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viernes, 1 de noviembre de 2024

Salud vs indecencia

El dislate inmunológico a escala global evidencia que este mundo tiene que cambiar...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 26/10/2021
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Covid-19-Vacunas
Vacunas para los ricos…y allá “los de bajos ingresos”. (Tomada de la ONU)

Quienes se congratulan y mantienen confianza y esperanzas le dedicaron titulares de primera plana. Los que odian y manipulan se revuelven en su maledicencia y se muerden la lengua.

El asunto es que al cierre de este octubre Cuba, una Isla tercermundista largamente asediada por la primera potencia capitalista y denigrada día a día por el voluminoso aparato mediático enemigo, exhibe una inoculación anti covid, al menos con una sola dosis, del ciento por ciento de sus ciudadanos vacunables, incluidos toda su población pediátrica mayor de dos años de edad, y los convalecientes de la enfermedad a dos meses de su alta médica.

A ello se suma un nivel de inmunización de setenta por ciento con el esquema completo de tres dosis…y todo con sus propios antígenos, creados por sus organismos científicos nacionales.

Un panorama que, sin dudas, está marcando  nuevamente contrastes trascendentes en materia de atención a la salud y de enfrentamiento a  malaventuras como la Covid 19, pandemia que ya se ha cobrado la vida de casi cinco millones de personas a escala mundial, y que acorrala y pone en severo peligro a la casi totalidad de la población calificada eufemísticamente por ciertas entidades como “de bajos ingresos”, de la cual apenas 3 por ciento ha recibido una primera dosis en comparación con el 61 por ciento en las naciones “de altos ingresos”.

Se trata del clásico y tristemente añejo juego de balanzas sin control que siguen imponiendo a la humanidad aquellos esquemas sociopolíticos tan formalmente “misericordiosos y democráticos”, y tan tangiblemente excluyentes, discriminadores, cínicos, expoliadores, y carentes de ética.

Los mismos que hacen de la salubridad una  mercancía no apta para los “perdedores” de bajos ingresos  y, en tanto negocio, susceptible de todo truco y manejo para vender más.

Lo indicaban por estos días organizaciones sociales como el grupo norteamericano de defensa del consumidor Public Citizen, al informar que monopolios farmacéuticos como la  Pfizer, empeñados en controlar mayoritariamente el  trasiego global de vacunas anti covid, ha llegado a imponer indignas cláusulas a sus contratos de suministros del preparado a naciones del Tercer Mundo.

Así, precisan las fuentes, en el caso de Brasil, Chile, Colombia, Perú y República Dominicana, la gran empresa estableció la prohibición a los gobiernos respectivos de divulgar el contenido de sus convenios, así como la obligatoriedad  de que sean los clientes los que “indemnicen, defiendan y mantengan indemne a Pfizer de cualquier tipo de demandas, daños y costos relacionados con la propiedad intelectual de la vacuna.”

Por demás, el consorcio exigió a sus compradores  la "expresa e irrevocable renuncia a cualquier derecho a la inmunidad o a la no incautación de sus activos” en caso de  litigios financieros bilaterales u otros contenciosos, lo que permitiría a Pfizer hacerse de bienes nacionales ajenos que sumaría a su abultado peculio.

Sin dudas, un desvergonzado maltrato cuando la especie humana urge de esfuerzos honestos y mancomunados para atajar la tragedia sanitaria más grave en lo que va de siglo.

Por su parte la Organización Mundial de la Salud, OMS, sigue insistiendo en superar la descomunal asimetría que hoy existe en materia de distribución de vacunas anti covid a escala planetaria, donde la proporción en la disponibilidad de esos fármacos favorece en casi 25 veces a las naciones desarrolladas con relación a las “no solventes”.

En verdad, es un “secreto a voces” que los predios opulentos han acaparado, a partir de su salida al mercado, enormes volúmenes de vacunas, y que sus promesas de ayuda al Tercer Mundo y al denominado  mecanismo COVAX de la OMS es absolutamente insuficiente, lo que compromete seriamente la meta de ese organismo de procurar al menos una dosis al setenta por ciento de la población global para mediados de 2022.

La cosa se complica, agregan expertos, porque algunos de los preparados vigentes ya generalizados han demostrado rasgos negativos o insuficiente prolongación temporal de la inmunización, a la vez que han surgido cepas más virulentas contra las que no tienen efectividad, de ahí que los grandes poseedores de los antígenos asuman  la posible aplicación de una tercera dosis en sus propios patios antes que  remitirlas a las naciones desfavorecidas.

Una real agonía existencial que ha movido a figuras como al  presidente mexicano, Andrés López Obrador, a demandar repetidamente de la OMS una mayor agilidad en la aprobación de candidatos vacunales de todas las latitudes ya probadamente eficientes, de manera de brindar opciones a todos los pueblos por igual y sin trabas mercantilistas, políticas o ideológicas ante una urgencia universal de estricto carácter humanitario.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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