Portugal: El reto del profesor Marcelo

Los resultados de las elecciones de enero en Portugal dejaron al frente del país luso a Marcelo Rebelo de Sousa, un presidente conservador, que estará acompañado en el poder por un primer ministro socialista, Antonio Costa. Un desafío difícil cuando a partir de este 9 de marzo en Portugal coexistirá un Jefe de Estado, exlíder del Partido Socialdemócrata (PSD) de la derecha lusa y un Ejecutivo liderado por Costa, que cuenta con el apoyo de una coalición de izquierda. Mientras unos ven con optimismo esta fórmula, otros pronostican algunos problemas en esta relación.

Rebelo de Sousa ganó los comicios en la primera vuelta con el 52 % de los votos. El profesor Marcelo —como se le conoce en Portugal—, tenía un amplio favoritismo en los sondeos previos. Su imagen como candidato se vio fortalecida porque durante más de 10 años comentó sobre la actualidad política en la televisión de Portugal. Para los medios de prensa, el catedrático de Derecho es respetado y querido por gran parte de los portugueses.

De esta forma, el profesor Marcelo —uno de los diez candidatos, el mayor número de postulantes en 40 años de democracia— se convertirá en el noveno presidente desde que la Revolución de los Claveles en 1974 acabara con el régimen dictatorial conocido como Estado novo.

¿En qué situación Rebelo de Sousa recibe a Portugal? El país se vio afectado a inicios del 2009 por la crisis económica más grave desde el fin de la dictadura del 1974, según el sitio digital Santander Trade Portal. Dos años después, al agudizarse la crisis económica mundial, la nación europea se vio obligada a aceptar un préstamo de 78 mil millones de euros de la Troika (Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional).

A cambio, Lisboa se comprometió a aplicar medidas de ajuste para reducir el déficit presupuestario como el aumento de los impuestos, la reducción de los gastos públicos y la disminución de los salarios; una situación que afectó a los portugueses.

A finales del 2013, la economía lusa mostró signos de recuperación. Para el próximo año, la administración informó la salida de este país del programa de rescate sin solicitar ayuda adicional a la Troika. Sin embargo, sus ciudadanos no observaron una mejoría en el país. En este contexto, los portugueses demandan de su presidente reformas económicas y sociales, salariales, relacionadas con el empleo, entre otras.

Precisamente, tras ganar las elecciones, el socialdemócrata lanzó un mensaje esperanzador: “tenemos que actuar con prudencia para minimizar los riesgos y corregir las injusticias que la crisis agravó”.

Para ello, Rebelo de Sousa propone la lucha contra las desigualdades, sacar al país de la crisis financiera y social, ofrecer mayores oportunidades laborales a los portugueses y restablecer la unidad nacional.

Pero, estas soluciones las deberá encontrar coexistiendo con el Gobierno socialista de Costa. Según el diario El País, en una alocución posterior a su victoria electoral, Rebelo de Sousa dejó clara su voluntad de entendimiento y diálogo. Mientras,por su parte,Costa reafirmó su compromiso de “máxima lealtad y plena operación institucional”.

Rebelo de Sousa no tiene poder ejecutivo ni legislativo, pero puede vetar leyes, convocar nuevas elecciones y tiene prerrogativas para disolver el Parlamento. Una opción que pudiera utilizar, según algunos politólogos, de existir una ruptura con la alianza de la izquierda, surgida en las elecciones legislativas del 4 de octubre del 2015.Lo cierto es que estas son fuerzas opuestas en el poder en medio de años de crisis económica y problemas sociales.

Por el momento, al asumir la dirección de la nación europea este miercoles, Rebelo de Sousa lanzó un mensaje conciliador, a favor del diálogo y mostró un equilibrio frente a los grupos políticos del país. Además, faltará observar cuáles son sus programas de gobierno y las decisiones a favor de la ciudadanía portuguesa.