De hecho, a partir de los últimos acontecimientos en la política interior de España, era ya evidente que, contra todas las banderas, el derechista Partido Popular, PP, repetiría otros cuatro años al frente del ejecutivo nacional luego de casi diez meses de disputas por difinir qué fuerza y qué personaje asumirían el control de La Moncloa.
Así, transcurridas dos elecciones generales y varias sesiones del legislativo, Mariano Rajoy, cuya figura está lastrada por acusaciones de corrupción junto a varios de sus correligionarios, se convertirá en el reelecto jefe del gobierno, mientras sus opositores, a cuenta de severas divisiones que no supieron o quisieron superar, tendrán que acatar lo que ciertamente no deseaban.
De manera que en votación realizada casi al cierre de este octubre, y luego del descoyuntamiento interno del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, la segunda fuerza política nacional, Rajoy logró finalmente la mayoría parlamentaria que necesitaba para retornar ufano a La Moncloa.
Según medios de prensa, el jefe del PP “recibió 170 boletas favorables: las 137 de su formación, el Partido Popular, las 32 del centrista Ciudadanos y una de la Coalición Canaria, así como 111 en contra, y 68 abstenciones.”
Vale indicar que en el último apartado, es decir, el de aquellos que optaron por no formular su criterio, se agrupan los diputados del PSOE, cuya mesa de dirección había establecido el abstencionismo en segunda vuelta para permitir que “España contase con gobierno de una buena vez”.
La disputa a lo interno del PSOE por semejante desenlace promovió semanas atrás la salida de Pedro Sánchez como líder de la agrupación, así como su ulterior renuncia a su responsabilidad parlamentaria.
El joven dirigente indicó a la prensa que ni se abstendría en segunda vuelta para favorecer a Rajoy, ni establecería polémicas con la actual dirección de su partido, por lo tanto consideró oportuno dejar su butaca en el seno del legislativo.
Desde luego, Rajoy llega de nuevo al gobierno con un país resentido en muchos aspectos, desde una economía severamente golpeada y con importantes lastres sociales, hasta con una imagen personal no propiamente de “salvador” de la nación, todo lo contrario.
Pero sin dudas, y en eso hay que coincidir con no pocos observadores, han sido los sectores opositores al PP los más golpeados por lo que ha acontecido.
En el seno del PSOE es evidente la lucha entre aquellos que defienden posiciones conservadoras y quienes se sienten ignorados en sus criterios en un tema tan crucial como ha sido el evitar que la derecha retomase el gobierno. Y si bien nominalmente el primer segmento parecería controlar por ahora la agrupación, algunos medios ya hablan de posibles escisiones y rupturas que debilitarían aún más la imagen del partido.
Un sentimiento de reserva también parece haberse generado en la sociedad española con respecto a la actuación del conjunto de la izquierda local en todo este embrollo.
Se trata precisamente del dilema que venía arrastrándose desde diciembre del pasado año, y que tiene como sustento la incapacidad de los partidos y agrupaciones de esa tendencia de limar sus desavenencias y de trabajar en conjunto y a fondo para haber asumido el gobierno en su oportunidad.
No puede olvidarse que el entonces líder del PSOE, el hoy dimitente Pedro Sánchez, recibió la solicitud del rey Felipe Sexto para formar gabinete y asumir le dirección del ejecutivo nacional, para lo cual requería del establecimiento de alianzas con otras fuerzas.
Sin embargo, y a pesar de coincidir en el no a la continuidad de Mariano Rajoy, la oposición resultó incapaz de poner a un lado sus diferencias de criterio y centrarse en la tarea prioritaria de estructurar el cambio de administración en el país.
Una historia que sin dudas ha socavado la imagen de la izquierda y que ya exhibe un severo costo político a escala del futuro inmediato de la nación.
Agustín
1/11/16 11:08
Al igual que el bochornosos Show eleccionario que esta ofreciendo al mundo la superpotencia Yanquis, este es tambien bochornosos y dice mucho de estado de cosas de estos paises paradines de la democracia, no se de que puerta ancha se habla, dies meses para formar gobiernos, divididos, con una economia en crisis, !Que hay dirigentes españoles!. Con todo respeto pero cuando yo veo a Zapatero en Venezuela me da risa, como sales tan lejo a realizar sus buenos oficios si su país, donde el nacio, su democracia se esta cayendo a pedazo. No me se me olvida que él estaba al lado del viejo Rey cuando este ofendió a Chaves con la fraces ¨y tú por que te metes¨.
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