//

miércoles, 6 de noviembre de 2024

¿Gajos del mismo palo?

Joe Biden expuso las primicias de lo que será la política externa de los Estados Unidos bajo su mandato...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 06/02/2021
0 comentarios
Joe Biden-Conferencia-Estados Unidos
Bíden proyectó por primera vez algunos puntos de su agenda exterior, un paquete donde hay bastante tela para cortar. (Tomada de Cubadebate).

Cierto que el comportamiento del presidente demócrata no será igual al de sus predecesor, el díscolo y egocéntrico Donald Trump.

Pero, vale decirlo, nadie se encandile con el imaginario de posibles cirugías a fondo ni giros de 360 grados en las materias que para el sistema gringo tienen carácter estratégico.

En pocas palabras, de parte del recién estrenado mandatario, más experimentado y cujeado políticamente, habrá sin dudas transformaciones tácticas en muchos órdenes, pero únicamente a partir de la inamovible base bipartidista de que todo debe apuntar a que los Estados Unidos “siga liderando” al resto del mundo, como misión “divina” de una “estirpe elegida y triunfadora”.

Aclarado el añejo e infaltable pivote de ambas tendencias políticas, es entonces que estaremos en mejores condiciones para entender los mensajes y acciones futuras del devenir exterior norteamericano, sus intenciones y fines, y los métodos que se empiezan a poner en práctica.

Con decenas de órdenes ejecutivas rubricadas en apenas unos días de gobierno, Biden ha revertido legalmente no pocas decisiones trumpistas en materia externa, pero es evidente que con el interés de dibujar otro rostro y otras vías a la ejecutoria única de hacer valer la voluntad norteamericana a escala planetaria.

Desde luego, vale reconocerlo, algunas de la decisiones tienen la previsión de destilar las controversias de manera menos osca y cerril que las privilegiadas por Trump, pero por ello no dejan de ser productos equidistantes de los principios honestos, objetivos, equilibrados, no injerencistas y respetuosos que deberían regir los vínculos globales, ni dejan atrás de una vez la intención final de imponerse a los demás.

En concreto, por ejemplo, la primera intervención pública de Biden sobre política foránea, realizada a inicios de este febrero —y siempre según medios de prensa— insistió como elemento clave en la “vuelta de los Estados Unidos” a su pretendida ejecutoria de rector internacional, y para ello anunció el no retiro de tropas gringas de Alemania como parte de la recomposición de los vínculos dentro de la OTAN (acusada por Trump de vivir de las regalías norteamericanas), así como la reiteración de la definición de Rusia como “amenaza a la seguridad nacional” y de China como el “taimado y principal competidor” de la primera potencia capitalista.

Se remitió además al gastado disfraz de Washington de garante universal de los derechos humanos y la democracia, y por tanto juez universal en esas materias, y en aspectos más regionalizados dispuso el fin del envío de armas a Arabia Saudita para su uso en el conflicto en Yemen, aunque reiteró que ello no significa que se cortará la venta de pertrechos norteamericanos a esa nación árabe destinadas a “proteger su seguridad”.

Mientras, y para los de esta parte del mundo, los medios destacan la no existencia de mención alguna a las relaciones inmediatas y futuras con América Latina y el Caribe.

No se puede pasar por alto que entre las primeros pasos externos de Biden están elementos con sesgos positivos como la reincorporación de los Estados Unidos al Pacto Climático de París y la Organización Mundial de la Salud, y la prolongación del acuerdo START con Rusia para limitación y control de los arsenales nucleares.

Pero —advierten analistas— el “brillo” de tales decisiones puede ser opacado si solo se ubican en la categoría de “parches ineludibles” y de “causa mayor”, y no en una trayectoria apegada a la realidad multilateralista hoy vigente, y al reconocimiento de que las prerrogativas y los actos de conveniencia particulares terminan donde empiezan los derechos y la soberanía de todos los demás.


Compartir

Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos