Este primer domingo de junio, dos estratégicos países latinoamericanos, Perú y México, en distintos contextos políticos, pero donde el progresismo es atacado por sucias guerras de opositores, efectúan elecciones marcadas también por la pandemia de la COVID-19 y el temor a la abstención a causa de la enfermedad.
Perú, una de las naciones suramericanas de mayor conflictividad en su política interna, elegirá al nuevo presidente de la República entre dos candidatos que plantean visiones antagónicas de la política, economía, relaciones internacionales y la sociedad en una democracia considerada representativa.
Es un duelo que se plantea entre los contendientes Keiko Sofía Fujimori, 46 años, de Fuerza Perú, investigada por corrupción y a la que fiscalía solicita 30 años de cárcel, y el dirigente sindical Pedro Castillo, profesor de primaria desde 1995 y máster en Psicología Educativa del partido Perú Libre.
Castillo fue la gran sorpresa de los comicios, ya que es un casi desconocido en la arena política nacional, pero ganó, sin embargo, la primera vuelta electoral con poco más de un 19 % de los votos, mientras su rival alcanzó un 13,7 por ciento.
Pero mucho cambió la situación desde el pasado 7 de febrero, cuando el desconocido aspirante le sacó el tramo a la hija de Alberto Fujimori, preso por robo del erario público y crímenes de lesa humanidad.
La derecha peruana, con la aprobación de la embajada de Estados Unidos en Lima, la capital —según indican medios independientes— lanzó dardos envenenados contra el profesor, que no teme decir que es de izquierda, y su partido se asienta en una base marxista.
Palabras poderosas ante el anticomunismo existente en Perú, y las posibles acciones a futuro a las que los conservadores temen como el diablo a la cruz.
Todos los movimientos de la derecha se resumen en infundir temor a la ciudadanía para que vote por la acusada Fujimori antes que por Castillo, quien para ellos representa un cambio de sistema, la pérdida de privilegios, la reestructuración del país, y una eventual asamblea constituyente para, incluso, declarar a Perú Estado pluricultural.
Los partidos de oposición fueron claros: prefieren el peligro de una mujer que demostró que seguirá los pasos dictatoriales de su padre —que mandó esterilizar a mujeres y hombres sin su permiso— y gobernó con puño de hierro, que decantarse con el maestro de sombrero de alas anchas usados por los campesinos y promete salud y estudios gratuitos, privatización de grandes empresas, entre otros puntos de su programa.
Para tratar de derrocar a quien puede ser el próximo mandatario de este país de política tan peculiar que cambió tres presidentes en el mes de noviembre pasado, los conservadores movieron sus fichas, desde el ataque directo en la prensa hegemónica, un supuesto atentado terrorista que dejó 18 muertos, hasta propuestas de compra de votos, y el uso de las redes sociales para desprestigiar al aspirante, quien suele andar a caballo y cuenta con la admiración del Perú rural, su base fundamental de votos.
Fujimori, por su parte, y así lo hizo saber en los debates públicos con su rival, basa su programa en el papel de la empresa privada, el neoliberalismo y la búsqueda de ayuda económica internacional, léase Fondo Monetario Internacional (FMI).
La clase política tradicional sufrió un terremoto tras los resultados de la primera vuelta cuando Castillo, el aspirante sorpresa de 51 años, le ganó a otros 16 contendientes y despejó el camino hacia el gubernamental Palacio de Pizarro.
Serán estas unas elecciones de voto a voto, en medio de la pandemia de la COVID-19 que reporta 2 1 961 087 casos confirmados y 184 507 decesos por esa causa. De esta manera, la tasa de personas infectadas, que mueren una vez que dieron positivo, es de casi 1 de cada 10 y ello conllevó a que la tasa de letalidad se eleve a 9,4 %, de acuerdo al Centro Nacional de Epidemiologia y Control de Enfermedades (CDC).
El compromiso del actual gobierno con la Organización Mundial de la Salud es tener vacunada en septiembre próximo al 10 % de la población, estimada en 32 510 453 personas.
En este contexto, en declaraciones esta semana, el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto, informó que el primer avance de los resultados de la segunda vuelta serán conocidos en torno a las 23:30 (hora local), señaló a la agencia Andina al día.
En tierras de México Lindo
México también está en las urnas este domingo en la que se consideran unas elecciones históricas por el alto número de cargos a elegir: 15 gobernaciones de 32 Estados, renovación total de la Cámara federal de Diputados de 500 escaños, 30 congresos locales en distintos Estados, y 900 ayuntamientos y juntas municipales.
Son 94 800 000 los convocados a las urnas, en medio de un clima de violencia generado por el narcotráfico y las bandas mafiosas que intentan controlar la política ocupando responsabilidades en todos los niveles en pugna.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) federal informó que, por denuncias activadas, se conoció el asesinato de al menos 31 candidatos, mientras hasta el 30 de abril otros 234 revelaron amenazas, y 65 recibieron protección de alguna corporación local o federal. Son más de 150 000 aspirantes en los Estados.
Rosa Icela Rodríguez, de la secretaría de la SSPC, reveló que la violencia y agresión contra aspirantes no es generalizada, sino que se concentra en algunos lugares, “donde la delincuencia organizada y la delincuencia de cuello blanco buscan influir políticamente”.
En este ambiente, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador denunció que el gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) no dio respuesta a la nota diplomática enviada por la cancillería mexicana debido a la presunta entrega de recursos a grupos opositores encargados de confrontar de manera sucia a la coalición oficialista del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido de los Trabajadores (PT).
Es primordial, dijo en una de sus habituales conferencias de prensa matutinas, que las autoridades estadunidenses actúen, pues el país está en un proceso comicial, mientras que organizaciones como Mexicanos Contra la Corrupción recibieron alrededor de dos millones 500 mil dólares para utilizarlos contra Morena y sus candidatos.
“Todos los integrantes de este grupo están haciendo campaña en contra de nosotros”, denunció AMLO.
López Obrador confió en que se suspenda el apoyo, ya que se trata de actividades políticas financiadas por autoridades internacionales y sostuvo que su gobierno no comete injerencia en EE.UU., por lo que su embajada no puede entregar dinero a opositores.
En ese contexto de ataques desde el exterior, el mandatario calificó la reciente portada de la revista británica The Economist como “grosera y mentirosa” tras cuestionar en un editorial a su gobierno.
AMLO, desde su encuentro mañanero con la prensa, criticó la “falta de ética” de la publicación “por llamar a los mexicanos a que no voten por Morena”.
Recordó que “estas revistas o periódicos del extranjero se dedicaron a aplaudir las políticas neoliberales, están a favor de las privatizaciones y siempre guardaron silencio ante la corrupción que imperó. Se dedicaban nada más a elogiar a los políticos corruptos de México porque son conservadores siempre. Ahora están molestos porque la gente está apoyando una transformación, entonces, sacan esta portada llamándome el falso mesías”, precisó.
También Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, denunció la detección de “una estrategia sigilosa por parte de partidos de la mafia. Ellos introducen, por debajo, impugnaciones en todos los distritos para tratar de anular la elección, con el argumento de una supuesta intervención del presidente de la República”.
Delgado refirió que en al menos cinco Estados, la ciudadanía recibió llamadas en sus celulares y mensajes de texto para desprestigiar a su movimiento, lo cual se enmarca en la “guerra cobarde” del conservadurismo.
Como ocurrió en 2006, afirmó, “se busca repetir la campaña del miedo con los mismos actores, el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, desplegados en contra nuestra”.
Aseguró que Morena refrendará la mayoría en la Cámara de Diputados y es competitivo en los 15 Estados donde se renovarán gubernaturas, pero estimó que en San Luis Potosí, Campeche y Nuevo León las preferencias están más cerradas.
La cadena multinacional Telesur denunció que al menos 9 000 000 de mexicanos aceptaron vender su voto a partidos de oposición al gobierno en al menos 25 Estados.
Para el coordinador de Acción ciudadana frente a la pobreza, Alberto Serdán, la compra de votos “no debe quedar impune” y pidió al Instituto Nacional Electoral (INE) evitar que agrupaciones políticas sigan aprovechando la pobreza “como herramienta de manipulación política”.
Las elecciones se efectúan bajo el peligro de la pandemia de COVID-19, que en México infecto a 2 429 658 personas, de ello 18 108 activos y 227 840 fallecidos.
Estos comicios estarán vigilados por casi 3 000 000 de representantes de casilla de los partidos políticos participantes, además de 559 visitantes extranjeros que actuarán como observadores.
El Programa electoral de resultados preliminares informó que esta noche de domingo darán a conocer los primeros números electorales.
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