la recuperación del latinoamericanismo, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas patentizadas en distintas intervenciones.

Ante los urgentes problemas de la región, desde los económicos hasta los sanitarios, es evidente que solo un organismo plural sin la presencia de Estados Unidos (EE.UU.) y Canadá —jefes prepotentes de un ramillete de naciones sometidas al neoliberalismo en el área— puede enfrentar, desde su propia cosmovisión, temas —presentes y futuros— como la atención a la pandemia de la COVID-19, la concertación de planes dirigidos a alcanzar la autosuficiencia sanitaria, la lucha contra la desigualdad, la pobreza, y el cambio climático.

Asuntos recogidos en la Declaración de México que en 44 puntos pone al desnudo las dificultades a enfrentar, sino que dicta la pauta para la articulación conjunta de soluciones dirigidas a aliviar las crisis nacionales.

Quedó claro que mandatarios aliados de Washington —Luis Lacalle Pou, de Uruguay, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez— intentaron fomentar la división en la cita propuesta por México como presidente pro tempore de la institución, pero sin éxito, pues las palabras difamatorias carecieron de eco.

Nicaragua, Venezuela y Cuba, tres naciones progresistas de la región, fueron centro de las críticas de esas marionetas que, sin moral alguna,  arremetieron en su contra, con injurias y mentiras. Esos países hace muchos años dejaron atrás el temor a las reacciones de las administraciones estadounidenses de turno, proclamaron sus procesos revolucionarios, y llevan adelante, a pesar del acoso y el abuso cometidos por la Casa Blanca, programas sociales humanísticos.

Esa fue el ejemplo que Cuba brindó a los asistentes, a pesar de la intromisión de la Casa Blanca en sus asuntos internos, al imponerle un bloqueo económico, financiero y comercial desde hace 60 años por razones ideológicas, y acosarla de continuo con amenazas y sanciones.

En su discurso, el presidente Miguel Díaz-Canel mostró, en lo que a la COVID-19 se refiere, un muy alentador panorama, al presentar el triunfo de la ciencia cubana que, a pesar de las limitaciones económicas, creó y produce tres vacunas y dos candidatos vacunales más, las que puso a disposición de todos los países allí presentes.

Cuba, con 12 millones de habitantes, mostró una vez más su espíritu solidario en momentos de gran tensión para los gobiernos pequeños y subdesarrollados sin capacidad de adquisición del inmunizador, o los ricos que no las adquieren por razones vinculadas inclusive a la ideología de los fabricantes, como hizo Brasil, cuyo gobierno impidió la adquisición en Rusia de la Sputnik V.

Horas antes de que Díaz-Canel rebatiera con claros fundamentos las criticas de su homólogo uruguayo, ya López Obrador había declarado durante las fiestas por el 211 aniversario del grito libertario de Dolores, que Cuba debía recibir el Premio de la Dignidad por la resistencia de su pueblo ante las embestidas imperiales y también ser declarada Patrimonio de la Humanidad por su ejemplo. Díaz-Canel fue invitado de honor a los homenajes patrios.

Defensa y respeto entre pueblos hermanos, a pesar de la amenaza velada hecha por Ken Salazar, recién nombrado embajador estadunidense en México, quien indicó en declaraciones hechas en Tabasco: “Respeto al presidente Andrés Manuel López Obrador pero Estados Unidos continuará con los esfuerzos para hacer de Cuba un Estado democrático”, supuestamente. Justo un día después que el mandatario mexicano pidiera públicamente que EE.UU. levantara el bloqueo y las sanciones a la isla.

Durante la VI Cumbre, el canciller mexicano Marcelo Ebrard, reconoció que por razones políticas “hay diferencias serias e importantes”, pero esto “no debe asustar a nadie”.

Tengan en cuenta, precisó, que la región está en una nueva etapa. “Hace año y medio no nos hablábamos, pero ahora estamos viendo cómo crear la autosuficiencia en vacunas; lo cual es un cambio enorme”, indicó.

UNIDAD ES PALABRA CLAVE

Con cifras concretas de las circunstancias difíciles que atraviesan la mayoría de los miembros de la Celac, la voz prestigiosa de Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, demostró en su informe que es preciso promover la cooperación regional y la hermandad

para, destacó, consolidar la fortaleza visible en la reunión, que es la unidad, refirió, en la diversidad.

Numerosos jefes de gobierno o Estado reclamaron que ya es momento de una nueva convivencia porque el modelo impuesto por la Casa Blanca por más de dos siglos está agotado, es obsoleto y a nadie beneficia, a pesar de los miles de millones que gasta en estrategia militares, —como trata de hacer en Venezuela desde Colombia—  o la guerra tecnológica mediante las redes sociales,

Quedó estipulado, y así lo recoge la Declaración final, que tal como se estableció desde su fundación en 2011, la Celac como organismo integrador puede y debe actuar en correspondencia con las prioridades de la región, con necesidades e intereses comunes, apartándose de la injerencia extranjera.

Aun con sus diferencias —que solo los lacayos del imperio tratan de acrecentar— América Latina y el Caribe están conscientes de que existe la capacidad de buscar mecanismos integracionistas a través de la Celac y ese será el siguiente paso de la organización, a corto plazo.

Para los asistentes, y por experiencias anteriores, es sabido que Washington moverá sus fichas para hacer fracasar los modelos de gestión incluyentes mencionados en México, al ser identificados los problemas que azotan a esta zona geográfica de 647 millones de habitantes, más de la mitad en situación de pobreza o indigencia.

Otro tema que llamó también la atención en el Palacio de Chapultepec es el futuro de la Organización de Estados Americanos (OEA) un mecanismo destinado a la desaparición, pero no ahora.

Algunos con sobrados argumentos sobre el deleznable rol jugado por ese organismo, financiado por EE.UU. en gran parte, argumentaron la necesidad de su desaparición como representante de la región, dado el daño que desde su fundación en 1948 hace a los países y sus pueblos, en consonancia con los intereses imperiales.

La OEA o participa directamente en los planes estadounidenses —altísimo número de intervenciones militares directas, saboteo a gobiernos legítimos, como el golpe de Estado que propició en Bolivia— o en la mejor de las situaciones, guarda silencio cómplice ante los desmanes de su empleador.

Algunos gobiernos se desentendieron del tema, otros propusieron curas cosméticas para evitar discrepancias con EE.UU. o porque, como en el caso de Uruguay, no quieren que se les condene por violaciones de derechos humanos.

La única manera de contrarrestar el  rol de la OEA es el fortalecimiento de la Celac, destinada también a la denuncia de los planes golpistas que fomenta esa institución, manejada por las administraciones estadounidenses para generar inestabilidad en la región. 

La Declaración final, en el espíritu mayoritario de los países presentes,  incluye pronunciamientos especiales, como la necesidad de ponerle fin al bloqueo contra Cuba, a favor de la soberanía argentina sobre las Malvinas y la Cumbre del Cambio Climático Cop 26, a celebrarse en Escocia.

Suma avances el bloque sobre la posición conjunta que presentarán al G-20 para la recuperación económica, la institución de un fondo para hacer frente al cambio climático, por lo pronto con más de 15 millones de dólares recaudados in situ.

La Celac contempla también la creación de una agencia reguladora sanitaria regional. Daría la ventaja de que una vacuna  sea usada inmediatamente en toda la región. No menos trascendente es la constitución de la Agencia Latinoamericana y del Caribe del Espacio.

En opinión del canciller mexicano, hacía años que la Celac “no conseguía acuerdos tan útiles para la para la población de Latinoamérica y El Caribe”, luego del intercambio de experiencias y visiones para restablecer o crear capacidades para hacer frente a los grandes desafíos, entre ellos el mas imperioso el de poner fin a la pandemia de la COVID-19.

Cabe a México y a la próxima presidencia pro tempore de la Celac consolidar los nuevos planes sin exclusiones, con respeto a las diferencias ideológicas entre los gobiernos, tal como propusieron, entre otros, Bolivia, Venezuela, Perú y México.

En los próximos meses, se estructurará la gobernanza de la Celac, para que sus acuerdos tengan permanencia y eficacia

Punto y aparte el mensaje enviado a la VI Cumbre por el presidente de China, Xi Jinping​,  cuyo gobierno mantiene negocios en condiciones de igualdad y solidaridad con naciones latinoamericanas y caribeñas. El gigante asiático colabora en distintos programas como práctica de desarrollo y reducción de la pobreza.

China atemoriza a EE.UU., que cada día gana terreno en estos lares. Mientras, los norteños imperiales son incapaces de destruir los procesos progresistas y cada vez más se aleja de su patio trasero —como suele llamar a la región— a pesar de sus bravuconerías y oscuros planes.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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