México vive la recta final para la celebración de los comicios más grandes de su historia: el próximo día 6 se elegirán 500 cargos federales y 19 915 locales, en un contexto de violencia política y campañas sucias contra el gobierno y candidatos afines al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Ese día, más de 94,4 millones de personas determinarán quiénes serán los 500 diputados del Congreso Nacional —renovará los 300 de mayoría relativa y los 200 elegidos por representación proporcional—, alcaldes y 15 gobernaciones en los 32 Estados del país.
En estos momentos, ya se desarrolla la votación de los mexicanos radicados en el extranjero mediante el sistema de voto electrónico por Internet, informó el Instituto Nacional Electoral (INE).
El INE precisó que son 21 585 los convocados a distancia, quienes ejercerán su derecho hasta las 18:00 (hora de México) del día 6.
Se trata de una acción histórica para la nación norteña, ya que por primera vez se utiliza la plataforma de Internet para el sufragio en el exterior.
UN DIFÍCIL CAMINO ELECTORAL
No es fácil el camino electoral. La violencia enturbia la actual campaña, lo cual seguramente continuará cuando los nuevos dirigentes asuman sus cargos, ya que, sobre todo en los municipios, hay intereses marcados por el narcotráfico para integrar los gobiernos a ese nivel.
Hasta el pasado domingo, 29 aspirantes fueron asesinados para eliminarlos de las listas electorales, además de otras 148 personas cercanas a su entorno, como activistas y periodistas.
La injerencia del crimen organizado en las acciones proselitistas, o bien eliminan a los aspirantes con mayores posibilidades o hace que muchos renuncien a sus aspiraciones.
BAJO AMENAZAS, TAMBIÉN COMPRAN CANDIDATURAS
Estos grupos mafiosos tratan de controlar las alcaldías, lo que les permite acceder a información privilegiada para sus actividades operacionales.
Pero hay otros factores también de gravedad en el rejuego electoral.
Las elecciones se ven empañadas también por las contradicciones existentes entre el gobierno federal y el INE, lo cual crea un clima de tensión adicional al proceso que se realizará bajo el azote de la pandemia de COVID-19, así como un proceso de falsas noticias sobre el presidente y su gobierno.
Los enemigos de la Cuarta Transformación (4T) impulsada por AMLO son muchos y poderosos, entre ellos la prensa hegemónica, el INE y el sistema judicial, todos empeñados en derrocar el movimiento popular, democrático y revolucionario encabezado por el dignatario.
El apartado mediático privado, de gran protagonismo, ataca a diario al partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), fundado por AMLO, con la difusión —en un proyecto bien pensado— de mentiras, calumnias y noticias falsas con el propósito de erosionar la figura presidencial que, sin embargo, posee un 70 % de popularidad y aprobación social, aunque algunas encuestadoras elevan esa cifra hasta un 90 por ciento. Otras, en especial las de derecha, lo indican en un 56 %, nada desechable.
Otro enemigo a considerar es el sistema judicial, un conglomerado de ministros judiciales, magistrados y jueces que forman parte de la corrupción institucionalizada en México, según indican analistas políticos.
Aunque el viejo sistema judicial sigue torciendo la ley y entorpeciendo, la 4T ha logrado procesar a importantes figuras de anteriores regímenes de derecha, como Rosario Robles, exministra del mandatario Enrique Peña Nieto, acusada de robo de dinero destinado a Ciudad de México.
Otro poderoso enemigo de la 4T lo constituye una serie de organismos e instituciones autónomas, entre ellos el INE, considerado el promotor y gestor del fraude electoral en ese país.
De acuerdo con el profesor de Economía Política y analista político Miguel Ángel Ferrer, el INE trató de impedir el triunfo de AMLO en 2018 y para esta contienda sancionó con cancelación de candidaturas a los representantes de MORENA, por no entregar, supuestamente, informes de precampaña. Se trata de un movimiento antigubernamental único en la historia del país. Nunca antes dos candidatos a gobernadores fueron excluidos de la contienda por el INE que excluyó a dos.
En opinión de Ferrer, en estos momentos es notoria la angustia que sufre y deja ver la derecha. Siente que sus esfuerzos preelectorales, precisó, no están dando los resultados que esperaba.
Estimó que hay otro indicio más: ni con la descarada ayuda que el Poder Judicial y el INE le proporcionan, el conservadurismo es capaz de superar su techo electoral de un tercio de los ciudadanos, precisan varias encuestadoras.
Estos hechos explican, refirió, que los conservadores hayan pasado del plan a las ideas y a los aprestos golpistas. Pensamientos y aprestos que, sin embargo, tampoco tienen sustento social popular y militar.
Esta postura del INE es considerada extrema y violadora de los derechos humanos de los candidatos, supuestamente protegidos por el orden jurídico estatal mexicano.
La actitud de AMLO respecto a estos movimientos contra la 4T y su partido MORENA es cortante: “en el país solo existen dos proyectos, el que encabezo y sus opositores. Dos proyectos de nación distintos y contrapuestos, eso es clarísimo, hay quienes no quieren al pueblo y nosotros le tenemos amor al pueblo aunque no les guste y aunque me critiquen, hay diferencias”.
Aseguró que no hay ningún problema con que la oposición gane la mayoría en el Congreso en este proceso electoral “porque aunque quieran eliminar programas sociales y quitar el control del presupuesto existe la facultad del veto”.
En su habitual conferencia de prensa diaria en el Palacio Nacional, que por su horario temprano es llamada La Mañanera, aseguró que cualquier resultado en las elecciones será aceptado, pero agregó que no se va a quedar con los brazos cruzados.
Respecto a la presencia de observadores internacionales en los comicios, el mandatario fue tajante: “No permitiremos intromisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), ni las Naciones Unidas (ONU) ni otro organismo que afecte la soberanía”.
Cuestionado por los periodistas sobre la presencia de estas figuras y de organismos multilaterales, respondió que el país está abierto a ello: “No hay nada que temer y vamos a estar pendientes”, pero advirtió que “no se permitirá ninguna intromisión”, como ocurrió en Bolivia en 2018, cuando la OEA proclamó fraude la victoria electoral del expresidente Evo Morales, víctima de inmediato de un golpe cívico-militar.
“No vamos a permitir ninguna actitud injerencista, México es un país libre y soberano”, expresó el mandatario.
Ya están en México algunos observadores internacionales de Estados Unidos y de Canadá, quienes presentaron un informe al INE sobre distintos elementos encontrados en su recorrido por el país, en el que ponderaron la violencia y la intimidación, y el desacuerdo entre el INE y el gobierno federal.
Armand Peschard-Sverdrup, asociado senior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington D.C., refirió en su texto que uno de los desafíos de estas elecciones es eliminar las tensiones “entre gobiernos y las instituciones electorales. El objetivo de los partidos políticos es obtener un cargo electivo y retener el poder durante el mayor tiempo posible. Para lograrlo, las agrupaciones llevan las leyes comiciales al límite y en ocasiones las violan, lo cual genera una tensión con las autoridades electorales obligadas a aplicar las leyes para garantizar elecciones libres y justas, y defender la voluntad del pueblo”, aclaró.
Acusó al oficialismo de desacreditar las leyes e instituciones electorales para servir a sus propios intereses y “el Instituto Nacional Electoral no ha escapado de tal agresión en el proceso electoral 2020-2021 ya que el gobierno federal trata de asegurar su propia ventaja para alegar fraudes, si las elecciones no favorecen al partido en el poder”.
Mientras, Jean-Pierre Kingsley, exjefe de la Oficina Electoral de Canadá, explicó que las diferencias entre poderes tienen un impacto negativo para la democracia y “es claro que puede afectar el resultado, la gente puede pensar que ya no vale la pena emitir el voto”.
Otro visitante, Richard W. Soudriette, presidente fundador de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales de Washington, agregó que este tipo de discursos desde el gobierno es peligroso, pues lo que están haciendo es básicamente crear una situación malísima para el futuro de la democracia”.
El INE teme que si la coalición MORENA-Partido del Trabajo (PT) gana mayoría en la Cámara de Diputados, presente una reforma del INE y del proceso electoral en su conjunto.
En este contexto, el pasado lunes la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI) divulgó una nueva guerra sucia contra el presidente López Obrador, armada por el español Antonio Sola y el cubano contrarrevolucionario Vladimir de la Torre, quienes aparecen contratados como asesores por el dirigente de ese agrupación conservadora Alejandro Moreno (alias Alito).
La denuncia fue hecha por el portal milenio.com, que resume cómo los partidos de derecha y antagonistas de AMLO —Acción Nacional, Revolucionario Institucional, y Revolución Democrática— formaron una coalición para tratar de obtener mayoría en el legislativo, lo cual es ahora solo una ilusión.
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