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lunes, 31 de marzo de 2025

El team MAGA, el celular y los cañonazos.

La administración de presidente Donald Trump navega actualmente un escándalo de seguridad sin precedente, que ya la prensa maneja como "Signalgate" y que ha sentado a testificar ante el Congreso a sus principales responsables de inteligencia y seguridad....

Guillermo Suárez Borges en Exclusivo 26/03/2025
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El presidente estadounidense Donald Trump revisa la operación en Yemen. (Perfil de X de la Casa Blanca)

Lo impensable ha sucedido, el mismo equipo de republicanos que la emprendiera sin piedad contra la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton, por haber utilizado cuentas de correo no verificadas para tratar temas de trabajo en el Departamento de Estado, ha caído en un error de seguridad mucho peor.

Dieciocho de los miembros más relevantes del equipo Maga, han preferido reunirse en un chat gestionado por la aplicación Signal, que para colmo, ni siquiera se encuentra entre las posesiones de alguno de los millonarios de la tecnología que acompañan al magnate en su segundo trayecto.

Su recién estrenado consejero de seguridad nacional, Michael Waltz, ha decidido gestionar ese grupo sin muchos miramientos y ahí incluir a personajes del relieve del Vicepresidente J.D. Vance, el Secretario de Estado, Marco Rubio, la Directora Nacional de Inteligencia Tulsi Gabbard, el secretario de Defensa, Pete Hegseth y al Director de la CIA, John Ratcliffe entre otras personalidades responsables de la seguridad del gigante del norte.

Como toca, ya Trump ha salido a defender a su consejero de seguridad nacional calificándolo de excelente profesional y tratando, de paso, de bajar las llamas del escándalo.

La minoría demócrata en el congreso no ha perdido tiempo para llamar a declarar a los principales responsables.

Desde la perspectiva de seguridad norteamericana, ya el hecho de recurrir a una aplicación que está disponible para usted y para mí en las mismas tiendas de aplicaciones que están "convenientemente accesibles" para todos, clasificaría como escándalo, pero, por si fuera poco, Waltz ha cometido, sin querer, otro exceso imperdonable. Ha invitado al selecto grupo a un periodista, y no cualquier periodista, cayó "por azar" en este grupo, el editor de una de las publicaciones más influyentes de Estados Unidos "The Atlantic", Jeffrey Goldberg, que para colmo de males es uno de esos periodistas a los que Trump "no pasa" y que ya en 2020 lo condujo a otro escándalo, aunque de menor proporción, en el cual aseguraba que el magnate que ocupa actualmente la Casa Blanca, se había referido a los veteranos de guerra y militares que sirven a los intereses de Estados Unidos como "Perdedores".

Pues según lo publicado por Jeffrey Goldberg, que habría que decir es un periodista que ha estado envuelto en varias situaciones polémicas en torno a líderes estadounidenses y extranjeros, un buen día le llegó una invitación para que se sumara al "chat".

Ha dicho que inicialmente sospechó se trataba de una broma o de alguien que al final se hacía pasar por el consejero Waltz, pero pronto se percató de que era algo serio cuando empezaron a convocarle para discusiones vinculadas a supuestas respuestas militares contra el movimiento Ansarolá, de Yemen.

"Sin quererlo", presenció las discusiones de más alto nivel de los principales cargos de inteligencia y seguridad en Estados Unidos y claro está, tomó nota, cuanto pudo, para desatar el escándalo hace unas horas.

Lo conversado en aquella reunión virtual se tradujo automáticamente en una respuesta militar, vaya, en cañonazos, que llegaron a puntos diversos de la geografía de Yemen, orientados a eliminar o al menos reducir el permanente apoyo yemení a la causa Palestina, principalmente orientado a hostigar a todo lo que huela a Israel en el espacio del Mar Rojo.

Claro está que Goldberg ha sido capaz de detallar interioridades del selecto chat que funcionaba en Signal, que sí complejizan la operatoria de la administración Trump en este momento, pero ya el Presidente, acostumbrado como ningún otro al manejo efectivo de escándalos, había pensado en ello.

Según la distribución de poder en ese país, este sería el momento preciso en el cual el Fiscal General debería abrir una investigación, el Director del FBI hiciera lo mismo, pero ya eso se ve bastante lejano, porque el Presidente se ha adelantado y ha sustituido los principales cargos de esas organizaciones por personas escogidas esencialmente por su lealtad a él y no por sus condiciones profesionales. 

Es entonces, en el Congreso donde probablemente suceda algo de acción en relación al Signalgate, pero podemos imaginar cuánto caminarán los esfuerzos demócratas, que cuentan con minoría en ambas cámaras. 

Los interrogatorios a los principales cargos de inteligencia ya vienen arrojando alguna información de la manera en que funciona la actual administración y también muchos "No sé", "No lo recuerdo" que engalanan el proceso.

Lo hecho público por Goldberg nos demuestra también quiénes son los pesos pesados que diseñan y ejecutan la política exterior de Estados Unidos, entre los cuales no se encuentra el actual Secretario de Estado Rubio entre los más destacados.

Sí, ha pasado poco tiempo para darles la razón a los que alguna vez pronosticaron el desastre, ello por la selección hecha por Trump para su equipo y que ahora nos ratifican, que queda mucho por ver.

Lo cierto es que a solo tres meses de haber regresado a la sala oval, ya la administración de Donald Trump se enfrenta a su primer gran escándalo y veremos cuán unido es el equipo Maga en medio de la adversidad.

En puro intento de desviar la atención, el vicepresidente J.D. Vance ha anunciado que sale para Groenlandia encabezando una delegación de alto nivel de Estados Unidos, que no es bienvenida ni por lo groenlandeses, ni por los daneses. Imaginamos, una vez más, que intentarán desviar nuestra atención, para que ignoremos lo realmente importante.


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Guillermo Suárez Borges

Investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Especialista en temas de Estados Unidos.


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