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jueves, 7 de noviembre de 2024

Parece mentira, pero en Argentina hay hambre

De diciembre a la fecha, hay 1,4 millones de nuevos pobres en el llamado granero del mundo...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 31/07/2016
3 comentarios

El aumento del número de pobres no es un invento de la izquierda que critica al gobierno del millonario neoliberal Mauricio Macri ni de movimientos interesados en la protesta callejera. La comprobación de que desde diciembre del 2015 hasta la fecha aumentó en 1,4 millones los nuevos pobres fue realizada por la Universidad Católica Argentina (UCA) en fecha reciente.

Como el oficialismo no divulga cifras, el Observatorio de la UCA, que disfruta de prestigio incluso entre los macristas, estimó que esa cifra corresponde al primer trimestre de este año, por lo que puede ser mayor, ya que en los últimos siete meses más de 150 000 personas fueron despedidas.

La fuente confirmó además que a mediados de marzo cerca de 13 millones de ciudadanos carecían de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, o sea, el 34,5 % de los 41 millones de habitantes de la nación austral.

El director del Observatorio, Agustín Salvia, afirmó en conferencia de prensa publicada en medios bonaerenses, que la causa principal es que hay un incremento desmesurado en los precios, a lo que se une la subida en las tarifas de servicios domésticos, como la luz, el agua y la electricidad.

Salvia expresó que “este es el índice de pobreza más alto de los últimos siete años”, ya que el vertiginoso aumento del costo de la vida colocó en la miseria a los más vulnerables.

Aunque el gobierno de Macri prometió ayudas sociales para quienes poseen menos ingresos —aumento en jubilaciones y ayuda por hijo, además de no inclusión en el llamado “tarifazo”— las medidas resultan insuficientes para el especialista, pues ignoran las pérdidas de empleos, la economía inflacionaria (en más de un 40 %) y el incremento en los alimentos y servicios domiciliarios.

Para Macri, que siempre defendió la posición de la UCA cuando mencionaba la pobreza durante el mandato de Cristina Fernández a partir de 2014 debido a la caída de los precios de exportaciones, los nuevos datos referenciales están en su contra.

“En un país con capacidad de producir alimentos para diez veces su población, la foto de un niño de Tucumán que murió de hambre recorrió el mundo. De 2003 en adelante, las políticas económicas inclusivas, las agresivas políticas sociales, el énfasis en salud pública, nutrición y educación; la redistribución en los ingresos, el programa estratégico agropecuario redujeron el problema a cifras mínimas”, indicó Bernardo Kliksberg, miembro de la Comisión Directiva del Alto Panel Internacional de Expertos en Seguridad Alimentaria.

También para José Graziano da Silva, representante de la FAO para América Latina y El Caribe, “si bien la cifra de desnutrición es la mitad que en 2003, sigue siendo un dato inaceptable que los argentinos sufran hambre en uno de los países del mundo que más grano exporta —sobre todo, soja y trigo— y que, según la propia presidenta Fernández, tiene capacidad para alimentar a 500 millones de seres humanos”.

Es una triste paradoja, dijo, que podría extenderse al resto del continente latinoamericano, pues “nadie debería pasar hambre” en una región que produce un 33 % más de alimentos de los que necesita para cubrir sus requerimientos energéticos.

EL MOVIMIENTO SOCIAL PROTESTA Y COCINA

Aunque Macri prometió “hambre cero” durante su campaña electoral, quizás no reflexionó en que si Fernández no pudo mantener bajos los índices de pobreza, él tampoco tiene una vara mágica para sacar a Argentina de su atolladero económico. Como buen neoliberal, su plan de ajuste apretó más los tornillos a la gente que ya venía con ingresos medios o bajos.

A tenor de los nuevos acontecimientos, las cacerolas vacías, los pobres salen a las calles —algo impensado en los dos mandatos del kirchnerismo— a protestar contra la hambruna.

Junto con las protestas callejeras, organizadas por los movimientos sociales, algunos formados en los barrios en los últimos meses, hay algunos paliativos, como los comedores populares que se han vuelto rutina en Buenos Aires y otras grandes ciudades argentinas, a los que acuden la mayoría de los hambrientos a saciar sus necesidades.

Son notables los grupos de personas que engrosaron en los últimos meses el número de indigentes y las parroquias locales habilitaron espacios para las comidas comunitarias.

En su programa televisivo Economía Política, Roberto Navarro habló del nuevo Estado “Hood Robin”, que le quita a los pobres para darle a los ricos. En uno de sus editoriales dominicales transmitidos por C5N, Navarro describió cómo en tres meses volvió el hambre al país: “Los comedores no dan abasto. Hay colas de gente que piden que les den un poco porque no les alcanza”.

Trabajadores del comedor María Auxiliadora le aseguraron a Navarro: “Lo que les damos es su plato de comida diario, lo único que ingieren en el día es la cena que les brindamos” y contaron que, como este año hay más gente, tienen que “estirar la comida”. En otras palabras: distribuir porciones más chicas.

El ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni también protestó contra el gobierno de Macri y sus medidas de ajuste. “Macri va a lograr la pobreza cero matando de hambre a los pobres”, dijo en alusión a la promesa del excandidato de la coalición derechista Cambiemos, en diálogo con el programa Siempre es Hoy en Radio Del Plata.

El pasado día 19, una inmensa movilización popular, poco reflejada en los medios de comunicación de derecha, tomó por asalto la capital, organizada por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la organización Barrios de Pie. Cien calles fueron tomadas y 100 ollas gigantescas, sobre fuego improvisado, dieron vida a un guiso colectivo. Vecinos y militantes sociales llenaron las cacerolas de alimentos, repartidos después en las comunidades y personas que en su mayoría viven en la calle, bajo cartones.

El semanario Resumen Latinoamericano visitó los improvisados campamentos y reflejó el sentir “de quienes sufren la impronta agresiva de la policía metropolitana retirándolos como si fueran bultos de los sitios en que se concentraban miles de trabajadores callejeros. (…) hasta una joven que amamantaba a su hijita en una esquina cualquiera fue violentada por un grupo policial femenino que la obligó con malos modos a retirarse del lugar porque ‘dar la teta en público está prohibido’”.

Ese incidente dio lugar al denominado “tetazo”, en el que participaron centenares de madres que amantaron sus pequeños en la vía pública, en rechazo a la violencia cometida contra la muchacha, pobre por demás, que satisfacía el hambre de su pequeña.

El próximo día 4, Argentina será sacudida por otro cacerolazo contra las alzas de luz, gas y agua. Los pobres marcharán de nuevo con sus reclamaciones que incluyen la terminación de viviendas y la prometida urbanización de las llamadas villas miseria, alimentos para los comedores populares y los merenderos comunitarios, reportó el diario Página 12.

Nuevas formas de organización social toman cuerpo en Argentina desde hace dos meses. Están organizados 54 grupos multisectoriales en distintas provincias, que suman fuerzas en sus exigencias al gobierno a partir de las necesidades de los barrios. El pasado día 23, esos grupos —formados por clubes deportivos barriales, cooperativas, sindicatos, agrupaciones sociales y de consumidores— decidieron en una reunión en la Universidad de Luján la convocatoria al segundo “ruidazo”.

La próxima movilización se hará bajo las consignas de “No al tarifazo” y “Fuera Aranguren”, en alusión a la renuncia solicitada al ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren.

También la Confederación General de Trabajadores, que se reunirá el próximo 22 de agosto para unificar las tres fracciones de esa organización, prepara una gran Marcha Federal que saldrá desde cuatro puntos del país hasta reunirse en la histórica Plaza de Mayo, frente a la sede del gobierno, en Buenos Aires.

Nadie duda de que le está resultando difícil gobernar al ex director del Atlético Boca Junior. El pueblo no muestra disposición de soportar sus andanzas.

 


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 3 comentarios


Elisa
 1/8/16 23:35

Leo el articulo y me llama la atencion que ese pais con tanto recursos pueda haber hambre pero despues me percato que cuando hay gobiernos ineficientes que solo piensan en el poder para ocultar su corrupcion y beneficiarse de los recursos del pais solo pueden llevar a su pueblo a la mas miserables de las crisis como le esta ocurriendo al hermano pueblo venezolano, pero todos esperamos que por su valentia sepan sacurdirse y juzgar a los responsables que los han hundido en el abismo. Gracias. 

Hilario
 31/7/16 16:35

Llegaran los argentinos a la hambruna que viven los venezolanos.

Gabriela
 31/7/16 8:12

Me gusta el titulo del articulo: Parece mentira, peroen argentina hya hambre, mas sin embargo aun ningun periodista cubano a tenido la valentia de escribir sobre la hambruna que lleva tiempo padeciendo el pueblo venezolano gracias a un gobierno rechazado por la mayoria del pueblo que pide respeto a la constitucion y se celebre el referendo este año para cambiar y salir de la miserable crisis en que lo han sumido.

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