Octubre, mes previo a la celebración de cinco elecciones de distintas categorías en América Latina, puede resultar decisivo en las campañas que pueden significar un cambio, para mejor o peor, en la geopolítica regional.
Nicaragua, nación centroamericana acosada con incluso una tentativa de golpe de estado en 2018, está centrada en los cargos presidenciales, donde el gobernante binomio del mandatario Daniel Ortega y su vice Rosario Murillo piensan repetir sus anteriores victorias.
En medio de mítines y acoples finales, la derecha golpista exige que los resultados de los comicios, en que participaran unos 4 000 000 de votantes no sean reconocidos por la comunidad internacional, siguiendo órdenes de Estados Unidos (EE.UU.), como antes pidieron igual tratamiento para el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Aunque la media hegemónica mantiene un acoso constante contra el sandinismo y sus principales dirigentes, mas aun después que fueran detenidos un grupo de golpistas, las encuestas –mas certeras o no- dan como favoritos para ganar a Ortega y su esposa Murillo.
Para los nicaragüenses queda claro que el desmantelamiento de la red golpista y la prisión de la mayoría de sus miembros nada tiene que ver con las elecciones, porque ninguno de los detenidos era candidato a cargo alguno. Por sus actividades contra el gobierno, ninguno de ellos tenía derecho legal a presentarse como candidato: ni tenían partido, ni ninguno de los requisitos que exige la ley para presentar una lista. Tampoco hubo ninguna coalición que aceptara ofrecerles candidaturas o escaños en el parlamento. Afirmar que los detenidos son los candidatos es, por tanto, una colosal mentira.
El oficialista FSLN creó las llamadas Unidades de Victoria Electoral (UVE), bloques populares identificados con nombres de héroes y mártires, que defenderán a los aspirantes del partido rojinegro, con 2 000 000 de afiliados.
ELECCIONES EN VENEZUELA, ARGENTINA, CHILE Y HONDURAS
Otras dos procesos llaman la atención de los analistas internacionales, por lo que significan en el orden político: las legislativas de Argentina, el día 14 y una semana después, las megaelecciones en Venezuela, en la que participan, luego de años de negativismo, candidatos de los partidos más radicales del país.
El mismo día que Venezuela celebre sus comicios regionales para gobernadores, alcaldes y concejales lo hará Chile, pero generales, lo que causa gran interés ante la decisión de sustituir al derechista presidente Sebastián Piñera, líder de uno de los regímenes mas represivos de Suramérica.
Para el gobierno de Alberto Fernández, que perdió las PASO el pasado mes de manera sorpresiva, pues todos pensaban que su partido Frente de Todos (FdT) sería el gran triunfador y no los de derecha, el resultado del 14 de noviembre podrían definir el futuro del país en 2023, cuando se celebren las presidenciales.
- Consulte además: Sorpresiva advertencia
En los pocos días entre las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias y las marcadas para la segunda semana del próximo mes, Fernández y su ejecutivo, que admitieron públicamente sus errores políticos en dos años de su administración, tratan de enmendar las criticas populares, en especial lo referido a la economía, lastrada por una ineficiente gestión agravada por los estragos que en ese rubro causó al país la pandemia de la COVID-19.
En los dos últimos años, y aunque hay un criterio generalizado que el gobierno del FdT trabajó bien la situación creada por la COVID-19 hubo requerimientos al oficialismo, entre otros reclamos, por no aumentar el bono de ayuda a quienes quedaron desempleados o lo dejaron al mismo nivel, mientras pagaban una deuda dejada por el anterior régimen de Mauricio Macri al Fondo Monetario Internacional(FMI) luego de asegurar que no lo haría.
Por tanto octubre es un mes definitorio para que el gobierno recupere la confianza de los electores en la renovación de 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado de la nación. Si triunfa la derecha, a Fernández le resultará muy difícil gobernar con una minoría en el Congreso Nacional.
Por otra parte, las elecciones de Venezuela son quizás las mas esperadas. Ese día 70 244 postulados optarán por 3 082 cargos en disputa durante las Elecciones Regionales y Municipales. Están en juego 15 gobernaciones, mas de 300 alcaldías y los consejeros regionales. O sea, si perdiera el oficialismo, el mapa político del país cambiaría para peor, pues quedaría en manos de una derecha recalcitrante, con la que el chavismo trata de entenderse en una mesa de diálogo establecida en México bajo los auspicios del presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora en su tercera fase.
La participación en los comicios de partidos opositores más recalcitrantes, pero que finalmente aceptaron como presidente legítimo a Nicolás Maduro, a la Asamblea Nacional y al Consejo Nacional Electoral, tiene como trasfondo las continuas denuncias oficiales sobre los planes desestabilizadores que actualmente Colombia realiza contra el vecino país, siempre bajo las órdenes de la Casa Blanca.
También la exigencia de Caracas de que le sean devueltos los activos que posee en el exterior, robados por EE.UU. en nombre del ya extinguido presidente interino Juan Guaidó, y el cese de ataques contra instalaciones vitales para el funcionamiento del país, como los realizados contra plantas de electricidad y hackeo del Banco Nacional en días pasados.
En este contexto cobra importancia la campaña electoral que realizan las distintas fuerzas políticas. Desde el oficialista Partido Socialista de Venezuela hasta Justicia Primero, un furibundos enemigo del proceso bolivariano.
No obstante los preparativos y los pasos positivos para un entendimiento nacional, Venezuela sigue acosada por sus enemigos imperialistas y sus peones latinoamericanos, con Bogotá como cabeza de mando.
En Chile también habrá presidenciales y legislativas en un escenario donde todavía las encuestas solo dan pronósticos que pueden variar este mes, según marche la campaña electoral.
Luego de cuatro años de la implantación de medidas neoliberales destinadas al empobrecimiento de la población, grandes movilizaciones populares que dejaron decenas de muertos, heridos y desaparecidos, la pandemia de la Covid-19, las elecciones primarias de julio último definieron los candidatos que luchan por el Palacio de La Moneda.
El día 21 de noviembre se enfrentan en las urnas Gabriel Boric, de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad.
Por el oficialista y conservador Chile vamos estará el banquero Sebastián Sichel mientras Yasna Povente representará en la lid a Unidad Constituyente-Partido Liberal-Nuevo Trato. Esas tres agrupaciones son las que aparecen con mayores ventajas para ganar la presidencia.
Hay también otras postulaciones que buscan un espacio con partidos políticos más pequeños o colectividades nuevas (Partido de la Gente y Unión Patriótica, entre otros).
Como en la mayoría de los restantes países latinoamericanos, resultará ganador quien obtenga mas de la mitad de los votos emitidos. Una segunda vuelta definitoria, si fuera necesaria, tendrá lugar el 19 de diciembre próximo.
Cierra el año electoral Honduras, el 28 de noviembre, aunque, como en otros naciones, puede estar sujeto a una jornada final.
Una fuerte disputa interna marca estos comicios, luego de que el actual mandatario Orlando Hernández fuera acusado en sus dos presentaciones anteriores de fraude para garantizar la permanencia de la derecha en el poder.
A pesar de las pruebas presentadas, y con el uso de la fuerza, Hernández robó en la práctica la presidencia a Xiomara Castro, del Partido Libre, que lidera su esposo, el ex mandatario Manuel Zelaya destituido por sus acciones progresistas por un golpe de estado cívico.militar y sacado del país por la fuerza hacia Costa Rica.
En las elecciones primarias de marzo pasado, Castro obtuvo el 79,08% de los sufragios del Partido Libre, lo que le da una amplia ventaja sobre los otros dos contendientes, indicó el Consejo Nacional Electoral (CNE) hondureño.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el Partido Libre destacó que Castro “es oficialmente la candidata más votada de la oposición, junto al pueblo hondureño Vamos a acompañarla a la toma del poder, Vamos por la Unidad de todos los sectores, Vamos por la Victoria”.
El CNE indicó que Yani Rosenthal representará al Partido Liberal en la batalla por la primera magistratura, mientras el aspirante por el oficialista y derechista Partido Nacional será Nasry Asfura, a quien favorece la media al servicio de los conservadores del empobrecido país centroamericano.
Este décimo mes del año es la plataforma de presentación de las campañas o, como en el caso de Nicaragua, de su cierre.
Haití, que debió efectuar sus presidenciales, debió cancelarlas hasta el próximo año dado los trágicos acontecimientos ocurridos en ese pequeño país del Caribe insular.
Las urnas esperan por los votantes. Para algunos, el ciclo de batalla es mas corto, por lo que los esfuerzos mayores serán los de arrancada desde los primeros días de octubre. La geopolítica regional puede cambiar o no, mientras la mirada golosa de EE.UU. sigue o distorsiona el curso de los acontecimientos.
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