Los últimos días han sido de pesadillas para el abanderado de la derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a las elecciones presidenciales de Venezuela. Henrique Capriles Radonski, principal contendiente del presidente Hugo Chávez, ha tenido que lidiar con denuncias de un “paquetazo” neoliberal luego de su supuesto triunfo; la deserción de varios de sus correligionarios y un video casero en el que el diputado opositor y cercano colaborador de Capriles, Juan Carlos Caldera, recibe una alta suma de dinero.
Los malos augurios comenzaron con la presentación que hiciera el ex gobernador de Anzoátegui, David de Lima —desde el propio seno de la oposición— de un documento oculto con medidas de corte neoliberalque tienen como objetivo eliminar las misiones sociales y disminuir a su mínima expresión el papel del Estado.
Firmado por Capriles, el documento busca aplicar acciones económicas al estilo de las impulsadas por el ex presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez (1989-1993), que desembocaron en el levantamiento popular conocido como El Caracazo, en febrero de 1989.
A De Lima se sumarían las voces del diputado opositor William Ojeda —vicepresidente del partido Un Nuevo Tiempo— y del abogado Hermann Escarrá, quienes alertaron del peligro de medidas de este tipo. Ojeda criticó las “obsesiones neoliberales” de sus pares en la MUD y reconoció el “acento social” de las políticas de Hugo Chávez.
La existencia de una “agenda oculta” en la oposición fue reprochada por Ojeda, quien enfatizó en que “los demócratas de Venezuela no aceptamos agendas ocultas, ni trasnochos economicistas, ni obsesiones neoliberales, todo lo que se realice en Venezuela en políticas públicas tiene que tener como punto central de la ejecutoria a la persona, al ser humano y a nuestro pueblo”.
En tanto, el documento de la MUD agrede a la Constitución y crea una situación delicada en el país. “Es infausto y cotiza para los próximos meses la situación económica y social de Venezuela. (…) Tiene una estructura lógica del capitalismo más salvaje. Si esto fuese cierto yo me pongo un cuchillo en la boca y saldré a la calle porque no podemos volver atrás”, subrayó Escarrá.
Capriles se presenta como “lo nuevo”, “lo joven y moderno”, “el nuevo liderazgo”, sin embargo, no es más que un camaleón que disimula el verdadero plan de la oposición, que permanece oculto y pretende, entre otras medidas, abrir las puertas a la inversión privada en la estatal Petróleos de Venezuela, sostén de múltiples programas sociales.
PIEDRA EN LA BOLETA ELECTORAL
En buen criollo: al “autobús del progreso” caprileño, se le metió agua al carburador y comenzó a patinar: los pequeños partidos Unidad Democrática, Piedra, Manos por Venezuela y Cambio País, decidieron abandonar la MUD y retirar el respaldo a Capriles en el tarjetón electoral, en franco desacuerdo con el paquetazo oculto.
El secretario general de “Piedra”, Leonardo Chirinos, argumentó que el documento económico de Capriles lesiona a los sectores más necesitados y explicó que el programa de la MUD es como ir en un autobús sin saber hacia qué rumbo se dirige.
“Capriles Radonski será el próximo presidente de Venezuela y a los chavistas los vamos a sacar a plomo, a patadas, a votos, como sea. Ellos no se quedan el 7 de octubre en este país”. Así reaccionó Ricardo Koesling, uno de los principales actores —junto a Capriles Radonski— del asedio a la embajada de Cuba durante el golpe de Estado de abril de 2002.
Mientras Capriles trata de desligarse de su pasado-presente burgués bajo un ropaje y discurso “progresista”, las denuncias y declaraciones —incluso desde sus propias filas— lo desnudan ante el electorado venezolano. Sus pesadillas no parecieran desaparecer, más bien presagian continuar.
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